Winona Ryder recordó algunos episodios de acoso que vivió en su juventud: “Fueron increíblemente inapropiados”
Winona Ryder es una de las actrices más importantes de su generación. La protagonista de El joven manos de tijera, comenzó a trabajar en la industria siendo una preadolescente, y pronto desarrolló una importante carrera cinematográfica. En una reciente entrevista, ella habló sobre algunos episodios que vivió en su juventud, en los que soportó el acoso de otros hombres vinculados al cine.
En diálogo con la publicación Esquire, Winona expresó que se sintió marginada de la industria durante el último tramo de los años noventa, y los primeros dos mil, y que eso tuvo que ver, entre otras razones, con una reunión que mantuvo con Harvey Weinstein, por ese entonces responsable de la productora Miramax. Y sobre eso, la actriz contó: “La vez en la que se supone que iba a tener una entrevista con él, fui hasta las oficinas de Miramax, entonces le extendí mi mano, él la estrechó, me senté en un sillón, conversamos y luego me fui. Pero después de eso, un agente me llama a los gritos y me pregunta qué diablo le había hecho. Yo no entendía nada, ¿puede que lo haya ofendido al solo darle la mano, supongo?”.
La actriz de Mujercitas considera que ella nunca le cayó bien al productor. Weinstein, que se encuentra preso por agresión sexual, no abusó de Ryder, aunque ella sí recordó algunos momentos de acoso que vivió durante su juventud, y en referencia a ese tema aseguró: “Tuve un par de experiencias difíciles con algunas personas que de manera alevosa me acosaron sexualmente”. Y sobre ese tema, Winona apuntó: “No fueron casos de abuso, pero sí fueron increíblemente inapropiados. Era algo salvaje. Realmente puedo entenderlas (haciendo referencia a las víctimas de Harvey Weinstein). Yo tuve suerte porque era conocida, así que no me sucedió tanto como quizás me hubiera pasado si hubiera estado en una situación desfavorable”.
Por último, Ryder concluyó sobre esa época y esos momentos en los que sufrió de comportamientos inapropiados: “Recuerdo sentir esto, que yo estaba negociando, y estar pensando en qué podía llegar a suceder si decía algo. Y que vos estás tratando de salir adelante mientras la otra persona se comporta de un modo extremadamente perturbador”.
Dos relaciones “desastrosas”
Unas semanas atrás, Winona Ryder estaba instalada en Atlanta, donde pasa sus días en el set de rodaje de Stranger Things, la exitosa serie de terror que la tiene en su elenco y que pronto llega a su final. Allí estaba junto a su novio, Scott Mackinlay Hahn, el hombre que la enamoró en 2011 y que sigue, incondicional, a su lado. Por estos días, la actriz se encuentra en el Festival de cine de Venecia, presentando el regreso a la gran pantalla de Lydia Deetz, su personaje en Beetlejuice, el film de Tim Burton de 1988 que marcó a toda una generación y que volvió en forma de secuela.
Luego de explicar que Lydia, como ella, ahora es una mujer de mediana edad, la actriz volvió a su versión joven: habló de sus malas experiencias amorosas y lamentó no haber podido hacer uso de Internet para saber un poco más acerca de sus pretendientes. “Cuando tenía 30 años tuve dos relaciones desastrosas que no estaban mal, pero eso fue antes de que se te ocurriera buscar a alguien en Google”, explicó en una extensa entrevista que le brindó a la revista Harper´s Bazaar. “Cuando miro hacia atrás, me pregunto: ‘¿En qué diablos estaba pensando?’ Estaba saliendo con el tipo de persona que recién después de unas semanas te dice que está en una relación con otra persona. Y vos solo pensás: ‘¿Qué demonios?’” Aunque en ningún momento la estrella de Hollywood le puso nombre y apellido a los traidores.
La primera década de 2000 fueron los años más difíciles para la artista. Luego de un ascenso meteórico, se convirtió en una de las promesas de la industria: protagonizó varios éxitos de taquilla y se puso a las órdenes de directores de la talla de Tim Burton, Martin Scorsese y Francis Ford Coppola. Pero algo no andaba bien: luego de ser arrestada en 2001 por robar en un local de ropa, desapareció por un tiempo. Su regreso finalmente sucedió de la mano de Darren Aronofsky en El cisne negro en 2010, y su nombre volvió al centro de la escena.