'Priscilla' muestra el lado turbio de Elvis Presley que la película de Austin Butler ocultó

Tras ver adaptada al cine la vida de Elvis Presley de la mano de Austin Butler y el director de Moulin Rouge, este 2024 toca descubrirla desde una nueva perspectiva. La directora Sofía Coppola, responsable de Lost in Translation, Las vírgenes suicidas o La seducción, nos trae la visión de Priscilla Presley, la actriz, empresaria y esposa del cantante cuya experiencia con el Rey del Rock distó de lo que nos mostró la aclamada película de 2022. La cinta, titulada Priscilla, adapta el libro autobiográfico de esta figura mediática, lo que da hueco a explorar más luces y sombras de su relación romántica y datos que suelen pasarse por alto en los biopics de Hollywood, mayormente enfocados al disfrute del gran público.

Todo aquel que viera Elvis y estuviera documentado sobre el artista estadounidense seguro que estará de acuerdo, porque al abordar su relación con Priscilla se obviaron detalles imprescindibles para entender su vida romántica. Debido a las muchas vertientes de su carrera, era inasumible que la cinta contara absolutamente todo, por lo que el foco se puso en cómo la industria del espectáculo, representada a través de la vileza de su manager, terminó consumiendo al que fuera uno de los mayores artistas sobre la Tierra, lo que ya de por sí dio para casi tres horas de metraje.

Por esta razón, seguramente a nadie le chirriara en exceso las imprecisiones o lagunas argumentales, pero, por si fuera el caso, Sofia Coppola, con un reparto encabezado por la joven actriz Cailee Spaeny y Jacob Elordi como la famosa pareja, llega para poner remedio adentrándose en los recovecos más oscuros y turbios de esta historia, especialmente en el hecho tan chocante de que Elvis comenzara a salir con Priscilla cuando ella era una adolescente.

Y es que la película de Austin Butler y Baz Luhrmann, aunque sí mostró algún pasaje tortuoso en sus últimos compases, obvió por completo que Priscilla solo tenía 14 años cuando inició sus encuentros con Elvis, quien era 10 años mayor. Se optó en gran medida por romantizar los comienzos de su relación, cuando la realidad, basándonos en los escritos de ella, estuvo llena de claroscuros.

“Mis padres me dijeron que no debía salir con Elvis, que era demasiado joven, lo cual era cierto. Mi madre sintió que era una oportunidad única en la vida y, además, no me estaba haciendo daño. Finalmente convenció a mi padre para que me diera su consentimiento", contaba en su libro Elvis & Me, reconociendo lo erróneo que fue esta decisión y que la tentación de adentrarse en ese mundo de lujos y fama, en el que no tardó en verse atrapada, llevó a sus progenitores a cambiar de parecer y a exponerla a cosas excesivas para alguien que apenas rozaba la adolescencia.

La cinta de Coppola, haciendo uso de la habitual estética pop y tono edulcorado de la cineasta, refleja este sentimiento a la perfección. Nos presenta un tentador e irresistible universo para turnarlo en una pesadilla al golpear con la cruda realidad, dejándonos una cinta de una belleza arrebatadora en lo cinematográfico a la vez que opresiva y psicológica en lo conceptual. Un análisis realmente crudo que incluso ha levantado duras críticas en el entorno del cantante.

La familia de Elvis en contra de 'Priscilla'

Por ejemplo, Lisa Marie Presley, la hija de Elvis y Priscilla fallecida en enero de 2023, le envío un email (recogido por Variety) a la directora criticando que su padre “solo aparece como un depredador y un manipulador”, creyendo que la película no se acerca para nada a la realidad. “Tras leer el guion, veo una perspectiva escandalosamente vengativa y despectiva, pero no entiendo por qué”, escribió tras leer el guion en septiembre de 2022, antes de que la película se completara.

Al contar el relato desde una única perspectiva, como en este caso la de Priscilla Presley, no es raro que la visión se distorsione respecto al recuerdo que puedan guardar otras personas e incluso distanciarse de la realidad. Sin embargo, la película de Sofía Coppola, pese a basarse en las memorias de Priscilla y contar con ella como productora ejecutiva, no obvia este problema y lo salva de la mejor manera posible.

En gran medida, en Priscilla se apuesta por la contención a través del trabajo interpretativo de sus protagonistas, una apabullante Cailee Spaeny cuyo reflejo de la inocencia de Priscilla le valió la victoria en el Festival de Venecia y un enigmático Jacob Elordi que construye un Elvis lleno de matices desde la total sencillez. Con meras miradas, gestos o frases que exponen niveles de manipulación emocional e imposición de la violencia se alude a lo turbio de la situación, pero sin sentenciar nada con discursos explícitos.

Se deja entrever a un artista sin moral absorbido por ese mundo de vicios y fama, que habría convertido a Priscilla en una muñeca diseñada a su antojo mientras él divagaba por Hollywood con amantes y affaires mientras tejía la relación para satisfacer sus propias necesidades, aunque también se alude a que ni se planteó tener relación sexual con su pareja hasta que esta cumpliera la mayoría de edad. Un juego cinematográfico perfecto para reflejar historias de morbo mediático, dejando todas las piezas en el aire para que el espectador saque sus propias conclusiones sin que la película entre en terreno fangoso.

Sin duda, creo que Sofía Coppola sale airosa y entrega una película que, en mi opinión, es mucho más completa en contenido y enfoque cinematográfico que el Elvis de Austin Butler. Mientras que aquella ni se planteó mencionar estos detalles turbios sobre la relación del cantante con Priscilla Presley, esta, a través de una inocente y absorbente mirada femenina que turna lo ensoñador en una pesadilla psicológica, arriesga y ofrece un producto mucho más jugoso e impactante que, por todas las vertientes que logra abordar con un tema de lo más oscuro y mediático, no va a dejar indiferente a nadie.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine 54.

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