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Cómo bañar a un perro en casa: 7 errores que debes evitar

Texto: Irina Kenigsberg

Nada mejor que un reparador baño al final de un largo día, ¡a menos que seas un perro! Pues, es probable que a tu amiguito le estrese bastante este momento. Descubre cómo bañar a tu mascota, a partir de los errores que debes evitar.

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Tomarlo por sorpresa

¿Crees que una emboscada es el método más efectivo para lograr bañar a tu peludo amigo? Pues resulta que podrías estar reforzando en tu perro, el comportamiento de esconderse o salir corriendo cada vez que quieras darle un baño, explica el entrenador canino Mikkel Becker en el sitio Vet Street. En cambio, persuádelo hacia la sala de baño con palabras alentadoras y un pequeño premio.

Utilizar tu champú

Mejor elige uno especial para perros, se sugiere en el sitio Dog Time, ya que el tuyo podría secar la piel de tu perro. Haz espuma y masajéala por todo el cuerpo de tu mascota, cuidando de que no caiga en sus ojos.

Enjuagar rápidamente

Lograste que tu perro ingrese al lavabo o a la tina y hasta pudiste ponerle el champú, ¡ahora, seguro, quieres terminar lo antes posible! Pero, no te apures y tómate un rato para asegurarte de que no queden residuos, se aconseja desde el mismo sitio, ya que podrían irritar la piel de tu amiguito una vez que se seque. Enjuaga, enjuaga, ¡y vuelve a enjuagar!

Agua demasiado caliente o fría

Debería estar tibia, indica Jocelyn Robles, peluquera canina, en el sitio PetMD. ¿Cómo saber si tiene la temperatura correcta? Pruébala sobre tu antebrazo primero, como harías al bañar a un bebé.

Chorro de agua muy fuerte

La forma más fácil de bañar a tu mascota es con una ducha de mano o una boquilla para el grifo. Pero, cuidado, el sonido del agua corriendo, junto con la presión de la misma podrían asustar a tu perro.

En lugar de rociarlo directamente, intenta que el agua se dirija hacia la palma de tu mano primero, explica Robles. Mantén esa posición mientras vas moviendo la ducha de mano por su cuerpo. Tu amiguito sentirá el reconfortante contacto contigo, en lugar de asustarse por el agua. Una vez que esté tranquilo, puedes quitar la mano, pero asegúrate de haber mojado todo su pelaje primero.

Usar el secador de pelo

Utiliza una toalla para apretar suavemente su pelaje y quitar la mayor cantidad de agua posible. Tu mascota debería quedar húmeda, pero no goteando agua.

Mejor, deja el secador para los profesionales, ya que es difícil regular la temperatura del aire y corres el riesgo de quemar a tu perrito. Además, muchos le tienen miedo al ruido.

Bañarlo todas las semanas

En general, basta con que lo hagas una vez por mes. Esto dependerá de su raza y del tipo de pelaje, así que ante cualquier duda consulta con tu veterinario.

Y tú, ¿tienes algún secreto que te ayude a la hora de bañar a tu perro?

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