'Beethoven' y el misterio tras la desaparición de una de sus estrellas infantiles
Joe Pichler, uno de los protagonistas de las secuelas del perro del 'Beethoven', desapareció sin dejar rastro en 2006
Joe Pichler fue una de las jóvenes promesas del Hollywood de los '90. Con tan solo nueve años, comenzó actuando en papeles esporádicos en series de éxito como Lois y Clark: Las nuevas aventuras de Superman o In the House, aunque no tardó en lograr que la industria apostara más fuerte por él.
Tras mudarse a Los Ángeles desde Bremerton, Washington, pasó a formar parte de franquicias de éxito como Beethoven, la famosa saga perruna sobre las peripecias de aquel San Bernardo arropado en el seno de una familia. En concreto, se convirtió en uno de sus protagonistas en la tercera entrega, en un papel que también repetiría en la cuarta película y que lo ayudó a trabajar en otras producciones sobre animales de la década como Mi amigo Shiloh: Una nueva aventura.
Se movió cómodamente en este cine familiar para todos los públicos con títulos como Fantasmas buenos, fantasmas malos, protagonizada por Christopher Lloyd; o Children on Their Birthdays, donde coincidió con Sheryl Lee, una de las estrellas de Twin Peaks. Sin embargo, ante la insistencia de su familia, optó por dejar la interpretación a un lado y regresar a su ciudad natal para centrarse en sus estudios.
Cuando se graduó en la escuela secundaria, planeó su regreso a Hollywood para continuar su carrera, aunque ahora como actor adulto. Desafortunadamente, un suceso trágico, que a día de hoy sigue rodeado de incógnitas, impidió que el joven actor pudiera cumplir su sueño de convertirse en una estrella del séptimo arte.
A comienzos de 2006, cuando solo tenía 19 años, Pichler desapareció sin dejar rastro. Acorde a los medios de comunicación o a la plataforma de búsqueda de personas desaparecidas Charlie Project, fue visto por última vez el el día 5 de enero, mientras se encontraba con sus amigos. Al día siguiente, su auto, un Toyota Corolla plateado, fue encontrado en una intersección de carreteras, pero sin rastro del joven actor.
Una tragedia que nunca tuvo respuesta
Según AFP (a través de NBC News), en el vehículo dejó una nota en la que escribió que deseaba ser "un hermano más fuerte" y pedía que sus pertenencias fueran para un hermano menor. Pese a los indicios de suicidio, la policía no descartó ningún escenario, por lo que se inició una investigación y se realizaron amplias labores de búsqueda con equipos de rescate acuático, perros de rastreo y con ayuda de la familia y voluntarios. Pero nunca dieron con su paradero.
Su madre, Kathy Pichler, consideró que el trabajo de investigación no se realizó correctamente. “No le han tomado las huellas dactilares al auto. Lo examinaron. Estuvieron en su apartamento unos tres minutos. No han hecho nada”. En otra intervención para Kitsap Sun (a través de News on 6), habló acerca de la situación emocional en la que Pichler se encontraba en aquel momento, marcada por el regreso a su ciudad natal, por las presiones familiares y su intención de regresar a Hollywood.
"Sólo quería que tuviera algo de normalidad en su vida", señalaba su progenitora sobre su decisión de traerle de vuelta para que se centrara en sus estudios. "Es un buen chico y se lo tomó bien, pero no estaba muy contento con eso. Siempre lo mantuvimos con los pies en la tierra. Siempre ha sido un chico normal con un trabajo que un adolescente normalmente no tendría".
A 18 años del suceso, el caso de Joe Pichler sigue sin resolverse. No se encontró ningún rastro, su cuerpo nunca apareció, las tareas de búsqueda fueron cesando poco a poco y se acabó por asumir su muerte. Con los años, la tesis del suicidio es la que cobró más fuerza. Acorde a las deducciones policiales, pudo saltar desde un puente situado en el área de su desaparición y ser arrastrado por las corrientes de agua, sin embargo, los perros nunca detectaron su olor por dicha zona.
Su madre, como dejó claro en otra intervención con el diario Seattle Post Intelligence, también huyó de esta teoría y, basándose en el escrito dejado por el actor en su auto, señalaba que “no hubo ningún adiós en sus palabras”, aunque no hubo prueba factible para sacar conclusiones obvias. Finalmente, la que pudo ser una prometedora carrera en Hollywood, acabó con un trágico misterio para el que nadie encontró respuesta.
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