Champú de huevo, el clásico de la belleza casera: ¿realmente funciona?
Todos en mi edificio admiraban su belleza. Era una modelo conocida en el país y vivía en el segundo piso. Más que su rostro o su figura, era su cabello lo que más llamaba la atención, y yo conocía su secreto: me dijo que usaba champú de huevo. Me pareció tan terrible pensar en el olor que podía dejar, que me resigné a seguir usando mi champú de manzana verde que salía en la televisión y que contenía un toque de vinagre natural, al cual aún hoy se le adjudican asombrosos beneficios para el cabello.
Han pasado más de 20 años de aquellos días y ahora las redes sociales, llenas de megas de sabiduría popular actual, traen de vuelta este champú casero con la promesa de un cabello brillante, más fuerte e hidratado, por lo cual vale la pena preguntarse si realmente funciona y para quienes sería ideal.
Beneficios en cáscaras
Según se explica en el portal del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, el huevo es rico en proteínas y nutrientes como fósforo, hierro, calcio y potasio, entre muchos otros esenciales para el organismo.
Además, se le adjudican propiedades hidratantes, emolientes que podrían funcionar como nutriente para fibras opacas y resecas, además contiene ácidos grasos, que lo hacen un ingrediente ideal para equilibrar la oleosidad sin resecar.
La cultura popular se ha encargado de hacer valer sus propiedades acondicionadoras, incorporándolo en mascarillas capilares, así como en recetas para champú, porque además, no se registran efectos secundarios, salvo para las personas alérgicas.
De hecho, un estudio demostró que péptidos solubles en agua derivados de la yema de huevo sí estimulan “la producción del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), así como la vascularización y el crecimiento del cabello en las mujeres”, lo que quiere decir que representan una alternativa a los fármacos usados hasta ahora para el crecimiento del cabello que podrían tener efectos secundarios.
Sin embargo, esto no quiere decir que aplicándonos el huevo que recién sacamos de la nevera en nuestro cuero cabelludo vamos a obtener sus beneficios permanentes. No. Lamentablemente, las moléculas del huevo, de la miel, de la mayonesa, las bananas y de muchos otros ingredientes que solemos usar directamente en el cabello son demasiado grandes para penetrar la fibra capilar e hidratar el cuero cabelludo.
Así lo explica Dana Yegres, especialista en cuidado capilar, quien agrega el efecto de estas sustancias sí puede percibirse pero de manera superficial, y podríamos ver en algunos casos resultados temporales, pero no lo suficientemente sólidos como para que representen un cambio importante en el cabello.
Lo que sí está demostrado es que su ingesta sí ayuda a evitar la caída del cabello sobre todo en mujeres que atraviesan la etapa de la menopausia, cuando deben cuidar con especial atención piel y cabello, pues los aminoácidos que contiene son básicos de “la dieta que acondiciona la construcción del cabello”.
Aplicando el ingrediente
Si bien la forma más eficiente de aprovechar las propiedades del huevo para el cabello es usando productos diseñados en laboratorios especializados, aplicar una mascarilla casera o champú no tiene por qué ser un problema, sobre todo si se siguen recomendaciones importantes como enjuagar muy bien con agua templada.
Una forma sencilla de hacerlo es batir ligeramente un huevo entero y agregar tres cucharadas de nuestro champú habitual. Se usa la mezcla en el cabello mojado dejando actuar unos minutos y se lava una segunda vez solo con champú.
También se puede usar solo el huevo entero batido ligeramente hasta que quede espumoso. Hay quienes optimizan la acción limpiadora agregando una cucharadita de jugo de limón, pero es importante destacar que este podría ser irritante para las pieles sensibles. Se deja actuar durante 20 minutos y se lava el cabello como sea habitual con champú y acondicionador.
Quienes buscan un tratamiento aún más intenso, que aporte brillo y suavidad a un cabello más bien seco y con frizz, pueden combinar en la licuadora un huevo batido con una cucharada de aceite de oliva, coco, almendras, o jojoba. Se aplica en el cabello húmedo y se deja actuar durante 30 minutos y luego se lava el cabello con champú y acondicionador como es habitual.
En todos los casos, como se mencionó, se recomienda usar agua fría durante todo el proceso, porque el agua caliente puede intensificar el olor del huevo. Asimismo, es recomendable usar este tipo de remedios caseros una vez a la semana.