Las claves para superar la fatiga causada por la pandemia y recuperar tu energía
Dificultades para concentrarte, procrastinar es el mandamiento de cada día, pero no se pierde el tiempo en cosas demasiado agradables; más bien todo luce como indefinido, como si faltara algo. Los días pasan rápido, pero tú te sientes lento, como si empujaras una pesada carreta. No es depresión, no es tristeza, no es cansancio, pero sientes como una especie de vacío.
¿Te sorprende? No leemos tu mente, no te pasa solo a ti. Son las consecuencias de los meses de pandemia, cuarentena, e incertidumbre que esperamos se vayan diluyendo en la medida que vamos avanzando hacia la normalidad.
Según el psicólogo organizacional Adam Grant, esto se llama languidez y parece que será la sensación que domine durante lo que queda de este año. En un artículo para The New York Times profundiza sobre el tema ofreciendo un primer paso para solucionarlo, y es tratar de fluir alcanzando pequeños objetivos que pongan a prueba nuestras habilidades y aumente nuestra determinación. Eso sí, enfocándonos sin distracciones en lograrlo.
Pero a esta sensación descrita por el experto, también podríamos sumar una falta de energía. La escritora Regan Olsson describe en una nota para el blog de Banner Health la fatiga por pandemia, la cual describe como una sensación agotamiento causada por el impacto que generó en muchos de nosotros la aparición del COVID-19 incluyendo, además del confinamiento, las angustias económicas y la preocupación por contraer la enfermedad. Ahora, cuando parece que ya vamos de salida, es el momento de tomar acciones definitivas para dejar atrás la desazón y la falta de energía.
Y aumentar esa energía es justamente una de las recomendaciones que hace Gagandeep Singh, un psiquiatra consultado por Olsson. Y es que además de reconocer nuestros sentimientos, practicar la gratitud y comenzar a reconectarnos con otros, ayudarnos naturalmente a aumentar nuestra energía nos permitirá enfocarnos desde un ángulo distinto para afrontar todos nuestros desafíos.
Naturalmente enérgicos
Con el avance de las estrategias de vacunación irán llegando las oportunidades de recuperar la normalidad perdida. Ahora todo será diferente, sabemos que somos vulnerables, sabemos que debemos mantener las precauciones, pero estamos más seguros para retomar algunos hábitos sociales, como volver a la oficina, las reuniones sociales y la rutina que nos acerca a las demás personas en general. Se hace necesario entonces ser proactivos y prepararnos.
El buen dormir parece lo más simple y evidente, pero hay que estar claros en que una cosa es dormir unas cuantas horas y otra es recuperar una rutina de sueño que realmente nos proporcione un descanso reparador.
Entre las recomendaciones de la Clínica Mayo para dormir mejor están establecer una rutina de sueño y respetarla, pues ser constante en la hora en que nos acostamos y nos levantamos, fortalece el ciclo de sueño-vigilia del organismo. Además, se aconseja crear un entorno relajado, oscuro y en silencio.
Con relación a la alimentación, es lógico que mantener una dieta saludable, balanceada y suficiente influye positivamente en nuestra salud. Pero además hay alimentos que nos estimulan y alientan a tener más energía y ganas de hacer las cosas.
Algunos de ellos son las frutas de bajo índice glucémico, como la manzana verde, el kiwi, las fresas y bayas, los cítricos, entre otras, cuyos azúcares se absorben con mayor lentitud. Asimismo, son convenientes los frutos secos, los vegetales como la espinaca, las grasas saludables y proteínas como el salmón y las carnes magras, y sobre todo, evitar los alimentos ultraprocesados.
En este mismo sentido, hay que incluir la hidratación adecuada y suficiente, pues muchas veces confundimos el desgaste, el hambre, con sed. Además, agregar a nuestros hábitos el consumo de infusiones será muy buena idea. El portal especializado Cuerpo Mente recomienda las infusiones de romero, ginseng y hierba mate, entre otras hierbas, para estimular nuestra energía.
Por otra parte, sabemos que se ha dicho, pero es una gran verdad en la que hay que insistir. Haz ejercicios. La práctica diaria de ejercicios durante media hora por lo menos estimula la generación de endorfinas y contribuye con la conciliación del sueño. 30 minutos de cada largo día no suena tanto tiempo.
Además, practicar una actividad física no solamente tonifica tu cuerpo, sino que también tiene efectos inmediatos en el cerebro, según la neurocientífica citada por la BBC, Wendy Suzuki, quien asegura que el ejercicio mejora las habilidades de adaptación y concentración .
Por último, organízate y prográmate. Proponerte cumplir con las actividades diarias de forma sistemática y organizada proporciona una maravillosa sensación de bienestar y entusiasmo muy beneficiosa para afrontar el día siguiente de la misma manera y sobre todo, te sobrará tiempo para realizar alguna actividad que te relaje. En el mismo artículo de BBC aseguran que según el Servicio de Salud de Reino Unido, el estrés consume mucha energía, por lo cual se recomienda incluir en la rutina actividades que nos relajen pues estas mejorarán nuestros niveles de energía.
Encontrar ocasiones para sentirnos en paz con nosotros mismos y con nuestro entorno será enriquecedor e inyectará energía y propósito a nuestro día a día. Practicar la meditación, mindfulness, buscar alguna actividad que represente un aporte para otros, son prácticas que robustecerán nuestra energía y refrescarán nuestro entusiasmo por vivir de la mejor manera día a día.
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