Anthony Hopkins y el consejo que lo ayudó a sobrevivir en Hollywood

Las sabias palabras de Katharine Hepburn lo ayudaron en sus inicios para llegar lejos en la industria del cine

Unas sabias palabras de Katharine Hepburn ayudaron a Anthony Hopkins a llegar lejos en el mundo del cine. (Foto de Patrick T. Fallon/AFP via Getty Images)
Unas sabias palabras de Katharine Hepburn ayudaron a Anthony Hopkins a llegar lejos en el mundo del cine. (Foto de Patrick T. Fallon/AFP via Getty Images)

Anthony Hopkins detesta Hollywood. Lo dijo en varias entrevistas a lo largo de su carrera, dejando claro que no comulga con la adulación e interés que acarrea la fama cinematográfica. Sin embargo, si consiguió llegar lejos en el negocio, sobreviviendo en una industria que no le convence hasta convertirse en una de las leyendas vivientes más populares del séptimo arte, fue gracias a un consejo que recibió en los inicios de su carrera.

El actor de 86 años comenzó su trayectoria artística en 1960. Se había graduado en arte dramático tres años antes pero el servicio militar británico -cuando todavía era obligatorio- frenó sus aspiraciones profesionales, sirviendo a su país en el regimiento de artillería entre 1958 y 1960. No obstante, Anthony Hopkins tenía muy clara su vocación y al completar el servicio se mudó a Londres para seguir formándose como actor.

Tuvo la suerte de tener al legendario Laurence Olivier como mentor, quien lo eligió personalmente como su suplente en una obra de 1965. Poco a poco, Hopkins iba dando sus primeros compases en el teatro y la televisión hasta que en 1968 dio el salto hacia la notoriedad irreversible de la mano de un clásico con El león en invierno. Interpretaba a Ricardo Corazón de León mientras una leyenda como Katharine Hepburn daba vida a su madre.

Fue en aquel rodaje que, sin saberlo, Katherine Hepburn le puso el bandeja las palabras necesarias que lo llevaron lejos en la industria.

Anthony Hopkins, Katharine Hepburn, Nigel Terry John y John Castle en 'El león en invierno' de 1968. (Foto de John Springer Collection/CORBIS/Corbis via Getty Images)
Anthony Hopkins, Katharine Hepburn, Nigel Terry John y John Castle en 'El león en invierno' de 1968. (Foto de John Springer Collection/CORBIS/Corbis via Getty Images)

“Cuando era joven, era ambicioso, arrogante”, dijo el actor de El silencio de los inocentes en una entrevista reciente concedida a The Times. “Luego llegas a un punto en el que piensas: 'Cálmate'. No es importante’. Katharine Hepburn me lo dijo. Ella dijo: 'Recuerda, son solo palomitas (de maíz)’”.

Con sus palabras, la actriz -recordada por el Instituto de Cine Americano como “la mayor estrella femenina de la historia de Hollywood”- ayudó a poner los pies de aquel joven Anthony Hopkins en la tierra, recordándole que su profesión era un trabajo y que la grandiosidad que les rodea es un espejismo irrelevante. Y gracias a aquel consejo aprendió a cambiar su visión en torno a su trabajo.

“Intento no tomarme en serio la actuación. Es un trabajo que hago. No puedo ponerme intenso, pero trabajo duro”, dijo en la mencionada entrevista. “Ni siquiera puedo decir 'difícil'. Pero trabajo a fondo para hacerlo bien. No estoy descartando las películas; Dios sabe que no puedo, me han dado una vida, pero disfruto del cine porque es fácil”.

De esta manera, Hopkins ha transitado el camino hollywoodense dándole importancia a la faceta que realmente importa: la preparación y actuación desde su propia entrega e intuición, eliminando la arrogancia y el ego de la ecuación hasta conseguir que el proceso le resulte "fácil". Y todo gracias a este consejo sencillo pero cargado de munición terrenal.

A pesar de su victoria con dos Oscar (y otras cuatro nominaciones), cuatro premios BAFTA y dos Emmy, el actor de Hitchcock nunca estuvo a favor de Hollywood, llamando “Insidioso”, “venenoso” y “tóxico”.

Anthony Hopkins ganó dos premios Oscar a lo largo de su carrera: en 1992 por 'El silencio de los inocentes' y en 2021 por 'El padre'. (Foto de John Barr/Liaison)
Anthony Hopkins ganó dos premios Oscar a lo largo de su carrera: en 1992 por 'El silencio de los inocentes' y en 2021 por 'El padre'. (Foto de John Barr/Liaison)

“¡Mira Hollywood! Qué insidioso es”, dijo a Radio Times en 2018, vía The Independent. “Mira cómo la gente se siente con derecho a esto, aquello y lo otro, y sólo puede estar rodeada de gente que dice ‘Sí’. Es una atmósfera tóxica y venenosa y no quiero estar rodeado de gente así. El 'luvvie' (un término que define al actor/actriz que muestra afecto superficial) y los besos en las mejillas, no lo soporto. Hay tanta hipocresía… y no saben nada”.

Años antes, en 2011, puso un ejemplo durante una entrevista con The Telegraph al contar que solía tener un abogado en Hollywood con el que solo se había reunido dos veces. Sin embargo, tras el éxito de El silencio de los inocentes, el profesional lo llamó enseguida diciéndole: “Hola Tony, ¿Cuándo vamos a verte? Te extrañamos”. Una referencia interesada que al actor no le hizo gracia.

De esta manera, aunque cuente con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y haya participado en blockbusteres como las películas de Thor para el Universo Cinematográfico de Marvel o en Transfomers: el último caballero, Anthony Hopkins tiene claro que su pasión artística no se encuentra en la adulación y el interés hollywoodense, sino en el trabajo en sí mismo. Y después de más de seis décadas dedicándose a su pasión, todavía se asombra de todo lo que experimentó en el camino.

“Cómo sucedió, no lo sé. Ni idea”, dijo a The Times sobre su éxito. “Nada de esto tiene sentido para mí y, por lo tanto, no puedo atribuirme el mérito de nada. ¿Cuál fue el poder en mí que me empujó a este negocio? No lo sé, pero hubo una voz que dijo: 'Está bien, abróchate el cinturón de seguridad'. Y he tenido una vida de lo más fenomenal”.

Todo esto explica que promocione sus películas de manera limitada pero, en cambio, se haya convertido en el abuelo más entrañable de las redes con perfiles en X (antes Twitter), Instagram y TikTok donde entretiene a sus seguidores tocando el piano, bailando, divirtiéndose sin miedo al ridículo, disfrutando de la vida o dando consejos trascendentales.

Por ejemplo, como hizo a la hora de desear al mundo un feliz año en diciembre de 2023. “¡Hola, feliz año nuevo a todos! Todos ustedes, juerguistas y bebedores, que se divierten. ¡Maravilloso!' Pero si tienen resaca acuérdense de mí”, decía riendo. “Ya no las tengo porque hace 48 años lo dejé. Busqué ayuda y mi vida cambió. No envidio que se diviertan”, añadió para entonces alentar a las personas que luchan contra la adicción al alcohol a buscar ayuda.

“Pero si necesitas ayuda, hay un momento. La vida está en sesión. A por ello”, sentenciaba.

En resumen, Anthony Hopkins ha transitado por Hollywood como un ermitaño al que no le interesa seguir el juego del negocio, asistido por un consejo de Katharine Hepburn que validó sus sensaciones en el momento justo.

El actor regresa próximamente a los cines a sus 86 años con su nueva película, La última sesión de Freud.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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