El truco de Rita Moreno al alcance de todos para combatir la epidemia de la soledad

Rita Moreno conoce de sobra la emoción que provocan los aplausos y la satisfacción de los reconocimientos. Sabe cómo es sentirse admirada bajo el calor de los focos de Hollywood cuando escribía su nombre en la historia del cine, rompiendo barreras como actriz latinoamericana y derribando los estereotipos que la industria imponía. Sin embargo, esta puertorriqueña también sabe que los elogios, la fama y el éxito se convierten en etapas efímeras cuando pasa el tiempo.

Porque a sus 91 años ha descubierto el peso inquietante de la soledad, y en lugar de quedarse en casa viendo cómo el aislamiento social la hundía, decidió buscar soluciones sin que el ego asociado a la fama se interponga en su camino. Y lo que hizo es una lección que todos podríamos tomar en cuenta.

COMBATIENDO LA SOLEDAD PASADOS LOS 90

La estrella de Amor sin barreras, que cumple los 92 el 11 de diciembre, reveló que tras mudarse a un nuevo condominio, la soledad comenzó a consumirla. Fue su hija la que se dio cuenta del cambio que estaba sufriendo a raíz del aislamiento social. “Le dije que no sabía qué estaba pasando”, explicó a People. “De verdad que no entendía lo que estaba pasando. Recuerdo haber pensado: ‘No puedo seguir así. Estoy en el departamento más hermoso del mundo en lo que a mi respecta y esto está sucediendo. ¿Porqué?”

La actriz que hizo historia como uno de los pocos artistas dueños del EGOT -el término acuñado por Philip Michael Thomas para referirse a quienes poseen los cuatro premios más prestigiosos de la industria, el Emmy, Grammy, Oscar y Tony- decidió imponerse ante la soledad. Recurrió a sus años de terapia para analizar el fondo del asunto y se dio cuenta que se sentía sola al estar en un lugar nuevo sin sus seres queridos cerca. Su marido Leonard Gordon falleció en 2010 y tuvo una única hija.

“Nunca tuve que buscar la compañía de la gente”, reconocía. “¿Sabes por que? Porque la gente siempre vino a mí”. Sin embargo, ese imán de atracción había cambiado. Ya sea por la soledad que tristemente asola a la tercera edad, la lejanía de los seres queridos o su costumbre de no tener que buscar amigos gracias a la fama, Rita Moreno tuvo que aprender y buscar una solución. ¿Qué hizo? Se fue a buscar nuevos amigos en lugares comunes como el supermercado.

“Un día pensé: 'Esto es ridículo'. Tengo que conocer a algunas personas'”, dijo al medio mencionado. “Ese día en particular que tomé esa decisión, fui al supermercado a hacer algunas compras y me encontré con una señora con la que me seguía encontrando, que es encantadora”.

La mujer en cuestión reconoció a Rita Moreno y se quedó sorprendida cuando, de repente, la legendaria actriz la invitó a almorzar. “¿Almorzar contigo? ¿En serio?”, le preguntó. Pero enseguida hicieron planes y se fueron a comer juntas, donde entonces su nueva amiga le cuestionó con curiosidad si siempre se acercaba a la gente en el supermercado. Y Rita le fue sincera. “Le dije: 'No, pero siempre me has parecido una persona encantadora. Como soy nueva aquí y no conozco a nadie, pensé en darme un chapuzón’”.

Aquel momento entre dos desconocidas sirvió para crear una amistad que acompaña a Rita Moreno a combatir la soledad. Y desde entonces siguió tirándose a la piscina con otros extraños. “También conocó a gente del departamento, el edificio, que son maravillosos”, reveló. “Soy muy afortunada”.

LA LECCIÓN DE RITA PARA COMBATIR LA EPIDEMIA DE LA SOLEDAD

Rita Moreno, cuyo nombre real es Rosa Dolores Alverío Marcano, emigró a Estados Unidos cuando su mamá costurera la subió a un barco a los 5 años. No sabía a dónde iban ni por qué, pero aquella travesía de seis días la terminó llevando hasta el lugar donde empezaría su nueva vida. Fue allí donde comenzó a explorar su talento a través de clases de baile con un bailarín español que, además, era tío de Rita Hayworth. A los 13 años conseguía su primer papel en Broadway, llamando la atención de Hollywood a continuación.

Cantando bajo la lluvia o El rey y yo fueron algunas de las películas que abrieron su camino en la industria, ganando el Óscar a los 29 años por Amor sin barreras. No obstante, a pesar de contar con una carrera legendaria que todavía, con casi 92 primaveras, sigue alimentando -este año fue la abuela de Vin Diesel en Rápidos y furiosos X y está a punto de estrenar la comedia de Netflix, Familia revuelta (30 de noviembre)- ella también terminó sufriendo la “epidemia de la soledad”, como lo llamó el cirujano general de los Estados Unidos, Dr. Vivek Murthy, en una advertencia que lanzó en 2023.

El doctor disparó la alarma en torno al impacto “devastador” que la soledad y el aislamiento provoca en la sociedad, sobre todo después de la pandemia de Covid-19, hablando de una crisis de salud pública a raíz de la falta de conexión humana. Según el informe, esta desconexión “afecta fundamentalmente nuestra salud mental, física y social”, explicando que “la soledad y el aislamiento aumentan el riesgo de que las personas desarrollen problemas de salud mental en sus vidas, y la falta de conexión puede aumentar el riesgo de muerte prematura a niveles comparables a fumar diariamente”. Por si esto fuera poco, una encuesta realizada por Mega-Gallup y publicada en octubre de 2023, descubrió que “casi 1 de cada 4 adultos del mundo se siente solo” (CNN).

A diferencia de la percepción común de asociar la soledad con la tercera edad y el paso del tiempo, la encuesta realizada a través de 142 países descubrió que las tasas de soledad eran más altas entre los adultos jóvenes: “el 27% de los adultos jóvenes de 19 a 29 años informaron sentirse muy o bastante solos”. En cambio, las tasas más bajas se encontraron en los adultos mayores. “Sólo el 17% de las personas de 65 años o más informaron sentirse solas”.

De esta manera, si tenemos en cuenta que todos formamos parte de este mundo que padece la soledad a niveles alarmantes, donde el aislamiento que acompaña el consumo de las redes sociales, la urgencia laboral y el ritmo de vida acelerado, nos afecta de lleno, no está de más tener en cuenta la lección de Rita Moreno. Que a sus más de 90 años salió a buscar nuevos amigos para combatir la negatividad que conlleva la soledad forzada (digo forzada porque también existe la soledad elegida, donde uno disfruta de la auto compañía). Una lección que todos podemos poner en práctica sin importar la edad ni el estatus social, la fama ni la profesión. Simplemente salir y hablar con el vecino o una persona del supermercado. Quién sabe… quizás surja una amistad que combata esa epidemia que tanto nos rodea.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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