Taylor Swift añade un toque siniestro a la serie más retorcida del momento
Cinco horas. Es todo lo que dura la serie más retorcida del momento con una trama tan enrevesada como adictiva. Perfecta para un maratón de fin de semana. Les hablo de Senderos peligrosos, un thriller psicológico de Amazon Prime que a lo largo de seis episodios nos cuenta una historia de traición y venganza en una de las relaciones más tóxicas de la pantalla. Sin embargo, existe un detalle que la eleva por encima de la media y es el toque siniestro que aporta Taylor Swift sin aparecer nunca en pantalla.
Protagonizada por una dupla con experiencia en esto de los thrillers psicológicos maratonianos como Jenna Coleman (The Cry y The Serpent) y Oliver Jackson-Cohen (fue la pareja violenta de Elisabeth Moss en El hombre invisible y lo vimos en La maldición de Hill House y su continuación, La maldición de Bly Manor de Neflix), la serie limitada está basada en el libro homónimo de B. E. Jones.
Senderos peligrosos cuenta la historia de Liv y Will, un matrimonio británico que parece tenerlo todo. Desde una relación estable centrada en el amor y apoyo mutuo, a una vida privilegiada en Nueva York gracias al nuevo trabajo de Will en una cadena hotelera. Todo pinta de maravilla. Pero, como dice el dicho popular, ‘las apariencias engañan’.
Porque todo cambia cuando Liv descubre que su marido ha sido infiel. Que no es el marido perfecto e idílico que imaginaba, sino que la relación está plagada de mentiras, despertando su lado más salvaje, primario y vengativo, desatando en consecuencia la faceta más tóxica de ambos.
Seguramente se estarán preguntando ‘¿y qué pinta Taylor Swift en todo esto?’ Inesperadamente, muchísimo. Porque sin darnos cuenta, y a medida que avanza cada capítulo, una de sus canciones más populares se erige como un emblema que nos embriaga de ganas antes del comienzo de cada episodio.
En este punto debo añadir que Senderos peligrosos es una serie que utiliza la música para conectar con el espectador, recurriendo a temas populares para recrear los estados de ánimo de Liv. A lo largo de la historia vemos cómo la protagonista escapa con frecuencia a sus auriculares para dar rienda suelta a su tristeza, rabia o necesidad urgente de desconectar de la realidad (sobre todo una vez que la amante aparece en escena) a través de canciones de Britney Spears, St. Vincent, Kiiara, Reem y muchas más. Todas ellas artistas femeninas cuyas canciones y letras se convierten en parte del arco narrativo que va contando la historia. Pero lo que se consigue con Taylor Swift es de un nivel mayor.
Porque la serie utiliza el emblema de Taylor Swift sobre la venganza, Look what you made me do (que se traduciría como ‘Mira lo que me hiciste hacer’) como intro de cada capítulo. Tanto el videoclip como la letra de la canción, que parte de su álbum Reputation de 2017, originalmente se presentó como una sátira contra las diferentes etiquetas que el mundo le fue colgando a la cantante, erigiéndose como una figura vengativa por encima de las manipulaciones y el qué dirán.
“Pero me volví más lista, me volví más fuerte en el momento preciso”, reza la canción. “Cariño, me levanté de entre los muertos, lo hago todo el tiempo. Tengo una lista de nombres y el tuyo está subrayado en rojo”, añade para entonces repetir varias veces la frase más tóxicamente vengativa de las letras de Taylor Swift: “Mira lo que me hiciste hacer”.
Como Senderos peligrosos va tejiendo poco a poco una historia de venganza donde la decepción, desconfianza y la naturaleza tóxica de Liv van trazando el camino hacia el thriller, Look what you made me do se convierte en un emblema pegadizo que surte efecto cada vez que suena en pantalla.
Porque esa misma idea de venganza tóxica que reza la canción, donde se culpa al otro de los actos que se realizan como consecuencia directa del dolor provocado, funciona al unísono con la historia de Liv. Y a medida que avanza, se complica y se vuelve más retorcida, la canción va adquiriendo un lugar especial como himno perfecto para la historia. Porque una vez nos hemos adentrado en ella, escuchar la canción en la intro consigue un efecto adictivo. Porque no solo representa a la protagonista con la letra, sino que sirve para anticiparnos y provocar más ganas ante el episodio que está a punto de comenzar. Porque sabemos que la historia solo va a ir más.
Lo curioso del asunto es que no les fue difícil conseguir los derechos para utilizar el tema. La productora ejecutiva Elizabeth Kilgarriff dijo a Variety que sabía que era la canción perfecta para representar la historia, pero le parecía que iba a ser una tarea imposible a raíz de la popularidad del tema y Taylor Swift. Pero no fue el caso. Solo bastó con enviar una carta junto a los dos primeros guiones de la serie a su equipo y enseguida obtuvieron respuesta. Taylor estaba interesada.
Y el resultado es una intro que consigue elevar la expectativa cuando está a punto de comenzar cada capítulo. Algo similar a lo que conseguían Succession o Juego de Tronos, con la diferencia de que se trata de una canción popular, conocida por todo el mundo, que se entrelaza a la perfección con su letra en la trama de la historia.
En resumen, Senderos peligrosos es una serie de consumo rápido. No es perfecta, pero es lo suficientemente entretenida como historia de venganza como para atraer adeptos de principio a fin. Y con la canción de Taylor Swift poniendo la guinda perfecta.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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