Tengo el colesterol alto y la doctora simplemente me dijo que me cuide: ¿qué debo hacer?
Después de revisar silenciosamente los exámenes de sangre, la doctora levantó la mirada sobre sus lentes de leer y sin mucho drama dijo: “Tienes el colesterol alto”. En mis casi 40 y tantos años nunca había escuchado estas palabras que lamentablemente me sonaban comunes en conversaciones ajenas.
“Ajá doctora, ¿qué debo hacer?”. Y en su inmensa paciencia y sabiduría de poquísimas palabras dijo solamente “cuidarte”. Yo repliqué con una pregunta: “¿Lo de subir el colesterol bueno?”, a lo que respondió afirmativamente y recalcó: “Y moverte”.
Es importante comprender qué es lo que ocurre realmente en nuestro cuerpo y cómo solucionarlo. Un artículo de Healthline, revisado médicamente por la doctora Joyce Oen-Hsiao, señala que “colesterol alto significa tener un nivel total de colesterol superior a 200 miligramos por decilitro (mg/dl)” y esto es válido tanto para hombres como para mujeres mayores de 20 años de edad.
“El colesterol es una grasa cerosa que el cuerpo utiliza para producir células, hormonas y otras sustancias importantes como la vitamina D y la bilis. El cuerpo empaqueta y transporta el colesterol a través del torrente sanguíneo en forma de partículas conocidas como lipoproteínas”.
Estas lipoproteínas son las protagonistas de esta historia. La de baja densidad, llamada LDL, transporta el colesterol a donde el cuerpo lo necesita. Mientras que el HDL, es lipoproteína de alta densidad y lleva el colesterol de vuelta al hígado, donde se descompone. Y aquí es donde todo se complica pues, según el texto, las personas con un nivel de colesterol LDL más alto de lo normal y un nivel de colesterol HDL muy bajo pueden estar en mayor riesgo de sufrir enfermedad cardíaca.
“El HDL ayuda a eliminar el colesterol del torrente sanguíneo. Pero si los niveles de HDL son demasiado bajos, no será suficiente para ayudar a eliminar la acumulación de colesterol LDL de los vasos sanguíneos”. Aquí yace la importancia del equilibrio entre estos dos valores.
¿Por qué se alteran los niveles de colesterol?
El médico cirujano de la Universidad Central de Venezuela, Julio Piñero explica la razón por la cual estos valores se alteran, cómo determinarlo y cuáles son las soluciones.
Por una parte pueden alterarse por problemas metabólicos, problemas hormonales, por una predisposición genética. Por otra parte, influye el estilo de vida: pacientes sedentarios, con una ingesta alimenticia inadecuada, quienes no practican una actividad física regular, pacientes que tienen hábitos nutricionales inadecuados, basados en dietas obesogénicas.
El estilo de vida influye mucho, por ejemplo, pacientes que suelen tener un estilo de vida ocupado, que suelen ser sedentarios y tener malos hábitos alimenticios, son candidatos a sufrir también de estas alteraciones.
¿Cuáles son los síntomas?
Esta patología es silenciosa, lo que quiere decir que cuando llegan a aparecer síntomas es porque estamos muy avanzados. Mareos, dolor de cabeza, dificultad para respirar, trastornos cardiovasculares y todo un conjunto de elementos que se pueden agrupar en lo que se conoce como síndrome metabólico.
La mejor recomendación es visitar al médico con regularidad y hacer los análisis de sangre según sus indicaciones, pues entre las consecuencias del descontrol del colesterol están sufrir un infarto, enfermedades cerebrovasculares, hipertensión arterial y muchas otras complicaciones.
Soluciones necesarias
Para equilibrar el colesterol es necesario entonces hacer cambios contundentes del estilo de vida, más aún si estamos en riesgo de enfermedad cardíaca. Yo, que pensaba que simplemente era un valor que había que ajustar, afronté lo inevitable: tendré que hacer ejercicios y mejorar mi alimentación.
“Lo más importante, en primer lugar, es practicar una actividad física de entre 30 y 45 minutos al día. Con 300 minutos de ejercicio físico a la semana se pueden mejorar los valores en sangre, y regular el peso. No es lo mismo para el corazón bombear sangre llena de grasa a una con niveles de lípidos regulares, esto concluirá en beneficios para todo el organismo”.
"En segundo lugar, es recomendable consultar con el especialista para lograr una forma de alimentación equilibrada porque el sobrepeso está muy relacionado con este desequilibrio".
Piñero destaca, en este punto, que los pacientes con trastornos hormonales y que califican por sus características podrían recurrir a la cirugía bariátrica, que tiene repercusiones positivas para recuperar estos valores y mejorar enfermedades como la diabetes melitus y el ovario poliquístico.
Así debe ser mi alimentación de ahora en adelante
El médico destaca que para mejorar los niveles de colesterol la alimentación no tiene por qué ser restrictiva. "No se trata de suprimir cosas, sino de una alimentación balanceada que contemple todos los nutrientes".
Incorporar a la dieta grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, como las que se encuentran en pescados grasos como salmón, trucha, atún, y en las nueces, es parte de la tarea que hay que hacer para subir los niveles de “colesterol bueno” y equilibrar los valores.
Aguacate y aceite de oliva forman parte de esas grasas buenas que, según se recomienda en una nota en Medline Plus, deben sustituir a las malas contenidas en la leche entera y el queso, las carnes con alto contenido de grasa como las salchichas y el tocino.
También se deben obviar los alimentos preparados con mantequilla, manteca de cerdo y aceite vegetal hidrogenado, así como también las frituras, y los alimentos ultraprocesados.
Una recomendación frecuente es la ingesta de ácidos grasos omega-3, pero estos no influyen en los niveles de LDL. Sin embargo, según un artículo de Clínica Mayo, sus beneficios para la salud cardíaca los convierten en un aliado fundamental en esta misión.
Los carbohidratos no se salvan de ser limitados en esta lista, especialmente si tienen azúcar, como tortas y galletas, pero las frutas, verduras y vegetales son bienvenidos, así como los alimentos ricos en fibra, como la avena.
Adicionalmente, la Fundación Mayo para la Educación y la Investigación Médica recomienda evitar el hábito de fumar, porque reduce los niveles de HDL, y aumenta el LDL y triglicéridos. Así como también recuerda moderar el consumo de alcohol.
Finalmente, existen medicamentos, como las estatinas que pueden ayudar a equilibrar estos valores, pero deben ser recetados en exclusiva por el especialista.