La moda de comer carnes y huevos crudos es peligrosa y te explicamos por qué

La fiebre por la ingesta de carnes crudas se pasea entre intereses de conexión ancestral, salud, e incluso se ha relacionado con intereses políticos y sociales. (Getty Creative)
La fiebre por la ingesta de carnes crudas se pasea entre intereses de conexión ancestral, salud, e incluso se ha relacionado con intereses políticos y sociales. (Getty Creative)

Mientras algunos procuran restringir la ingesta de algunos alimentos para cuidar el peso, otros se decantan por dietas vegetarianas para cuidar el ambiente y su salud. Algunos comen proteínas más que cualquier otro grupo de alimentos para incrementar su musculatura y otros simplemente procuran una dieta lo más equilibrada posible. A estos grupos ahora se suman los que comen carnes de todo tipo y huevos sin cocinar, y los motivos son aún más impresionantes.

Sin ánimo de juzgarlos, porque a la larga cada quien tiene el derecho de elegir la mejor manera de vivir su vida, recopilamos algunos de los testimonios que recientemente han fluido a través de megas y gigas, instando a esta práctica cuyos beneficios no cuentan con evidencia científica.

La actriz Heidi Montag dijo recientemente a la revista People que estaba probando la ingesta de órganos crudos -y sangrantes- para estimular su fertilidad. La también cantante y diseñadora dijo que, tras más de un año intentado quedar embarazada, está dispuesta a probar nuevas alternativas. “Los órganos son partes muy nutritivas de los animales… Comer hígado crudo preservará tantos nutrientes como sea posible”, dijo, y agregó que se siente con más energía y claridad, que ha aumentado su libido y han mejorado dolores crónicos que padecía. La actriz ha sido fotografiada y reseñada en distintos medios disfrutando de su nueva dieta crudi-carnívora.

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Otra persona ya célebre en redes sociales es Chris Erm, gracias a su proyecto Raw Meat Experiment, con el cual asegura que “comerá carne cruda todos los días hasta que muera por una bacteria”. Con este slogan se ha encargado de satirizar las razones por las cuales los seres humanos aprendieron a cocinar sus alimentos hace 800.000 años, por lo menos.

Erm come todo tipo de carnes y todo tipo de cortes, desde un filete de res o un cubo de carne molida, hasta los testículos de una cabra, pasando por pescado con piel y acompañando frecuentemente con huevos crudos. Todo inició con el objetivo de aliviar dolores y fatiga.

Por otra parte está Weam Breiche, quien se define como Wolverine de la vida real y que también se alimenta de todo tipo de trozos de carne cruda y huevos. Según reseña Upsocl, Breiche ha declarado que esta dieta le proporciona mucho bienestar, sobre todo después de haber sido vegano por mucho tiempo. Este tipo de alimentación, explica, le causó mucha inflamación con lo cual decidió cambiar a este nuevo estilo de vida.

Así, la fiebre por la ingesta de carnes crudas se pasea entre intereses de conexión ancestral, salud, e incluso se ha relacionado con intereses políticos y sociales, puesto que existen grupos que señalan que esta dieta fortalece la figura del hombre como líder de la sociedad.

Entre el bien y el mal

Aunque es cierto que la ingesta de carnes y otras proteínas proporciona al organismo nutrientes, como vitamina B, hierro y zinc, fundamentales para su funcionamiento, comerlas crudas podría generar problemas serios de salud.

La doctora Rossana De Jongh Delgado, médico nutriólogo, especialista en nutrición clínica, sobrepeso y obesidad, explica que no hay ningún beneficio en ingerir estos alimentos crudos, porque el hierro y las proteínas de estos alimentos no se pierden con la cocción y estos productos crudos son susceptibles al desarrollo y a la multiplicación de bacterias y parásitos que sólo mueren con la cocción a una temperatura determinada. “Si bien no todas las carnes y huevos están contaminados, es imposible saberlo sin un análisis microscópico, con lo cual nos ponemos en riesgo al ingerirlos sin cocinar”.

(Getty Creative)
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“Bacterias como Salmonella, Shigella, Campylobacter son responsables de diarreas invasivas, que generan daños a la mucosa y en algunos casos malabsorción. La Listeria se asocia a síntomas digestivos y malestar, y en mujeres embarazadas hay riesgo de complicaciones fetales. Asimismo la toxoplasmosis puede transmitirse también comiendo carne cruda, y una infección durante el embarazo puede ser letal, así que las contraindicaciones de esta ingesta no se limitan solamente a la digestión, sino a verdaderos problemas de salud”, asegura.

De hecho, un estudio del Centro para la Seguridad Alimentaria y Salud Pública de la Universidad Estatal de Iowa, señala que infecciones tan comunes como la salmonelosis pueden ocasionar desde gastroenteritris hasta la muerte.

Hay que destacar que cuando hablamos de carnes crudas, no solo nos referimos al pedazo de hígado que vemos en las fotos de Heidi Montag, sino también a preparados y recetas reconocidas mundialmente como el tartar de carne, el carpaccio, e incluso el sushi. Todos implican riesgos y para ingerirlos debemos estar alertas a hacerlo donde se garantice la trazabilidad, se respete estrictamente la higiene, la refrigeración adecuada, entre otros procedimientos.

La especialista concluye que si de obtener beneficios de alimentos crudos se trata, una buena opción son las frutas y los vegetales, que además de crudos pueden disfrutarse en cocciones rápidas como al vapor o en el wok, eso sí, respetando también las medidas de higiene porque también son alimentos susceptibles de contaminación.

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