Los bancos de semillas y el trabajo por preservar la biodiversidad
El cambio climático, la evolución y domesticación de ciertas especies han dado como resultado una preocupante extinción de especies no solo animales, también vegetales; por fortuna existen los bancos de semillas que son espacios en donde se resguardan algunas variedades para evitar que desaparezcan.
¿Qué resguarda un banco de semillas exactamente?
Empecemos con un dato: según la FAO, en el año 2050 será necesario hasta 70% más alimentos que los producidos hoy en día para satisfacer las necesidades de todos en el mundo. Sin embargo, el calentamiento global no hace fácil esta tarea.
El avance del monocultivo y la destrucción de áreas naturales para convertirlas en zonas urbanas también suman al problema climático para acelerar la extinción.
De acuerdo con la ONU, diariamente se podrían extinguir hasta 150 especies en el mundo debido al cambio climático, entre ellas especies vegetales que consumimos o que forman parte de la cadena natural para su producción.
Los bancos de semillas no son nuevos, su objetivo principal es evitar la extinción y de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México “resguardan cientos de especies con tal de asegurar la permanencia de las plantas en el futuro”.
Almacenar semillas no es una práctica nueva, se ha hecho tal vez desde que existe la agricultura y muchas personas las conservan en su hogar almacenadas; por ejemplo, el frijol, el arroz o el maíz que está listo para ser cocinado.
Actualmente existe un banco de semillas mundial llamado Bóveda Global de Semillas ubicado en el Círculo Polar Ártico noruego y cuenta con el apoyo de la ONU. Ahí se resguardan actualmente las semillas de más de 268 mil plantas que se usan como alimento en todo el planeta.
México no es ajeno a esto. En 2008 envió 48 mil variedades de trigo y 7 mil de maíz por parte de uno de los grandes almacenes ubicado en Texcoco, Estado de México, el Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y Trigo (CIMMYT)
En México sí existen
De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) aunque el territorio mexicano representa apenas el 1% del total de territorio del planeta, alberga más del 10% de la diversidad biológica del mundo.
Esto es gracias a su ubicación geográfica, relieve y diversos ecosistemas. Un ejemplo es que entre el 50% y 60% de plantas conocidas en el mundo se encuentran en México.
Y aquí va otro dato. Según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), los estados con mayor biodiversidad se encuentran en el sur y son encabezados por Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Guerrero y Michoacán. Tal vez una pequeña señal de la vasta gastronomía que tienen.
Iztacala y los bancos comunitarios
Debido a esto y para resguardarlas, en México también existen bancos de semillas. La Facultad de Estudios Superiores Iztacala, tiene uno de los más importantes a nivel nacional y conserva especies silvestres y nativas.
Patricia Dávila, quien dirige este banco explica que “uno de los principales objetivos de este sitio, es conservar la flora silvestre del país, así como hacer investigaciones desde diferentes perspectivas: desde el punto de vista taxonómico, morfológico, geográfico y fisiológico”.
También existen los bancos comunitarios de semillas (BCS) que es una estrategia de conservación in situ, es decir, es un reserva que se encuentra en las comunidades de los productores directamente.
Actualmente esta red de bancos está en 10 estados del país: Oaxaca, Chiapas, Chihuahua, Puebla, Coahuila, Morelos, Estado de México, Guanajuato, Yucatán y CDMX; con un total de 26 BCS.
Entre las actividades de estos bancos se encuentra también el intercambio con otros campesinos no pertenecientes a este BCS; esto es para aumentar el número de semillas en resguardo y no solo eso, también las que se pueden sembrar.
Mientras existan bancos de semillas podremos estar seguros que la ciencia trabaja para revertir esto.