Tom Cruise y la estrategia que le jugó a Harvey Weinstein a sus espaldas
Muchas veces, las decisiones de los directores de Hollywood pasan a un segundo plano cuando los productores toman el control de sus películas. Por mucho que los cineastas se aferren a su criterio artístico, si uno de estos magnates de la industria ve preciso realizar cambios o cortes de cara a su desempeño comercial o en premios, es casi seguro que su decisión termine imponiéndose por encima de lo que piense el director. Claro, que también pueden tener a Tom Cruise como amigo y recibir valiosos consejos que les ayuden a imponer su visión, como bien le ocurrió a Todd Field.
Field, que ahora está en la cresta de la ola gracias a su trabajo con Cate Blanchett en TÁR, se enfrentó a un problema de estas dimensiones en su debut tras las cámaras en 2001, cuando realizó la cinta independiente En la habitación. Su estreno en el Festival de Sundance la catapultó como una de las cintas más aclamadas de aquel año, lo que desató una batalla entre productores y distribuidores para hacerse con los derechos y estrenarla comercialmente en salas. Sin embargo, tuvo la mala suerte de acabar en manos de Miramax, productora que por aquel entonces estaba en manos del controvertido Harvey Weinstein.
Aunque la polémica aún no le salpicaba, Weinstein era famoso por tomar el control de toda película que compraba y devolverla a la sala de edición para aplicar cambios significativos, lo que también estaba en sus planes para En la habitación. Como es lógico, Todd Field no se tomó esta adquisición de su película a bien, y ahora, en una entrevista con The New Yorker, revela la pesadilla que supuso para él en su día y cómo gracias a tener a Tom Cruise como amigo pudo sortear el obstáculo del polémico productor de Hollywood.
Field, que trabó una buena amistad con Cruise cuando trabajaron juntos en Ojos bien cerrados (Eyes Wide Shut) de Stanley Kubrick en 1999, se sintió “devastado” cuando le dieron la noticia de que Weinstein iba a estar al cargo de su debut como director. “Estaba llorando en el baño”, reconoce en la entrevista, sintiendo la necesidad de contactar con todo un as de Hollywood como es el actor de Misión Imposible.
Y es que Cruise siempre se ha movido como pez en el agua en la industria, no parando de acumular éxitos y obtener proyectos de primer nivel desde su debut como actor a principios de los 80. De hecho, por aquellos años, tras haber trabajado con maestros del cine como Ridley Scott, Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, Tony Scott, Oliver Stone o Sydney Pollack, se atrevió a ejercer la labor de productor, rol que desempeñó desde Misión Imposible en 1996 y que continua desempeñando hasta la actualidad.
Además, podemos decir que el estar detrás de la producción de sus películas ha sido clave para seguir alcanzando un no parar de éxitos. Por ejemplo, que Misión Imposible siga siendo una saga fresca y trepidante se lo debemos al ímpetu de Cruise de asumir peligros, protagonizar sus propias acrobacias de acción y querer superar límites cada vez más inalcanzables, algo que cualquier productor de un gran estudio difícilmente aceptaría por los riesgos económicos en seguros y preparación que requieren sus secuencias.
Y sin ir muy lejos, el pasado 2022 tuvimos otra demostración clara con Top Gun: Maverick, que de haber seguido la política que Paramount estableció con sus películas retrasadas por la pandemia -la de venderlas a plataformas de streaming para obtener rentabilidad rápida- no se hubiera convertido en uno de los mayores éxitos cinematográficos de los últimos años. Pero ahí estuvo Cruise, presionando desde su labor de productor para que la cinta se estrenara en cines y, además, mantuviera la tradicional exclusividad en salas durante varios meses antes de aterrizar en el mercado doméstico.
Por todo esto, se hace lógico que Todd Field contactara con Tom Cruise en el momento de crisis que vivió con En la habitación. Y no pudo tener mejor resultado, puesto que el consejo que le dio el actor le sirvió, no solo para conseguir imponer su visión ante Weinstein, también para arrasar en la temporada de premios y conseguir grabar su nombre en Hollywood como director.
“Llamé a Tom Cruise y le dije: 'Ha sucedido algo terrible'. Básicamente dijo: 'Así es como lo vas a jugar. Te llevará seis meses y lo conseguirás, pero tienes que hacer exactamente lo que te voy a decir que hagas, paso a paso'”, continuaba relatando Field sobre su conversación con Cruise.
Fue entonces cuando le recomendó que aceptara las exigencias de Harvey Weinstein, dejando que tomara el control de la película y realizara los cambios que creyera convenientes en su montaje. Cruise, con buen conocimiento de la industria y de cómo funcionaban las cosas en una empresa como Miramax, confiaba en que la edición que realizaría el polémico productor estaría muy por debajo de la versión que se vio en el Festival de Sundance. Por ello, le pidió a Field que, una vez que surgieran las malas reacciones al nuevo montaje, él podría remitirse a las excelentes críticas que tuvo En la habitación en sus primeras proyecciones para imponer su visión. Y así ocurrió.
En la habitación se estrenó finalmente en cines con su montaje original, despertando una ola de admiración que la condujo a obtener cinco nominaciones a los Óscar en 2002, colándose en las categorías de Mejor película, actor, actriz, actriz secundaria y guion adaptado. Además, gracias a este éxito, Todd Field pudo continuar su carrera tras las cámaras con éxitos como Juegos Secretos, que se ganó la admiración de crítica y premios en 2006, o TÁR, que este 2023 se erige como una de las favoritas a los Óscar. Y todo gracias a Tom Cruise.
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