Tom Hanks se baja del estrellato para demostrar que es un humano más como cualquier otro

El actor estadounidense Tom Hanks asiste a la gala MusiCares Persons of the Year 2023 en honor a Berry Gordy y Smokey Robinson en el LA Convention Center de Los Ángeles, el 3 de febrero de 2023. (Foto de FREDERIC J. BROWN / AFP) (Foto de FREDERIC J. BROWN /AFP vía Getty Images)
El actor estadounidense Tom Hanks asiste a la gala MusiCares Persons of the Year 2023 en honor a Berry Gordy y Smokey Robinson en el LA Convention Center de Los Ángeles, el 3 de febrero de 2023. (Foto de FREDERIC J. BROWN / AFP) (Foto de FREDERIC J. BROWN /AFP vía Getty Images)

A estas alturas y tras décadas deleitándonos con sus películas, Tom Hanks es como uno más de la familia. Lo conocemos por sus personajes inolvidables, sus premios Oscar, por la cercanía que despliega con los fans (hasta colarse en fotos de bodas) y por su bufonería simpática cuando concede entrevistas. Desde que protagonizara clásicos como Quisiera ser grande (1987), Socios y sabuesos (1989) o Forrest Gump (1994), pasó a ser una estrella amiga. Una figura amable, cercana y divertida que transita por el estrellato con el buen sentido del humor como carta de presentación. Sin embargo, Tom Hanks quiere sincerarse y quitarse la máscara. Porque es humano, como cualquiera, después de todo.

El actor ganador del Oscar por Filadelfia y Forrest Gump admitió que en ocasiones suele sentirse presionado a mantener cierto nivel de compostura “encantadora”, incluso cuando no está pasando por su mejor momento.

Hanks se encuentra promocionando The making of another major motion picture masterpiece, una novela escrita de su puño y letra que retrata el desarrollo de una película de superhéroes de alto presupuesto, con un director excéntrico y un protagonista autodestructivo que retrasa el rodaje. Algo con lo que dice sentirse identificado aunque nos cueste creerle.

“Yo mismo saqué cada uno de esos comportamientos en un set”, dijo a BBC. “No todo el mundo está en su mejor momento todos los días en un plató de cine”.

Tom Hanks sentado en una mesa de comedor con un niño mientras les entregan un pastel de cumpleaños en una escena de la película 'Big', 1988. (Foto de 20th Century-Fox/Getty Images)
Tom Hanks sentado en una mesa de comedor con un niño mientras les entregan un pastel de cumpleaños en una escena de la película 'Big', 1988. (Foto de 20th Century-Fox/Getty Images)

“He tenido días difíciles tratando de ser profesional cuando mi vida se estaba desmoronando en más de un sentido, y el requisito para mí ese día era ser divertido, encantador y amoroso… y es lo último que siento” confiesa. Y con una revelación tan sencilla nos recuerda que la imagen que lo acompaña de celebrity siempre amable, graciosa y encantadora es imposible de sostener sin un esfuerzo consciente. Que es humano después de todo, con sus días de perro y problemas personales que lo afectan como a cualquiera.

Después de todo, ya lo dijo en otra entrevista de 2022 concedida a People, hacer cine no es fácil. “Hacer películas es un trabajo muy duro durante un período de tiempo muy largo que consiste en tantos momentos de alegría abofeteados contra una cantidad igual de sentimientos de autodesprecio. Es el mejor trabajo del mundo y el más desconcertante de los trabajos que conozco”.Tan difícil es el proceso de hacer cine que, a pesar de su larga trayectoria y éxitos cinematográficos, piensa que solo cuatro de sus películas son “bastante buenas”. Aunque nos dejó en ascuas y no dijo cuáles.

El actor de 66 años habla de su comportamiento en los rodajes, dando a entender que no siempre ha sido la viva imagen de la amabilidad. Pero tranquilamente podemos expandir su revelación a toda su transición profesional a raíz de la imagen perpetua que lo acompaña. Después de todo, malos días los tenemos todos y en diferentes momentos de la vida. No solo cuando estamos trabajando.

Personalmente tuve el placer de entrevistarlo en varias ocasiones y siempre encontré a esa estrella cercana y amable que todos conocemos a través de la pantalla, con una sonrisa por delante que sabe ponerse serio cuando el tema lo requiere o que se presta a rememorar el pasado, consciente del interés nostálgico que carga sobre sus hombros.

LOS ANGELES, ESTADOS UNIDOS: El actor estadounidense Tom Hanks sostiene su Oscar mientras bebe un vaso de agua mientras asiste al Governor's Ball después de la 67ª entrega anual de los Premios de la Academia en Los Ángeles el 27 de marzo. Hanks ganó como mejor actor por su papel en la película

Sin embargo, aunque se sincere al reconocer que no siempre es la viva imagen de la amabilidad, también sentencia que a pesar de tener sus malos momentos, se enorgullece de nunca llegar tarde a sus trabajos. “Lo que no puede suceder en una película es que alguien no se moleste con los horarios o la longitud del rodaje o el presupuesto. Es un pecado capital en el negocio del cine”.

Te sorprenderá” añade, “cuántas personas saben que pueden salirse con la suya y se les dice que pueden salirse con la suya, porque llevan la película sobre sus hombros”. Pero no él.

En resumen, entre sus personajes e intervenciones públicas, Tom Hanks se ha ganado una reputación de estrella afable, cercana y amable. Pero, al final, mantenerse tan gracioso y encantador las 24 horas del día sería imposible. No solo para Tom Hanks. Para cualquier ser humano.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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