7 estrategias que te ayudan a combatir el autoboicot
Hay personas que, a veces, de forma consciente o inconsciente, actúan en contra de sus propios intereses, objetivos o deseos. Se enfrentan a lo que los expertos califican como autoboicot, un tema complejo y frecuente en nuestra sociedad. “Es una trampa mental que muchas personas experimentan sin ni siquiera darse cuenta. En esencia, el autoboicot ocurre cuando alguien, consciente o inconscientemente, sabotea sus propios esfuerzos, metas o relaciones. Este fenómeno puede manifestarse de muchas formas, desde procrastinar o evitar tomar decisiones importantes, hasta subestimar las propias capacidades o insistir en patrones destructivos”, nos cuenta Pilar Guerra Escudero, psicóloga clínica y coach ejecutivo. La propia experta se plantea las que son las dos preguntas clave al respecto: ¿Por qué hacemos esto? Y más importante, ¿qué podemos hacer para superarlo?
¿Por qué nos autoboicoteamos?
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que el autoboicot es un comportamiento que va en contra de nuestros propios intereses o deseos. “Suele estar relacionado con creencias internas negativas, inseguridades o miedos. A menudo, estas creencias tienen su origen en experiencias pasadas, como críticas recurrentes durante la infancia, expectativas imposibles o un ambiente en el que el error era castigado duramente. Estas vivencias generan un ‘diálogo interno’ que puede ser severo o limitante, minando la confianza personal y fomentando una especie de autosabotaje crónico”, nos explica Pilar Guerra.
Tal y como nos explica, las razones para caer en el autoboicot varían, pero pueden incluir:
Miedo al fracaso, que implica evitar intentarlo por temor a no cumplir con las expectativas.
Miedo al éxito, asociado a la creencia de que no se es digno de los logros o que estos traerán consigo nuevas exigencias o críticas.
Perfeccionismo, que consiste en fijar metas inalcanzables y luego castigarse por no alcanzarlas.
La zona de confort, donde a veces incluso el malestar conocido es preferible a la incertidumbre del cambio.
“El autoboicot no sólo afecta nuestras metas profesionales o académicas, sino también nuestras relaciones, nuestra salud mental y nuestra capacidad para disfrutar de la vida. Por eso, identificarlo y abordarlo es muy importante”, añade.
El autoboicot es un comportamiento que va en contra de nuestros propios intereses o deseos
¿Cómo nos afecta el autoboicot?
Tenemos que tener muy en cuenta que las consecuencias del autoboicot son profundas y diversas. “A menudo, puede llevar a procrastinación crónica, que implica postergar tareas importantes como una forma de evitar el miedo al fracaso o al juicio. También puede afectar a la autoestima, ya que cada vez que saboteamos nuestros propios esfuerzos reforzamos la idea de que no somos capaces o merecedores”, nos explica la psicóloga.
Y es que no podemos perder de vista que al autoboicotearnos, podemos generar relaciones tensas, debido al miedo a ser vulnerable o el sabotaje inconsciente de relaciones saludables, lo que puede derivar en aislamiento o conflictos.
Por último, todo esto puede llevar a un estancamiento personal, ya que la falta de acción o la repetición de patrones negativos limitan el crecimiento y el desarrollo personal.
A menudo, puede llevar a procrastinación crónica, que implica postergar tareas importantes como una forma de evitar el miedo al fracaso o al juicio
¿Cómo combatir el autoboicot?
Una vez que tenemos todo esto claro, debemos plantearnos cómo podemos afrontar estas situaciones de autoboicot. Y lo primero que tenemos que tener en cuenta es que que combatir el autoboicot requiere de un trabajo consciente y constante. “Existen numerosas estrategias y herramientas para superarlo. Aunque no siempre es un proceso sencillo, es posible romper con estos patrones y construir una relación más saludable con uno mismo”, nos dice. Y nos resume algunos recursos para conseguirlo:
1. Identificar patrones y desencadenantes
El primer paso es reconocer cómo y cuándo ocurre el autoboicot. Llevar un diario puede ser una herramienta útil para identificar patrones, como pensamientos negativos recurrentes, situaciones que generan inseguridad o momentos en los que se tiende a procrastinar.
2. Practicar la autocompasión
La autocompasión implica tratarse con amabilidad, especialmente en momentos de error o dificultad. Esto no significa justificar la inacción, sino reconocer que el crecimiento personal es un proceso que incluye fallos. Es importante cuestionar nuestras creencias limitantes, es decir, tratar de reemplazar pensamientos negativos por afirmaciones positivas y realistas.
3. Establecer metas realistas y alcanzables
Dividir los objetivos grandes en pequeños pasos concretos ayuda a reducir el miedo al fracaso y genera un sentido de logro progresivo. Además, celebrar cada logro, por pequeño que sea, refuerza la motivación.
4. Aprender a tolerar la incomodidad
El cambio implica salir de nuestra zona de confort, y esto puede generar cierta incomodidad. Aprender a tolerar estas sensaciones es fundamental para superar el autoboicot.
5. 'Mindfulness' y meditación
Estas prácticas ayudan a desarrollar una mayor conciencia de los pensamientos y emociones, permitiendo reconocer el autoboicot antes de que tome el control. La meditación guiada, aplicaciones como Headspace o libros como El milagro del mindfulness de Thich Nhat Hanh son excelentes puntos de partida.
6. Rodearse de personas que impulsen
El entorno influye enormemente en nuestro bienestar. Buscar personas que apoyen, motiven y desafíen gentilmente las creencias autolimitantes es clave para romper el ciclo del autoboicot.
7. Buscar apoyo profesional
Un psicólogo puede ser un buen aliado. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es especialmente efectiva para combatir el autoboicot. Consiste en identificar pensamientos automáticos y negativos y reemplazarlos por otros más realistas y positivos. Por ejemplo, cambiar "No soy lo suficientemente bueno" por "Estoy aprendiendo y cada pequeño paso cuenta".
A través de la terapia, es posible explorar las raíces del autoboicot, entender cómo se ha desarrollado y trabajar para desmantelar los patrones destructivos.
Al autoboicotearnos, podemos generar relaciones tensas
“En definitiva, el autoboicot es un patrón de comportamiento aprendido que puede ser modificado. No es un proceso inmediato, pero con paciencia, perseverancia, las herramientas adecuadas y el apoyo necesario, es posible superarlo. Se trata de aprender a reconocer nuestras propias trampas, desmontarlas y avanzar con confianza hacia una vida más plena y significativa. La clave está en recordar que todos somos merecedores de éxito, felicidad y crecimiento, y que el primer paso para lograrlo es empezar a creerlo”, detalla.