‘Volátil’ y ‘nervioso’: la visión cerrada de Brad Pitt que podría haber demorado su éxito en Hollywood

Brad Pitt nunca fue partidario de la etiqueta de ‘actor sexi’. No le causó gracia cuando la revista People lo nombró el ‘hombre más sexi del planeta’ en 1995 y hasta decidió cambiar el rumbo de su carrera después de la descarada explotación física de Troya. Incluso quiso renunciar a las dos películas que lo llevaron hasta el firmamento de los actores sexis. Les hablo de Entrevista con el vampiro y Leyendas de pasión, las producciones que ayudaron a crear el aura de actor atractivo, romántico y emocional que captó la atención del público y demostraron su potencial como héroe protagonista.

La historia del agobio de Brad Pitt en el rodaje de Entrevista con el vampiro es conocida. Él mismo la contó revelando que no estaba conforme con el uso narrativo de su personaje, “arrastrándolo de un sitio a otro para los momentos sensacionales”, centrando la historia en las “travesuras” de Lestat (Tom Cruise) en lugar de plantear “la búsqueda real” de su personaje (Rolling Stone). Tampoco estaba cómodo con el rodaje nocturno, el clima gris de Londres y la carga de un personaje tan deprimido y lúgubre como Louis, llegando a pedir si podía romper su contrato. Llevaban la mitad de la película rodada cuando se le ocurrió renunciar y abandonar a Tom Cruise a medio camino. Sin embargo, según contó a EW, cuando preguntó cuánto le costaría desligarse del proyecto le dijeron que serían “40 millones de dólares”. Evidentemente, decidió seguir adelante.

Pero lo que no sabíamos es que también quiso renunciar a Leyendas de pasión, el western épico que rodó justamente antes de Entrevista con el vampiro. Lo reveló el director Ed Zwick en un extracto de sus memorias, Hits, Flops, and Other Illusions: My Fortysomething years in Hollywood (vía Vanity Fair), donde recuerda la tensión y discusiones que vivieron en el rodaje hasta el punto de tener que convencer al actor para que no renunciara.

Y en este punto me pregunto: ¿estaba tan cerrada la visión de Brad Pitt que no supo ver la importancia que tendrían estas películas en su carrera?

El problema de Brad Pitt con Leyendas de pasión

Según cuenta el cineasta, Brad Pitt aceptó el papel del rubio, rebelde e imprevisible Tristán cuando Tom Cruise decidió abandonar el proyecto por diferencias en torno a las motivaciones del personaje. Sin embargo, después de la primera lectura de guion en equipo, el agente de Pitt dijo que quería renunciar.

“Podía ver la creciente incomodidad de Brad a medida que avanzaba”, escribe Zwick sobre el día de la lectura con el elenco, donde también estaba Anthony Hopkins y Julia Ormond. “Horas después, su agente llamó al estudio para decir que Brad quería renunciar. Le tocó a [el productor] Marshall [Herskovitz] convencer a Brad de salir del abismo”. Lo convencieron y el tema no se volvió a mencionar, “pero fue el primer augurio de las emociones profundas que se agitaban en el interior de Brad. Parece tranquilo al principio, pero puede ser volátil cuando se enoja, como me recordaron más de una vez cuando comenzó el rodaje y nos medimos mutuamente”.

Según el director, “la ansiedad de Brad en torno a la película nunca se disipó”, lo que llevó a que vivieran tensiones constantes.

Las tensiones radicaban básicamente era las diferencias emocionales que cada uno quería plasmar en la figura de Tristán. “Brad se ponía nervioso cada vez que estaba a punto de filmar una escena que requería que mostrara una emoción profunda. Fue aquí donde sus ideas sobre Tristán diferían de las mías. Brad había crecido con hombres que controlaban sus emociones; creía que el objetivo de la novela era que la vida de un hombre era la suma de sus dolores. […] Sin embargo, cuanto más presionaba a Brad para que se revelara, más se resistía. Así que seguí presionando y Brad retrocedió”.

Zwick recuerda una pelea donde intentó darle directrices “en voz alta y en frente al equipo” y que Brad le respondió de la misma manera. El director admite que fue una “provocación estúpida y vergonzosa” ya que fácilmente podrían haberse tomado un descanso y resolver las diferencias con tranquilidad y a solas. “Pero me sentía muy desesperado y no estaba dispuesto a ceder”, confiesa. “Estaba enojado con Brad por no confiar en mí para influir en su actuación. También por la desgana que había mostrado tras la primera lectura”. Sin embargo, Brad no se daba por vencido. “En su defensa, lo estaba empujando a hacer algo que sentía que era erróneo para el personaje o más ‘emo’ de lo que quería parecer en pantalla. No sé quién gritó primero, maldijo o lanzó la primera silla. ¿Yo, quizás? Pero cuando observamos a nuestro alrededor, el equipo había desaparecido”. Y no fue la primera ni única ocasión que las cosas se agitaron tanto.

Finalmente lograron terminar la película y, lejos de verter una mala imagen sobre Brad Pitt, el director sentencia que el actor “es una persona franca y directa, divertida y capaz de sentir una gran alegría. Nunca estuvo menos que completamente comprometido a hacer lo mejor que podía”.

La visión cerrada de Brad Pitt

Se puede entender que, como le sucede a muchos actores, Brad Pitt tuviera una visión diferente para el personaje y terminara chocando con su director durante el rodaje. Sin embargo, cuando analizamos los intentos de renuncia a ambas producciones consecutivas, no puedo evitar preguntarme cómo tuvo una visión tan cerrada sobre lo que estas películas significarían para su carrera. Ya sea por haber vivido un rodaje difícil (después de todo, no es el primer actor que tuvo experiencias extremas rodando), como por tener diferencias creativas con el director (le sucede a muchos), estamos hablando de sus primeras películas comerciales, como protagonista y disponibles al gran público que fueron su plataforma de lucimiento hacia el mundo.

Porque no olvidemos que Thelma y Louise lo dio a conocer pero que sus primeros proyectos como actor protagonista fueron fracasos que merece la pena olvidar: la terrible Johnny Suede o Mundo cool, dos producciones vergonzosas que seguramente ni él quiere recordar. Y si bien se entregó de lleno a papeles diferentes, como en Kalifornia o Amor a quemarropa, ninguna lo abrió al mundo como Entrevista con el vampiro y Leyendas de pasión.

Las dos producciones se estrenaron con apenas un mes de diferencia, haciendo que su nombre estuviera en boca de todos mientras provocaba suspiros por todo el planeta. La Pittmanía comenzó en ese momento, a finales de 1994, y no solo fueron sus primeros éxitos de taquilla internacional, recaudando $223 millones y $160 millones respectivamente, sino que cuentan con el aprobado del público a pesar de las criticas mixtas que recibieron. Por ejemplo, Leyendas de pasión tiene un aprobado de audiencia del 87% en Rotten Tomatoes, y Entrevista con el vampiro, 86%.

Todos aquellos que vivimos aquella etapa previa a su salto al thriller con Seven y personajes más desafiantes como El club de la pelea, recordamos el impacto mediático y comercial de estas producciones. Ya sea por la melancolía de Louis que Pitt tanto detestó filmar o por la idealización de la figura rebelde de Tristán en el romance prohibido con su cuñada, no podemos negar que fueron producciones que dejaron huella. Que tuvieron éxito y calaron hondo en el imaginario colectivo del mundo. Y eso raramente lo consigue un actor de la noche a la mañana.

El estrellato estaba servido y pocos meses después la revista Empire lo incluía en su lista de las 25 estrellas de cine más sexis de la historia y People lo catapultaba como ‘el hombre más sexi con vida’. Aunque a él no le causara mucha gracia. “También estuvo infeliz cuando People lo nombró el hombre más sexi del año”, asegura Ed Zwick en sus memorias. Sin embargo, por muy superficial, banal y trivial que sea este título, no deja de ser un rito de paso para los actores emergentes en Hollywood. Ganarlo es sinónimo de haber llegado lejos. De estar en la cima. Y eso lo consiguió con estas dos películas a las que quiso renunciar.

Pero, ¿qué hubiera pasado si las producciones le hubieran concedido que renunciara? Quizás no hubiera entrado en el horizonte de David Fincher con la misma rapidez para rodar Seven, o tal vez no hubiera tenido la plataforma que lo convirtió en una figura codiciada en Hollywood rodando sin parar y estrenando películas cada año en los '90 y 2000s'. No tenemos la bola de cristal pero puedo imaginar que, quizás, su estrellato se hubiera retrasado. Quien sabe cuánto.

Brad Pitt no habrá estado satisfecho con la visión artística de sus personajes, pero que pidiera renunciar a ambas producciones nos permite cuestionar si habrá sido consciente del peso enorme que tendrían en su carrera cuando estaba comenzando a dar sus primeros pasos firmes en Hollywood a los 31 años. En teoría parece que no.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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