Asado. Ahumado. Frito. A la plancha. ¿Cuál es la forma mejor y más saludable de cocinar el pavo del Día de Acción de Gracias?
Con el Día de Acción de Gracias a la vuelta de la esquina, no hay mejor momento para hablar del pavo. Desde asar hasta freír, cada familia tiene su propia forma de preparar el ave para el Día de Acción de Gracias, aunque algunos métodos de cocción son más saludables que otros.
El asado es la forma más habitual de cocinar el pavo, aunque freírlo y ahumarlo también se han vuelto opciones populares en los últimos años. El espacio del horno es precioso el Día de Acción de Gracias, por lo que una ventaja de freír o ahumar pavo es que tendrás más sitio en el horno para preparar las guarniciones, que también son importantes.
Aunque menos comunes, deshuesar (quitar la espina dorsal del pavo) y prepararlo a la parrilla también son otras opciones, sobre todo si se trata de un ave más pequeña.
No es un secreto para nadie que untar mantequilla y azúcar morena en el pavo no es precisamente la opción más saludable, pero existen algunos trucos sencillos que pueden hacer que tu receta sea menos calórica sin comprometer su sabor. Estos son los pros y los contras de los métodos de cocción del pavo, además de consejos para lograr que tu plato principal sea un poco más saludable.
Asar
Pros: el asado, que requiere poca grasa adicional, puede ser una de las formas más magras de preparar esta ave. El asado a baja temperatura también puede reducir la formación de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y aminas heterocíclicas (HCA) durante la cocción, algunos de los cuales son cancerígenos.
Contras: el asado es un método de calor seco, por lo que si no tienes cuidado, el pavo puede quedar más duro. Este método también ocupa mucho espacio en el horno, consume bastante tiempo y requiere un rociado frecuente. Si utilizas mantequilla, aumentarás significativamente el contenido de grasas saturadas del pavo. Y un consumo excesivo de grasas saturadas se ha relacionado con niveles más altos de colesterol LDL (malo), un factor de riesgo para las enfermedades cardíacas.
Ahumar
Pros: con el ahumado tendrás un pavo sabroso y jugoso, aunque no a todos les gustan los sabores ahumados. Al igual que el asado, el ahumado es un método que usa un calor seco y requiere poca grasa adicional.
La temperatura de cocción es generalmente más baja que otros métodos, como freír e incluso asar, lo que contribuye a reducir la acumulación de HAP y HCA cancerígenos. Sin embargo, dependerá del método que uses para ahumar. Por otra parte, si usas un ahumador, podrás liberar espacio en el horno.
Contras: ahumar un pavo suele llevar más tiempo que asarlo o freírlo. Es probable que también necesites virutas para ahumar y conferirle ese sabor característico, otra cosa que tendrás que agregar a tu interminable lista de la compra. Ahumar también puede quemar los extremos, los cuales contienen una gran cantidad de HAP y HCA.
Freír
Ventajas: freír el pavo es mucho más rápido que otros métodos y tendrás como resultado un ave jugosa con la piel crujiente. También ahorrarás espacio en el horno, aunque tiene sus inconvenientes.
Contras: no debe sorprenderte que freír aumente el contenido de grasa y calorías del pavo. También es uno de los peores métodos de cocción por la formación de HAP y HCA debido a las altas temperaturas que se alcanzan durante el proceso. Además, los departamentos de bomberos desaconsejan freír el pavo debido al riesgo de incendios y quemaduras que conlleva este método.
A la parrilla
Pros: preparar el pavo a la parrilla ahorra espacio en el horno y puede ser más rápido que ahumarlo o asarlo si lo deshuesas.
Contras: al igual que freír, asar a la parrilla es un método que demanda altas temperaturas, lo que conduce a una mayor acumulación de HCA y PAH que otros métodos.
Como es una técnica seca con mucho calor, es más probable que el pavo quede más seco y que debas prestar más atención durante el proceso, así como rociarlo frecuentemente para evitar que la carne quede dura.
¿Cómo lograr que tu pavo del Día de Acción de Gracias sea más saludable?
Algunos ajustes pueden ser de gran ayuda para que tu pavo sea más saludable y delicioso:
Marinar/secar el pavo en salmuera con hierbas y especias. Se ha demostrado que las hierbas y especias como el romero, el ajo y la pimienta negra inhiben la formación de HAP y HCA en la carne.
Cocina a fuego lento: preparar el ave a una temperatura más baja minimiza la acumulación de HAP y HCA. Asar y ahumar suelen ser métodos de cocción más saludables que freír o usar la parrilla.
Retira la piel: la piel suele ser donde se concentran los HAP y HCA.
Ten cuidado con la salsa: la salsa hecha con la grasa de pavo es rica en grasas saturadas y una fuente concentrada de HAP y HCA.
Usa caldo o aceite de oliva virgen extra en lugar de mantequilla: la mantequilla es rica en grasas saturadas, que pueden aumentar el colesterol LDL. En cambio, el aceite de oliva virgen extra está repleto de grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, que tienen un efecto más positivo sobre los lípidos en sangre.
Sea cual sea el método de cocción que elijas, recuerda que el Día de Acción de Gracias es solo una comida del año, por lo que es poco probable que un pequeño capricho dañe tu salud. No obstante, prioriza tu bienestar siempre que puedas y disfruta del banquete con familiares y amigos.
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