¿Refresco o jugo de naranja, qué daña más los dientes? La respuesta te sorprenderá
Partiendo de la base de que provienen de frutas, es fácil creer que cuando cambiamos refrescos por jugos nos estamos ayudando. Podríamos jurar que estamos tomando la opción correcta para nuestra salud en general e incluso para nuestros dientes.
Si bien es cierto que las frutas nos proporcionan nutrientes esenciales, también se ha insistido en que lo mejor es tomarlas enteras y no en jugo. Es posible que creamos que es un consejo pertinente solo para quienes quieren perder peso, porque en un vaso de jugo hay más de una porción de fruta, pero lo cierto es que todos debemos tomarlo muy en serio y romper paradigmas anticuados de nutrición como el que dicta que hay que tomar jugo de naranja a diario, porque lo cierto es que puede ser dañino para la salud bucal.
¿Pero cuál es el problema realmente? Ya se ha comprobado que los refrescos son sumamente dañinos para la dentadura, pero dos de sus ingredientes están presentes en el jugo de naranja, que pensando que es más saludable, lo tomamos a diario: el azúcar y los ácidos.
Un experimento común para explicar a los niños el efecto de estas sustancias en nuestros dientes es el del huevo que se sumerge en distintos líquidos. Es absolutamente sorprendente descubrir que las acciones dañinas de los refrescos se equiparan con las del jugo de naranja, el cual también afecta los dientes, haciéndolos más propensos a daños como manchas, a la aparición de caries, una de las afecciones dentales más comunes en niños y adultos, e incluso pueden empeorar otras enfermedades bucales.
Por qué ocurre
Es necesario comprender qué ocurre con los jugos y otros alimentos y cómo estos pueden perjudicar los dientes, para poder asumir con propiedad acciones que prevengan el daño bucal.
La odontóloga, conferencista internacional y empresaria, Alejandra Martinez, explica que así como los refrescos, los jugos de frutas, sean industriales o no, tienen una gran carga de azúcar, y esta es uno de los factores que participan en la formación de las caries.
“La caries dental es una enfermedad multifactorial que depende de los residuos alimenticios y en su gran mayoría del azúcar que contienen todos los alimentos. Cuando esa azúcar no se retira de la boca, se forma una capa, que llamamos biofilm, que se empieza a acidificar y rompe los cristales del esmalte”, dice la experta y alerta a los consumidores a no confiar en que, aunque los envases señalen que no contienen azúcar o son naturales, son menos dañinos.
Con ella coincide la odontóloga Magaly Martínez, quien especifica que tanto refrescos, como jugos, a pesar de ser tan comunes de la dieta diaria, causan un impacto perjudicial en la salud dental, pues además del azúcar, contienen ácidos que sí son muy dañinos para el esmalte dental. Incluso las opciones que se consideran más saludables, como el té industrial, pueden también ser perjudiciales la dentadura.
Es importante tener claro que aunque el azúcar provenga de la fruta no es menos dañina para los dientes, y si sumamos el factor del ácido cítrico, el cuadro empeora. “Imaginemos todos esos residuos a lo largo del día, aplastados en la superficie dental que la saliva no alcanza a limpiar. Se empieza a acidificar y se empieza a formar la mancha blanca, que es el inicio de la caries”, dice la doctora Alejandra Martínez, quien además es co-fundadora de la organización Mujeres Odontopediatras Mexicanas (MOM).
No es un problema exclusivo de los niños
Podríamos pensar que la caries afecta solamente a los infantes, pero lo cierto es que, según Delta Dental de California, Estados Unidos, más del 90% de las personas mayores de 40 años de edad ha tenido caries en sus dientes permanentes. “Lamentablemente, el riesgo de caries siempre está presente. Los cambios relacionados con el envejecimiento implican que incluso los adultos pueden tener caries”.
Esto quiere decir que las encías retraídas, sean por una enfermedad, o por un mal cepillado; o los empastes deteriorados nos hacen propensos a sufrirlas. Y hay más. Aún si no hemos tenido caries, pero presentamos dolencias como la gingivitis o la periodontitis, también puede afectarnos el consumo de jugo de naranja.
Y es que no se trata solamente de la gran carga de azúcar que contiene, como los demás jugos y el refresco, sino que de los ácidos. Esta combinación es sumamente perjudicial y promueve la aparición de placa bacteriana y la inflamación.
Laurence Walsh, de la Facultad de Odontología de la Universidad de Queensland, en entrevista con ABC, dice que los ácidos de jugos y refrescos pueden afectar las estructuras duras de los dientes exponiendo las partes internas, lo cual no solo aumenta el riesgo de sufrir de caries, sino que genera sensibilidad, la cual se produce porque las terminaciones nerviosas ya no tienen la protección proporcionada por el esmalte.
Y es que el ácido cítrico, presente en el jugo de naranja, de limón, de tomate y de otras frutas cítricas, es uno de los causantes de que también se afecte la dentina, y los iones de calcio que contiene la saliva, con lo cual no podría reparar los dientes cuando pierden los minerales del esmalte dental. Los refrescos, además de cítrico, pueden contener ácido tartárico y fosfórico que tampoco ayudan.
Qué hacer
Para la odontopediatra Alejandra Martínez, la mejor manera de prevenir el daño dental, es evitar el consumo de jugos en general, y que tampoco no los ofrezcamos a los niños. Además, recomienda enseñar y practicar hábitos de cuidado dental como son el uso de una pasta dental fluorada, el cepillado tres veces al día, el uso del hilo dental, así como también del enjuague bucal.
La odontólogo Magaly Martínez aporta que es importante incrementar el consumo de agua para neutralizar los ácidos y azúcares, así como también el cepillado de la lengua, que también suma a la higiene bucal; e incluso recomienda los cepillos dentales de bambú, que no solo son biodegradables, sino también son eficaces en la absorción de bacterias y toxinas, y en la prevención de manchas al tener cerdas infusionadas con carbón activado, que son delicadas con las encías pero útiles en la eliminación de placa.
Laurence Walsh aconseja enjuagar la boca con agua del grifo al terminar de consumir estas bebidas, también sugiere usar un pitillo, popote o pajilla, pues esto reduce el impacto de los líquidos contra los dientes, y alerta sobre la costumbre de tomar el agua tibia con limón en las mañanas, pues aunque se le adjudican beneficios, el ácido cítrico hace aún más daño a la dentadura cuando está caliente.
Por último, hay que decir que no importa si tenemos al mejor especialista del mundo, si se siguen todos los buenos hábitos posibles, si no se limita la ingesta de azúcares y ácidos como los contenidos tanto en jugos como en refrescos, seguiremos padeciendo enfermedades bucales o nos haremos propensos a ellas.
Este artículo tiene como finalidad ofrecer información general y educativa sobre temas relacionados con la salud y el bienestar. Sin embargo, esta información no debe ser considerada como un reemplazo del consejo de su doctor ni debe ser utilizada para realizar tratamientos sin supervisión médica. Yahoo no se hace responsable de ningún diagnóstico hecho por un usuario basándose en este contenido. Si usted está preocupado por su salud, siempre consulte a su médico de cabecera u otro profesional calificado de la salud antes de tomar cualquier acción.
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