‘Blancanieves’: después de 'La Sirenita' ahora le toca a los latinos aguantar la cantaleta

Rachel Zegler, protagonista de 'Blancanieves' en el estreno de
Rachel Zegler, protagonista de 'Blancanieves' en el estreno de "Shazam! Fury of the Gods" celebrado en el Regency Village Theatre el 14 de marzo de 2023 en Los Ángeles, California. (Foto de Gilbert Flores/Variety vía Getty Images)

La historia se repite. De nuevo. Porque después de que la comunidad negra tuviera que lidiar con las críticas que destriparon la elección de Halle Bailey como La Sirenita, criticando su fichaje por el color de su piel recurriendo al tradicionalismo como excusa, ahora es el turno de que los latinos se enfrenten a la misma cantaleta. Y todo porque la actriz elegida, Rachel Zegler, tiene ascendencia colombiana y su color de piel no es blanco como la nieve. La actriz es blanca… pero según los ofendidos, no lo suficiente.

‘¿Pero esto no lo vivimos en 2021?’, se estarán preguntando. Sí, cuando Disney dio a conocer la elección de la actriz de Amor sin barreras para el nuevo remake de la casa del ratón Mickey, las redes no tardaron en volcar sus reacciones con comentarios similares a los plasmados con Halle Bailey: que no tiene el color de piel idéntico al personaje. Un personaje que, no olvidemos, es un dibujo animado salido de un cuento de hadas. Dos años más tarde, y cuando acaban de terminar el rodaje en Inglaterra, el debate se incendió de nuevo a raíz de unas fotos publicadas por un tabloide británico –presuntamente salidas del rodaje– donde se ve a una Blancanieves con el color de piel más oscuro y siete actores de diferentes estaturas, género y color, como los enanitos. Las críticas se agitaron tanto que la actriz decidió pronunciarse públicamente.

“Extremadamente agradecida por el amor que siento de quienes me defienden online, pero por favor no me etiqueten en el discurso sin sentido sobre mi casting”, escribió en Twitter. “Realmente, verdaderamente, no quiero verlo”.

La joven de 22 años acompañó la publicación con fotos de cuando era niña disfrazada de varias princesas Disney, y agregó: “¡Así que los dejo con estas fotos! Espero que todos los niños sepan que pueden ser princesas sin importar lo que pase”.

Y es que de eso, justamente, se trata.

Rachel Zegler nació en Nueva Jersey en 2001 y sus padres eligieron su nombre en homenaje al personaje de Jennifer Aniston en Friends. Su madre es de ascendencia colombiana (su abuela emigró a EE. UU. en los ’60) y su padre es de ascendencia polaca. En otras palabras, la actriz es una representante más del diverso mundo que nos rodea y del que todos formamos parte. Sobre todo aquellos que somos descendientes de inmigrantes.

Cada uno, al final, verá lo que quiera ver, pero cuando observo a Rachel Zegler veo a una actriz blanca con cabello negro, con una voz como los ángeles, que se ajusta al perfil de Blancanieves. Sí, tiene rasgos latinos y su piel no será de un blanco como la nieve como dice el cuento de los hermanos Grimm. Pero, ¿de verdad importa? ¿No es más importante hacer concesiones y dar a los niños una representación audiovisual variada que quejarse de los niveles de blancura de la actriz? ¿Que niños como ella –disfrazada de princesa– ahora puedan hacerlo sintiéndose representados poco a poco?

Lo más absurdo que he leído en redes es que Rachel Zegler no parece alemana, recurriendo a la excusa de que como el cuento lo escribieron los hermanos alemanes y se cree que transcurre en Alemania a raíz de algunas referencias originales (como los nombres de algunos personajes), entonces la actriz debería parecerlo. ¿Pero es que acaso estamos hablando de una biografía o de una historia basada en la vida real que requiere de fidelidad para ser respetuosa y creíble? No. Se trata de readaptaciones de cuentos del pasado, que no están destinadas exclusivamente a los puritanos de la nostalgia –por mucho que les cueste reconocerlo– sino también a nuevas generaciones de espectadores. Niños de todos los colores y orígenes que ya no tienen que ver cómo Disney nunca los representa, como sucedía hasta hace unos años.

Snow White And The Seven Dwarfs, poster, US reissue poster art, from top: Evil Queen, Snow White, Seven Dwarfs, 1937. (Photo by LMPC via Getty Images)
Snow White And The Seven Dwarfs, poster, US reissue poster art, from top: Evil Queen, Snow White, Seven Dwarfs, 1937. (Photo by LMPC via Getty Images)

El tema renació a partir del viernes 14 de julio cuando The Daily Mail publicó un artículo titulado “Exclusiva: Blancanieves y los siete… políticamente correctos compañeros”, acompañándolo con las supuestas fotos del rodaje en Berfordshire, donde se veía a mujeres y hombres, blancos y negros, altos y bajos, como los siete enanitos.

El asunto enseguida despertó las críticas que tachaban a Disney de forzar un mensaje “woke” a raíz de las diferencias entre los actores con los siete enanitos clásicos. El tema escaló cuando un vocero de Disney dijo a The Daily Beast que las fotos eran falsas. Que estaban intentando que el medio inicial rectificara. Sin embargo, The Daily Mail aseguró más tarde que el estudio les había confirmado que los personajes que aparecían en las fotos eran “stand-ins” de la producción. Es decir, figurantes que se utilizan en los rodajes para ensayar aspectos técnicos, luces, sonido, posicionamiento, etc. antes de rodar con los actores protagonistas. Lo mismo confirmaron a The Independent, aclarando que no eran “fotos oficiales” de la película.

Sin embargo, la controversia fue suficiente como para reavivar el ataque de los usuarios conservadores. Incluso el polémico comentarista Ben Shapiro entró en el tema, criticando el fichaje de Rachel Zegler calificándolo de “extraño”. Y entonces el debate se disparó entre el fervor apasionado de quienes defienden la elección de la actriz, tachando a Shapiro de “intolerante”; y los tradicionalistas puritanos que querían a una Ariel blanca y pelirroja y ahora, también, quieren que Blancanieves no sea interpretada por la actriz de ascendencia latina.

Será otra película y otros personajes, pero el mensaje es el mismo. Y es que Disney está intentando renovar a sus princesas clásicas, cambiando el mensaje que durante años impusieron sobre niños de todo el mundo forzando el estereotipo de las protagonistas ideales y solamente blancas. Sin embargo, parece que la nostalgia y el racismo disfrazado de tradicionalismo se utiliza como barrera para no querer comprender, o aceptar, la importancia de estos cambios.

Lo que se vivió con La Sirenita debería hacernos reflexionar como sociedad global. Porque mientras adultos arraigados al pasado criticaban la elección de una actriz negra, ofendidos porque la Ariel de carne y hueso no iba a ser pelirroja y blanca (cuando la historia era la misma), miles de niños de la comunidad negra del mundo iban al cine disfrazados como la protagonista, ilusionados por verse representados con una princesa Disney del mismo color que ellos. Y es que La Sirenita servía como referente del cambio hacia un mundo más tolerante. Pero no. Los ofendidos de las redes siguieron criticando y muchos la boicotearon. Incluso cuando Halle Bailey fue alabada por su interpretación, siendo una Ariel perfecta en la gran pantalla.

Y como si no hubiéramos aprendido nada, ahora se repite la historia, con la diferencia de que le toca a otra comunidad capear el temporal: la latina. Porque no voy a negar que el asunto ofende. ¿O acaso hacer remakes supone la adaptación exacta de una obra del pasado? ¿Desde cuándo? Hay decenas de remakes en la historia de Hollywood que cambiaron los tonos de la historia, finales y personajes. ¿Por qué no se puede tolerar lo mismo con la representación “moderna” de una princesa en la piel de una actriz con raíces latinas?

SYDNEY, AUSTRALIA - 22 DE MAYO: Halle Bailey asiste al estreno australiano de
SYDNEY, AUSTRALIA - 22 DE MAYO: Halle Bailey asiste al estreno australiano de "La Sirenita" en el State Theatre el 22 de mayo de 2023 en Sydney, Australia. (Foto de Don Arnold/WireImage)

Se puede entender que, en este caso, hablamos de productos arraigados a la infancia de millones de personas que, inevitablemente, despiertan una defensa férrea hacia el recuerdo que mantienen del pasado. Pero no es más que eso: pasado. El recuerdo siempre seguirá estando y el efecto que tuvo en su momento también. Pero dejemos que ahora las nuevas generaciones vivan el suyo. Sobre todo porque la versión animada no es una película que aporte o enseñe nada bueno en la actualidad. Tenemos a una princesa que huye, que limpia la casa de unos extraños al encontrarla desordenada como si fuera una tarea femenina, y a una madrastra malvada que la intenta asesinar para ser la más bella. Blancanieves y los siete enanitos de 1937 no envejeció muy bien que digamos.

Por otro lado, si Disney finalmente decidió cambiar a los siete enanitos, representando a los compañeros de Blancanieves con diferentes estaturas y colores, todavía está por verse. De momento sabemos que el actor Martin Klebba, que sufre enanismo e interpretó a Marty en la saga de Piratas del Caribe, interpreta a Gruñón. Peter Dinklage de Juego de Tronos criticó el desarrollo del remake, expresando estar desconforme si la película perpetuaba el estereotipo de las personas enanas. En cambio, la comunidad de actores con el mismo problema, reaccionaron en contra, criticándolo de que con sus palabras les cerrara puertas profesionales (vía MovieWeb). Disney únicamente respondió que estaban “adoptando un enfoque diferente con estos siete personajes” mientras consultaban con “miembros de la comunidad del enanismo”, según The Wrap. En otras palabras, plasmen como los plasmen, seguramente habrá debate.

Lamentablemente esta nueva polémica es un termómetro alarmante de los tiempos que corren. De la intolerancia y el racismo encubierto. Disney estará arraigado a nuestra infancia pero, esos adultos que tanto se ofenden porque las princesas de acción real no sean la imagen y semejanza de los dibujos animados, quizás deberían pasar página. Dejar que el camino se abra hacia nuevas oportunidades, versiones y colores. Porque así es el mundo en el que vivimos y es lo que merecen nuestros hijos para crecer en un panorama cultural con oportunidades y representación audiovisual global.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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