Los usos del café que quizás no conoces: para la piel, el cabello y contra el mal aliento
“No te imaginas cuánto te quiero, y lo mucho que me gustas”, escribió alguien en un meme, pero no lo dirigía a una persona, sino al café, y quienes amamos esta bebida milenaria no podemos evitar sonreír ante tanta verdad… Esa semilla tostada, proveniente de un fruto lleno de sentimientos y de historias de lejanas tierras fértiles, es abundante en propiedades muy conocidas, y otras no tanto.
Según se reseña en el libro Frutales en Venezuela de Jesús Hoyos, publicado por la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle, el uso de las semillas tostadas y molidas para elaborar bebidas aromáticas se remonta al siglo XII en Arabia. Luego, en el siglo XVII, fue conocido en Europa y más tarde, fueron los holandeses quienes lo introdujeron en el continente americano.
Muchas investigaciones han demostrado que tomar café moderadamente aporta beneficios a la salud. Incluso una publicada en 2017 y que se desarrolló durante 16 años en diez países de Europa demostró que el consumo de café está relacionado con cifras de mortalidad significativamente más bajas.
Según la Clínica Mayo, estudios más recientes encontraron que el café puede ofrecer alguna protección contra enfermedades como Parkinson, diabetes tipo 2, enfermedad hepática, incluido cáncer de hígado, y accidentes cerebrovasculares, entre otras cosas.
Pero más allá de los beneficios tan divulgados del café para nuestra salud existen otras bondades que aporta a nuestra belleza y bienestar.
Según una investigación publicada en The Journal Of Nutrition, el café es el una de las mayores fuentes de antioxidantes de la dieta occidental, esto quiere decir que contribuye a minimizar los efectos de la oxidación celular con lo cual prevenimos el envejecimiento del organismo.
Sus bondades cosméticas en relación a la piel son muy conocidas. De hecho, está presente en una gran cantidad de productos especializados como scrubs, mascarillas, y sueros para brindar una bomba de energía radiante al rostro; pero entre los usos menos comunes hay varios que vale la pena tener en cuenta.
La borra del café mezclada con un poco de aceite de coco puede usarse como terapia anticelulítica frotándolo de manera circular por las áreas afectadas.
Algunos naturópatas lo recomiendan para liberar la tensión sanguínea en las bolsas bajo los ojos. Para esto se recomienda mezclar una mínima cantidad de café finamente molido con la crema para el contorno de ojos. Se aplica sin frotar y se deja actuar entre 10-15 minutos.
Para un cabello brillante se recomienda lavarlo con una solución de agua y café recién colado. Se deja actuar por 20 minutos y se enjuaga.
También para eliminar malos olores de nuestras manos después de cocinar es recomendable lavarlas con café, frotándolo enérgicamente durante unos 20 segundos y enjuagando con agua tibia.
Incluso para combatir el mal aliento el café resulta un buen aliado. Reseña la revista española Muy Interesante que, según científicos de la Universidad de Tel Aviv, el extracto de café puede disminuir el desarrollo de bacterias en la boca que originan la halitosis.
Más allá de lo puramente estético, el café puede contribuir a proteger más profundamente nuestra piel. Un estudio de la Universidad de Rodgers, Estados Unidos, también referido por Muy Interesante, demuestra qué la cafeína actúa inhibiendo una proteína llamada a ATR que, en consecuencia, trabaja en la destrucción de células dañadas por los rayos ultravioleta.
Después de todo esto, podemos comprender por qué el café genera pasiones, inspira poemas y deja sonrisas, pero debemos tener en cuenta que su consumo en exceso puede traducirse en posibles riesgos para la salud como contribuir con el aumento de la presión arterial y del colesterol. Si se sufre de acidez estomacal, nerviosismo o insomnio lo mejor será reducir su consumo.
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