Tom Cruise eleva su amistad con la realeza británica hasta las nubes

Que Tom Cruise sea la súper estrella más icónica de la era moderna debería ser motivo suficiente para comprender su aparición estelar durante las celebraciones por la coronación del rey Carlos III de Inglaterra. Sin embargo, que el actor y héroe de Hollywood en pandemia haya participado del momento histórico, sin ser británico y recurriendo a su destreza como piloto, nos habla de una amistad con la familia real que viene de lejos.

Porque Tom Cruise apareció de repente y no dejó a nadie indiferente. Lo hizo a través de uno de los vídeos incluidos en el concierto celebrado desde el Castillo de Windsor el pasado domingo, que ilustraron diferentes homenajes a la vida y obra de Carlos durante su etapa como Príncipe de Gales. El actor de Top Gun: Maverick participó en un segmento dedicado a su faceta como piloto aeronáutico desde que obtuviera su licencia a los 22 años como piloto de la RAF (Real Fuerza Aérea). A través de imágenes de archivo durante sus años de entrenamiento militar y declaraciones de Pierce Brosnan y Bear Grylls, de repente aparecía el mismísimo Maverick de la ficción rodeado de nubes y pilotando por su cuenta su propio avión.

“Piloto a piloto, su Majestad, puede ser mi compañero de ala (wingman) cuando quiera”, dijo Tom Cruise desde su cabina para entonces hacer una de sus acrobacias aéreas y desaparecer en el horizonte.

Curiosamente, Tom Cruise también ha generado titulares por otro video pilotando el mismo avión. Porque mientras aparecía en el concierto con su dedicatoria aérea, también lo hacía más tarde en los MTV Movie Awards con otra grabación similar agradeciendo el premio recibido por Top Gun: Maverick.

No lo vamos a negar. Las grabaciones son casi idénticas y no creo que me equivoque al suponer que se grabaron al mismo tiempo. Después de todo, este tipo de acrobacias no deben ser nada baratas. Sin embargo, mientras agradecía el premio a la Mejor Actuación en una Película y se lo dedicaba a su público, el vídeo destinado al rey Carlos III podría esconder una simbología especial.

El concierto fue un evento colorido elevado por la espectacularidad visual de celebrarse en los jardines del imponente Castillo de Windsor (el primer concierto de esta magnitud celebrado en el histórico lugar), y en donde la familia real se despojo de las etiquetas del día anterior, ondeando banderas al son de la música de Lionel Richie y Katie Perry, riéndose con las bromas de la rana René y Miss Piggy de Los Muppets o levantándose de sus butacas para sumarse al festejo con cada canción pegadiza.

Pero ni Andrea Bocelli, la espectacularidad visual de los diseños artísticos o toda la energía contagiada por Take That, pudieron igualar la sorpresa repentina de ver a Tom Cruise aparecer en pantalla. No solo me pasó a mí durante la emisión en directo, sino a muchos espectadores que volcaron su sorpresa al unísono en Twitter. Tom apareció y fue un éxito.

Por un lado, es cierto que se trataba de un hecho histórico. El inicio de un nuevo capítulo en la historia británica y monárquica con una participación que, tal vez, ni Cruise o ninguna estrella en su lugar hubiera rechazado. Sin embargo, el caso de Tom es diferente. Porque su cercanía con la familia real se extiende más allá de las alas de piloto que comparte con Carlos y el príncipe William.

Y es que Tom Cruise forjó una amistad con la princesa Diana durante el inicio de la década de 1990s. Una de las primeras anécdotas nos remonta al estreno de Un horizonte lejano en 1992 cuando fue fotografiada saludando a Tom y a su esposa y compañera de reparto, Nicole Kidman, en la premier del drama romántico.

Mientras se habrían visto de nuevo en el set de Misión Imposible (1996) cuando Lady Di llevó a William y Harry para que conocieran al actor. Así lo contó el ex chef de la realeza, Darren McGrady, a Express, explicando que “Wills y Harry amaron la pirotecnia”, pero que la princesa habría descartado a Tom Cruise como posible interés romántico cuando estaba pasando por su separación del príncipe Carlos, porque el actor le pareció “demasiado bajo” de estatura. De todos modos, la amistad o cercanía quedó sellada en la historia cuando Tom y Nicole fueron de las estrellas invitadas al funeral de Diana.

A su vez, Tom Cruise participó en el Jubileo de Platino de la reina Isabel II celebrado el pasado 2022, asistiendo a un evento en el Castillo de Windsor donde compartió su admiración personal. “Es una mujer que admiro profundamente. Creo que es alguien con dignidad tremenda y admiro su devoción. Lo que ha conseguido ha sido histórico” dijo a ITV (vía Yahoo!) cuando le preguntaron por su participación.

Por si fuera poco, la estrella de Hollywood también habría forjado una relación cercana con el príncipe William y Kate, siendo los invitados de honor del estreno de Top Gun: Maverick en Londres. Los príncipes de Gales desfilaron por la alfombra roja y acompañaron a Cruise en su gran día profesional, donde el actor aseguró a los medios presentes que “tenía mucho en común” con el príncipe. “Los dos amamos Inglaterra y somos aviadores, los dos amamos volar”.

Además, la amistad se habría intensificado poco después cuando, según los informes, Cruise invitó a la pareja a ver un adelanto de la película en un cine de Leicester Square. En ese momento, The Sun informó que se les unieron la princesa Eugenia, la princesa Beatriz y Sofía, condesa de Wessex. “Tom les dio la bienvenida y dijo que esperaba que disfrutaran viéndola tanto como él disfrutó haciéndola, y los dejó”, dijo una fuente al tabloide. “Aparentemente, recibió la aprobación real, sobre todo porque William ha sido piloto militar, por lo que está muy cerca de su corazón”.

Incluso existe otra anécdota curiosa que señala la cercanía familiar entre la realeza y Tom Cruise. Según Express,un fanático captó a Kate, William y el Príncipe George sonriendo a Tom Cruise desde la distancia durante el partido final de la Eurocopa en el estadio Wembley de Londres. Algo que normalmente no solemos ver en la familia real cuando no están saludando al público, manteniendo la compostura y el distanciamiento que engloban sus títulos nobiliarios durante eventos profesionales.

Sin embargo, la amistad más llamativa es la que Tom Cruise habría forjado con la reina Isabel II antes de su muerte. Según informaron medios como Page Six, la monarca se habría quedado decepcionada al no poder saludarlo en persona durante el Jubileo de Platino, así que lo invitó a tomar el té y disfrutar de un tour especial del Castillo de Windsor. “A ella le encantó verlo y se llevaron muy bien, tanto que lo invitó que volviera para almorzar” dijo una fuente. “Hasta le permitieron que llegara en helicóptero”.

El dúo de amigos había planificado verse de nuevo durante un almuerzo, pero la reina falleció ante de que pudieran reencontrarse.

Es decir, por mucho que Tom Cruise lleve varios años pasando tiempo en Inglaterra a raíz de los rodajes correlativos de Misión Imposible 7 y 8, que le permitirían estar más cerca de la familia real británica, evidentemente existe una relación estrecha forjada en el tiempo. Y con diferentes personajes de la familia en su totalidad.

Que William y Harry lo hayan conocido desde que eran niños, o que la reina Isabel II haya tenido tan buena impresión que volvió a invitarlo a pasar tiempo juntos, sugiere un trato personal que va más allá de las formalidades de etiqueta. Lo que nos lleva a la conclusión de que la participación de Tom Cruise en el concierto podría tener más tintes personales que profesionales. Porque Tom formó parte de un segmento dedicado a la osadía del rey Carlos III, su duro entrenamiento militar y su experiencia volando por los aires, ofreciéndole su disponibilidad para que sea su compañero de ala cuando quiera. Un puesto que el actor inmortalizó junto a Val Kilmer en Top Gun y que ahora ofrece al rey como si fuera un amigo más.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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