La actriz de Harry Potter que venció su peor pesadilla gracias a la saga

Harry Potter nos hizo conocer a Evanna Lynch, la actriz irlandesa que dio vida a Luna Lovegood y que encajó como anillo al dedo con la locura y encanto de este personaje del mundo mágico de J.K. Rowling. Aunque se unió a la franquicia en La orden del fénix, lo cierto es que ya profesaba un amor incondicional hacia las aventuras del joven mago desde que era pequeña, y no solo por la historia de fantasía que proponían estos clásicos del cine y la literatura juvenil, también por la ayuda que le supuso en uno de los momentos más complicados de su vida.

Cuando apenas tenía 11 años, tuvo que ser hospitalizada por un trastorno alimentario. Fue diagnosticada de anorexia nerviosa y estuvo durante dos años moviéndose de clínica en clínica, aunque lo más duro para ella fue la reacción de su entorno familiar, que se sentía culpable por lo que le estaba ocurriendo. Además, tal y como desveló en una entrevista con The Irish Times, los logros académicos de sus hermanos, que por su trastorno no estaba en condiciones de alcanzar, la hicieron sentir minúscula, llevándola a pensar que era la oveja negra de la familia.

“Fue terrible para mi madre”, dijo Lynch al mencionado medio. “Ella se preguntó: ¿qué había salido mal? ¿De dónde viene esto? Pero no fue nada de eso. Fue una lucha por la identidad. Mis hermanos son todos ambiciosos, ¡muy inteligentes! Mi hermana obtuvo 600 puntos en su examen de acceso a la universidad y eso me dejó pensando: ¿qué diablos voy a hacer? No tengo nada especial para dar”.

En dicha intervención, la actriz admitió que conocer Harry Potter, y más en concreto al personaje de Luna Lovegood, le hizo evadirse de la cruda realidad que asolaba sus días. “Todo lo que pensaba era en números. Abría esos libros y era libre. Amaba a Luna porque era diferente. Ella no estaba haciendo una declaración o lo estaba haciendo para ser desafiante. Y no se sentía fuera de lugar porque no se juzgaba a sí misma ni a los demás. La leía y me sentía segura y relajada. No pensé: Oh, ella es como yo. Pensé: quiero ser así”, continuaba.

De hecho, mucho antes de que surgiera la oportunidad de unirse al casting de Harry Potter y la Orden del Fénix, mantuvo correspondencia con J.K. Rowling, con quien creó una amistad que mantiene hasta la actualidad. De hecho, fue Rowling quien le ofreció por primera vez entrar a formar parte de las adaptaciones de Harry Potter como extra y le pasó el contacto del agente de casting, aunque el interés de Lynch por interpretar a Luna Lovegood le hizo rechazar la oferta y presentarse a las audiciones abiertas para el personaje.

Lo curioso es que la escritora nunca llegó a mediar para que Lynch obtuviera el papel, sino que se enteró cuando le pasaron la lista con los nuevos fichajes de la franquicia. “La productora me dijo que ella [Rowling] vio mi nombre en la lista de personas que habían sido elegidas y fue a verificar que era la misma dirección a la que ella había estado escribiendo. No le había dicho porque todo sucedió muy rápido”, explicaba la actriz sobre su fichaje en La orden del fénix.

Es decir, que pese a las dificultades de salud que vivió en su infancia y el sentirse minúscula en su ambiente familiar, Harry Potter le dio alas para soñar y llegar a lo más alto con sus propios medios, pasión y talento. Y el asunto no quedó ahí, porque Evanna Lynch quiso usar su experiencia para ayudar a personas que pasan por una situación similar.

Por ello, publicó un libro de memorias titulado Lo opuesto a la caza de mariposas con el que buscó contribuir a la conversación sobre la salud física y mental, tratar de comprender mejor los procesos por los que pasó y darse a conocer mejor al público. Y es que cree que el personaje de Luna Lovegood le ha creado la imagen de persona dulce y encantadora que no se asemeja a la realidad, puesto que estos adjetivos poco tienen que ver con las experiencias que ha pasado a lo largo de su vida.

"Quiero ser honesta, ¿sabes?" explicaba en una entrevista promocional del libro para E! Online. “No quiero simplemente decir: 'Todo está bien ahora, más feliz, he solucionado todos estos problemas extraños'. Entonces, tuve que encontrar una manera de poder ser honesta acerca de dónde estoy, pero ser positiva y dejar a las personas con un sentimiento cálido e inspirado".

"Tengo la sensación de que nadie sabe realmente quién soy", continuaba. "La gente piensa, 'Oh, eres una persona dulce, etérea, como un hada'. Y esa es una percepción encantadora, pero no es realmente real. No lo es. Entonces, es casi como si no hubiera podido tener conexiones verdaderas con las personas, incluso con las personas que me siguen en línea. Ahora, quien soy en la vida real aparece en la página, eso es lo que quiero. Quiero ser honesta con la gente", matizaba Lynch.

Es cierto que tras Harry Potter su carrera como actriz no ha generado mucha repercusión, aunque ha continuado actuando en cintas independientes irlandesas como My Name Is Emily, comedias como Madness in the Method o participado en talent shows como Dancing with the Stars. En la actualidad, y posiblemente motivada por sus experiencias vitales, está volcada en labores de activismo. Contribuyó como embajadora a la asociación benéfica Lumos de J.K. Rowling, trabajó con la Sociedad de Esclerosis Múltiple de Irlanda y creó los podcasts ChickPeeps y Just Beings para fomentar el consumo de comida vegana y hablar sobre la psicología que impulsa comportamientos tóxicos en el ser humano.

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