La tragedia golpea de nuevo a los primos de Felipe VI con la muerte de Juan Gómez-Acebo: así fueron sus últimos meses
El pasado lunes 12 de agosto fue un día aciago para la familia del Rey don Felipe. Uno de sus queridos primos carnales, Juan Gómez-Acebo, vizconde de la Torre, fallecía en Mallorca, a los 54 años. Juan, que padecía cáncer, era el segundo de los cinco hijos de la infanta doña Pilar, hermana mayor de don Juan Carlos, y Luis Gómez-Acebo.
Solo han pasado cinco meses desde que los hijos de los duques de Badajoz despidieron al más pequeño de sus hermanos, Fernando, y la tragedia ha vuelto a golpearles. Sin apenas reponerse de este duro golpe, Simoneta, Bruno y Beltrán Gómez-Acebo vuelven a estar rotos, devastados, ante esta terrible pérdida.
En el panteón familiar
La capilla ardiente se instaló el mismo lunes en el tanatorio de Calvià, donde los hermanos de Juan y su pareja, Teresa Véret, recibieron el pésame y las muestras de cariño de sus seres queridos y amigos. El pasado martes, los restos mortales del aristócrata fueron trasladados al panteón familiar del cementerio de San Isidro de Madrid, donde están enterrados sus padres y su hermano Fernando.
La última aparición pública de Juan se produjo durante el funeral por su hermano Fernando, en abril. En aquella ocasión, los primos de Felipe VI recibieron a toda la familia del Rey a las puertas de la catedral castrense de Madrid, incluidos los Reyes don Felipe y doña Letizia, el Rey don Juan Carlos, la Reina doña Sofía y las infantas Cristina y Elena. La presencia de todos ellos da idea de los estrechos lazos que mantienen con esta rama de la familia, por lo que la noticia del fallecimiento del vizconde de la Torre, a una edad tan temprana, habrá supuesto un mazazo para todos.
Enfermo de cáncer, tras el funeral de su hermano pequeño, no quiso permanecer en Estados Unidos, donde residía, y prefirió pasar sus últimos días en Palma, donde fue tan feliz de niño, junto a sus hermanos y su hijo, Nicolás
Los cuidados de sus hermanos
Fue precisamente al final del invierno, cuando Juan vino a Madrid desde Miami, donde residía, para dar el último adiós a su hermano pequeño, cuando se enteró de que padecía cáncer. La enfermedad estaba muy avanzada, por lo que el sobrino de don Juan Carlos no quiso permanecer en Estados Unidos para someterse a tratamiento alguno. Volvió a Madrid, donde todos sus hermanos han estado cuidándolo, especialmente Bruno y su mujer, Bárbara Cano, que lo acogieron en su casa. También su primo Alfonso Galobart y Marone Cinzano ha estado muy pendiente de él.
En los últimos meses, ha estado ingresado en el hospital en varias ocasiones, pero con la llegada del verano quiso viajar a Mallorca, para pasar sus últimos días y despedirse del lugar donde fue tan feliz de niño. Allí alquiló una casa, para poder recibir a sus familiares y amigos. Y para poder disfrutar de Nicolás, su hijo y su pasión, de once años, al que su madre, Winston Holmes Carney, trajo desde Miami en julio para que pasara el verano junto a su padre.
Juan, quizá el más desconocido de los hijos de doña Pilar, sorprendió en abril de 2013 con la noticia de su paternidad junto a la diseñadora y empresaria estadounidense, a la que había conocido mientras estudiaba Bellas Artes en la Universidad Rollins, de Orlando. En enero del año siguiente, el vizconde de la Torre y la norteamericana se casaban en una íntima boda, celebrada en el consulado español de Miami. Sin embargo, cinco años después de darse el 'sí, quiero', en 2019, el matrimonio llegaría a su fin. Juan decidió entonces quedarse a vivir en la ciudad de Florida para estar cerca del niño, que se llama igual que su primo Nicolás, el hijo que Fernando Gómez-Acebo tuvo con la periodista griega Nadia Halamandari. Después rehizo su vida sentimental con Teresa Véret, con la que vivía en Miami, hasta que decidió mudarse a Madrid, tras conocer el estado de su enfermedad.
En estas últimas semanas, Teresa tampoco se ha separado apenas del lado de Juan, a pesar de que ha tenido que estar yendo y viniendo de Estados Unidos a Madrid, por motivos profesionales. Aunque la arquitecta nació y creció en España, ha desarrollado gran parte de su carrera al otro lado del océano —trabajó, además de en Miami, en otras ciudades estadounidenses como Nueva York, y también en Sídney—. En marzo descubrimos su relación, después de verlos llegando de la mano al tanatorio madrileño de La Paz, donde fue velado Fernando Gómez-Acebo. Según desvelamos en ¡HOLA!, fue Inés Gómez-Acebo quien presentó a Juan y a la arquitecta, que tiene dos hijos. Una de sus grandes aficiones es viajar en barco, disfrutando del sol y del cielo azul, encontrar antigüedades en las tiendas de Miami y la gastronomía.
El artista de la familia
Sin duda, su común pasión por el arte fue lo que unió los destinos de Teresa y de Juan. Desde bien pequeño, el segundo hijo de doña Pilar de Borbón ya destacaba por sus dotes artísticas. "No es que sea el más artista de la familia, es que creo que es el único artista", llegaría a decir la hermana de don Juan Carlos en una de sus exposiciones.
Juan, que también desarrolló una carrera como compositor musical, estudió Bellas Artes en la Universidad Rollins de Orlando y sus obras han sido expuestas en España —algunas se pueden encontrar en la Biblioteca Nacional de España o en la Fundación Arauco— y en otros países, desde Luxemburgo a Portugal.