Uma Thurman regresa con un papel incómodo, recuerda Batman y Robin y confiesa su miedo a no seguir trabajando

Uma Thurman regresa a la TV con Super Pumped, flamante serie de Paramount+
Damon Winter

Durante la entrevista, Uma Thurman se disculpa varias veces. Mientras responde amablemente cada pregunta, en ocasiones aparece su perro y también le suenan notificaciones del celular, sonidos que intenta callar para no cortar el ritmo de la charla. “No soy buena con la tecnología”, advierte. Con una camisa blanca, el pelo recogido y a cara lavada, la actriz atraviesa las barreras del Zoom y logra transmitir ese magnetismo que ya se podía percibir en Kiss Daddy Goodnight, el film noir con el que debutó en la industria en 1987, el primero de una extensa carrera marcada a fuego por sus colaboraciones con Quentin Tarantino (Tiempos violentos, Kill Bill) pero también por interpretaciones menos resonantes que hoy, vistas en retrospectiva, denotaban una bella naturalidad.

Entre ellas se encuentran mujeres complejas como Noelle Sluarsky en La verdad acerca de perros y gatos, Rafi Gardet en Secretos de diván, y Eliza Welsh en Motherhood, roles que no tuvieron la trascendencia que merecían dado que Uma fue eclipsada por sí misma, por lo que hizo en Henry & June, en Beautiful Girls y, décadas más tarde, en Nymphomaniac.

Se la nota atenta a cada palabra de cada pregunta, aunque también se distrae cuando ve en la biblioteca un libro sobre Gus Van Sant, quien la dirigió en Las mujeres también se ponen tristes en 1993. Se le ilumina el rostro al recordar cómo fue filmar con uno de los máximos referentes del cine independiente tan solo un año antes de que apareciera Tarantino con el rol de Mia Wallace en Tiempos violentos, que le valió una nominación al Oscar y un respaldo crítico en las primeras instancias de su carrera.

Hoy, a los 52 años, Uma se “reencuentra” con Quentin, el narrador estrella de Super Pumped: La batalla por Uber, la miniserie de antología de los creadores de Billions, Brian Koppelman y David Levien, que llega mañana al servicio de streaming Paramount+, y en la cual Thurman interpreta a Arianna Huffington, la cofundadora de The Washing Post y una de las inversionistas de Uber, mujer a la que no quiso imitar y que la incomodaba por el desafío que implicaba personificarla.

Joseph Gordon-Levitt y Uma Thurman en Super Pumped (Crédito: serielizados)
Joseph Gordon-Levitt y Uma Thurman en Super Pumped (Crédito: serielizados)


Joseph Gordon-Levitt y Uma Thurman en Super Pumped (Crédito: serielizados)

En esa charla vía Zoom con LA NACION y otros medios, la actriz destacó la importancia de volver al mundo de la series luego de haber protagonizado The Slap, Imposters, Chambers y Suspicion, y aseguró que temía personificar a Arianna, hasta que los showrunners disiparon sus miedos.

“Yo la conocía a Arianna desde 2004 y además leí uno de sus libros, y siempre me atrajo su personalidad, además era muy fanática de Billions por lo cual quería trabajar con Brian y David, gracias a quienes conocí mucho más sobre esa mujer a la que aprendí a respetar aún sin tenerla cerca. Me sentí cautivada por ella”, contó. La actriz interpreta a Huffington como una mujer temeraria para los negocios, pero también con buen ojo para leer las personalidades de esos hombres que la rodeaban en la junta directiva de Uber, espacio en el que hizo lo impensado: ganarse la confianza del indetenible CEO de la empresa, Travis Kalanick ( Joseph Gordon-Levitt ).

Uma Thurman asegura que fue la curiosidad lo que la mantuvo vigente en Hollywood (Crédito: Instagram/@umathurman)
Uma Thurman asegura que fue la curiosidad lo que la mantuvo vigente en Hollywood (Crédito: Instagram/@umathurman)


Uma Thurman asegura que fue la curiosidad lo que la mantuvo vigente en Hollywood (Crédito: Instagram/@umathurman)

“Lo más importante para mí era respetar a Arianna, y yo ya lo hacía antes de interpretarla. Tiene una historia de vida increíble y no quería que eso se perdiera en mi trabajo, quería darle fuerza. Había que mostrar un equilibrio: lo fantástica que fue trabajando en ese lugar y su vida por fuera, en la que tenía una gran ambición pero también un gran corazón. El objetivo siempre fue mostrarla como una mujer verdadera, inteligente y con un sentido del humor que definitivamente quise resaltar”, manifiesta.

-Construiste una carrera increíble y en este caso temías abordar este rol, ¿siempre dudás, te genera inseguridad cada personaje que te llega? ¿Te pasó antes?

- Creo que cuando tengo suerte abordo un personaje que me intimida bajo un lema que en educación llaman the sweet spot: el punto justo, cuando te desafían lo suficiente como para estar un poco incómoda pero no tan incómoda que te paralizás. Creo que encontrar ese lugar en mis decisiones como actriz me ha generado cierto temor, porque podés cometer un gran error, pero ese miedo es el adecuado para sacarte de tus límites. Interpretar a Arianna estuvo dentro del lado incómodo de ese “lugar dulce”. Ella es genial, es grande, es una persona enorme, pero es un ser humano, así que había que encontrar el equilibrio.

Uber, la lucha de poder y la mujer que revolucionó un mundo de hombres

Joseph Gordon-Levitt y Uma Thurman en una de las escenas de Super Pumped (Crédito: serielizados)
Joseph Gordon-Levitt y Uma Thurman en una de las escenas de Super Pumped (Crédito: serielizados)


Joseph Gordon-Levitt y Uma Thurman en una de las escenas de Super Pumped (Crédito: serielizados)

En Super Pumped hay una secuencia sin diálogo, algo bastante inusual para una producción que tiene a la verborragia como arma letal, en la que Arianna recibe en su oficina de Uber a las mujeres que fueron víctimas de acoso sexual en la empresa. Thurman interpreta ese momento con gran sutileza, dejando que su rostro haga todo el trabajo, ese rostro que contiene una fuerza innegable que quedó inmortalizada en esa sonrisa a cámara de Beatrix Kiddo cuando se aleja en su auto, habiendo ya cumplido con su tarea.

En la ficción de Koppelman y Levien, la realizadora Zetna Fuentes retrata de manera brillante ese instante en el que la empresaria reacciona ante los relatos que no escuchamos pero que podemos imaginar, una de las escenas más duras de una serie que, al verla, nos remite al episodio de abuso por parte de Harvey Weinstein que sufrió la actriz. Lejos de mencionarlo, Uma cambió el foco y se explayó sobre cómo la ficción la ayudó a abrir los ojos sobre la dinámica feroz de los grandes empresarios.

“Aprendí que el mundo de la tecnología tiene cosas de la mafia callejera en la que todo es muy dramático”, expresó. “Yo tenía una visión más limpia e intelectual sobre Silicon Valley, y esa intensidad y lucha de poderes fue lo que más me sorprendió. Al interpretar a este personaje también aprendí cuanto más sospechoso se vuelve el contratar a mujeres para estos lugares donde mandan los hombres”.

En ese punto, Uma admite una parcialidad que le fue inevitable. “Sentí que tenía cierta responsabilidad de estar del lado de Arianna, porque creo que toda mujer fuerte, brillante e inteligente siempre es vista como una manipuladora, pero si un hombre hace lo mismo es considerado un gran estratega. Cuando una mujer está en esa misma posición, siempre se va a poner más en duda su accionar. Fue por eso que me tomé muy en serio el interpretar a una mujer de negocios que se mueve en ese universo”, subrayó la actriz, poniendo sobre la mesa el tono que se eligió para mostrar el ascenso y ocaso de Uber: uno sombrío y cínico donde los assholes son los que triunfan.

Uma reconoce sentir ahora “algo de miedo” a las grandes corporaciones tras haber estado tan inmersa en las movidas de Uber, empresa que incluso llegó a violar la privacidad de los usuarios. “El grado de desafío que había detrás, la innovación tecnológica... me sentí maravillada por lo enorme que era todo, pero desde un lugar de absoluta ignorancia. Uno está consumido por la tecnología, es asombrosa pero al mismo tiempo da miedo, y creo que Super Pumped da en el blanco porque nos presenta a una empresa que supone una ayuda en el día a día que, en simultáneo, no se preocupa por la privacidad. Pienso que todos somos dependientes de lo nuevo, pero me parece que debemos indagar un poco más sobre lo que consumimos”, reflexiona la actriz, quien no considera que las grandes corporaciones puedan “mejorar nuestras vidas”. “Mejorar es una palabra interesante. Lo que nos hace mejorar es cómo nos relacionamos como comunidad y no un servicio que utilizamos en nuestras vidas ocupadas”.

El temor a un Hollywood impiadoso y el repaso por su carrera

Uma Thurman y Tarantino en el rodaje de Kill Bill, el proyecto que sellaría la relación que había comenzado en Pulp Fiction ( Tiempos Violentos)
Uma Thurman y Tarantino en el rodaje de Kill Bill, el proyecto que sellaría la relación que había comenzado en Pulp Fiction ( Tiempos Violentos)


Uma Thurman y Tarantino en el rodaje de Kill Bill, el proyecto que sellaría la relación que había comenzado en Tiempos violentos

Si bien Thurman no ha dejado de trabajar, no es ingenua ante los requerimientos de una industria que a veces descarta a las actrices a partir de una determinada edad. “¿Pensás que no hay papeles de calidad para las mujeres que en Hollywood ya no son consideradas jóvenes”?, se le pregunta. Luego de pensarlo un momento, responde que fue su propia curiosidad la que la mantuvo activa a través de las décadas, pero que siempre hay una sensación de pavor subyacente de no recibir personajes interesantes.

“Yo siempre luché por encontrar papeles de calidad”, expresó. “Creo que hay desafíos distintos para cualquier mujer, somos todas diferentes. Yo actúo desde los 16 años, hace mucho tiempo que estoy en este negocio y me encuentro en una etapa donde todavía siento curiosidad, pero también me pasa que hay momentos muertos en los que pienso que no va a aparecer nada y así estaba cuando llegó Arianna Huffington y creía que no iba a poder interpretarla. Hay que pensar que siempre va a surgir algo interesante”, dijo con optimismo, e incluso manifestó sus deseos de explorar más el género cómico, una cuenta pendiente.

Uma Thurman, por Peter Lindbergh, 2017
Uma Thurman, por Peter Lindbergh, 2017


Uma Thurman, una actriz que siempre va por más

“De alguna forma toqué todos los géneros, quizá me faltaron más thrillers, aunque en el fondo lo que más me moviliza es la oportunidad de abordar un personaje gracioso”, aseveró y en ese momento se multiplicaron las preguntas sobre las películas más icónicas de su carrera, y Uma se detuvo “en la más camp” que hizo: Batman y Robin, que está cumpliendo 25 años.

La actriz, quien interpretó a Poison Ivy (Hiedra Venenosa), recordó con emoción al fallecido Joel Schumacher . “Lo amaba, lo adoré como director, y en cuanto a esa Batman en particular, creo que fue la única de la saga que se hizo para chicos o jóvenes, y quedó como un clásico porque fue más divertida, fue más alegre. Si uno lo piensa, ahora el personaje de Batman está dirigido realmente para los adultos, ahora lo retomaron e hicieron films más violentos e intensos. Pero ese film de Batman [interpretado por George Clooney] fue el único que tuvo algo camp y eso lo diferenció de los otros”, expresó Uma, quien también destacó a Gatacca de Andrew Niccol como uno de los films favoritos de su carrera, coprotagonizado por su exmarido, Ethan Hawke.

Los actores se conocieron en el rodaje del film Gattaca en 1996
GROSBY GROUP


Uma Thurman junto a su exmarido Ethan Hawke en Gattaca, una de las películas favoritas de su carrera (GROSBY GROUP/)

Cerca del final de la charla, se cubre la cara al recibir un cumplido disfrazado de pregunta: “¿Cómo haces para competir con vos misma y superarte siempre?”.

“¡Me pongo colorada!”, dice entre risas. “Me es difícil responder porque eso es un halago que agradezco, pero no me quiero quedar solo con eso, quiero decir que simplemente amo actuar, amo sentir curiosidad sobre las personas, las diferentes culturas, y las diferentes herramientas de la actuación. Supongo que cuando me ven actuar, ven a alguien que sigue empujando los límites y que no se enfoca mucho en los resultados sino en el proceso. Los resultados pueden dar miedo, pero el proceso está lleno de vida”.