La insólita leyenda que persigue a 'El mago de Oz': ¿en realidad mostró un suicidio?

Hoy en día todavía hay quienes creen que la película incluye un trágico suceso captado por las cámaras por accidente. Esta es la verdadera historia

'El mago de Oz' (1939) alberga una leyenda urbana insólita. (Foto de Universal History Archive/Universal Images Group via Getty Images)
'El mago de Oz' (1939) alberga una leyenda urbana insólita. (Foto de Universal History Archive/Universal Images Group via Getty Images)

Las leyendas urbanas son una de las facetas más curiosas que conforman el legado de Hollywood. Son muchos los ejemplos que podemos recordar de rodajes aparentemente malditos o sets poseídos por fantasmas, sucesos extraños y decenas de mitos que han alimentado el imaginario de la historia del cine. Y hoy les voy a hablar de uno de ellos. Un momento que tiñó de gris a El mago de Oz. Una leyenda urbana en toda regla que asegura que el clásico de Judy Garland muestra un suicidio real en una de sus escenas.

¿Es verdad? Mejor sigue leyendo…

El mago de Oz es un clásico en toda regla. Una de las películas de fantasía más influyentes de la historia que el próximo 25 de agosto cumplirá 85 años desde su estreno en 1939. Un aniversario redondo que simboliza la huella que dejó en el imaginario colectivo con la ternura de Judy Garland, los emblemáticos zapatos rojos y sus adorables compañeros de aventuras.

Lo cierto es que esta película dirigida por Victor Fleming guarda muchas leyendas. Por ejemplo, que Buddy Ebsen tuvo que dejar su puesto como el Hombre de Hojalata tras sufrir envenenamiento por culpa del maquillaje hecho con polvo de aluminio nueve días después de comenzar el rodaje: es verdad, fue reemplazado por Jack Haley, a quien pintaron con una pasta diferente del maquillaje. O que casi eliminan la escena de Judy Garland cantando ‘Over the Rainbow’ (Columbia News). Durante una proyección anticipada, los ejecutivos de MGM habían eliminado la inolvidable canción del metraje porque creían que ralentizaba la película. El productor Arthur Freed le suplicó al jefe de MGM, Louis B. Mayer, que reconsiderara o dejaba el proyecto. Lo consiguió y la canción terminó ganando el Óscar.

Pero hoy en día todavía hay quienes creen que la película incluye un suicidio captado por las cámaras por accidente.

La imagen es fácil de ver. En las primeras versiones de la cinta se podía detectar una sombra negra con forma humana colgando de un árbol cuando Dorothy, el Espantapájaros (Ray Bolger), el León Cobarde (Bert Lahr) y el Hombre de Hojalata (Haley) van dando saltos y cantando “We’re off to see the wizard” cuando se encaminan a Ciudad Esmeralda. El rumor corrió como la pólvora y durante mucho tiempo se creyó que se trataba de uno de los “munchkin” de Pequeñilandia (el lugar donde despierta Dorothy tras el tornado).

¿Lo ven aquí en el vídeo? No hace falta utilizar mucho la imaginación para creernos la leyenda.

Es más, la leyenda creció tanto que el rumor decía que el actor con enanismo se había quitado la vida por culpa de un amor perdido. Y es que los actores que interpretaron a los “munchkin” fueron víctimas de todo tipo de rumores que los tiñeron de mala reputación (Time). Por ejemplo, según Little White Lies, Judy Garland dijo que eran borrachos y que la habían acosado, el productor Mervyn LeRoy dijo que tuvieron que llamar a la policía al hotel donde se hospedaban y el maquillador Jack Dawn sentenció que uno de los actores con enanismo se cayó dentro de un retrete cuando estaba alcoholizado.

Sin embargo, pocos saben que la mayoría de intérpretes contratados para dar vida a los “munchkin” habían huido de la persecución nazi y sobrevivido a la Gran Depresión. El último superviviente de este grupo murió en mayo de 2018 a los 97 años. Se llamaba Jerry Maren y en ocasiones explicó que la mala reputación había sido exagerada, relacionando el comportamiento general con el entusiasmo que sentían ya que muchos de ellos jamás habían conocido otra persona con la misma condición.

Dicho esto, cabe destacar que la leyenda urbana también tuvo más ramas e incluso hay quien llegó a decir que el cuerpo era de un escenógrafo que se colgó por accidente.

Es verdad que la imagen parece estar clara. Pero si tenemos en cuenta que en los rodajes suele haber decenas, sino cientos, de personas observando y cuidando cada toma (incluso en 1939, y más en un rodaje de estudio como este), es imposible creer que un suicidio así podría haber sucedido y los actores siguieran dando saltos como si nada.

Entonces, ¿qué es? Primero que nada debemos tener en cuenta un dato especial que los amantes de leyendas de la época no se percataron. Y es que esos árboles que aparecen en el fondo son de utilería. Suelen estar hechos de madera, poliestireno u otros materiales livianos fáciles de pintar, levantar y trasladar. Por lo tanto sería imposible que soportara el peso de un cuerpo.

Pero hay más. Existe una explicación. Según el sitio web de verificación de hechos Snopes.com, la versión oficial del estudio es que se trata de una de las aves exóticas que habían tomado prestadas del zoológico de Los Ángeles para crear la ilusión de un entorno salvaje. Incluso podemos ver estas aves, como pavos reales, en otras tomas de la película. Al parecer lo que vemos es una grulla que, al ver a los actores acercándose a lo lejos, habría abierto las alas en modo de defensa creando la sombra que se ve en la imagen.

Así que ya lo saben. Toda una leyenda urbana con una explicación coherente. Y es que si lo pensamos en serio, ¿habría sido Louis B. Meyer y los ejecutivos de MGM capaces de estrenar una película de $3 millones de presupuesto ($55 millones de ahora), con la estrella juvenil que terminaría convirtiéndose en “tesoro nacional”, con potencial de clásico que pretendía superar el éxito de Blancanieves y los siete enanitos con el suicidio de un actor con enanismo en una de sus escenas musicales felices? Lo dudo.

Sin embargo, lo impresionante del asunto es que una simple búsqueda en redes nos devuelve muchos artículos, foros y hasta vídeos que todavía siguen cuestionando el rumor. Esto se debe a que el estudio lanzó diferentes versiones de la película, retocando dicha escena y creando más dudas. Cuando El mago de Oz cumplió 50 años lanzaron una edición retocada que cambiaba el ave de lugar dando lugar a más confusión. Debido a la calidad de las imágenes y a la oportunidad que brindaba la llegada del VHS de rebobinar y pausar, el rumor comenzó a tomar fuerza en 1989 con la edición especial por el 50 aniversario de la película.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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