La conexión entre Pamela Anderson y Gillian Anderson en ‘Los expedientes secretos X’ para quedarse de piedra

THE X-FILES - SEASON 7: Agent Dana Scully (Gillian Anderson) holds a disk she believes contains the cure for cancer on THE X-FILES which originally aired Sunday, March 19, 2000 (9:00-10:00 PM ET/PT) on FOX. (Photo by FOX Image Collection via Getty Images)
THE X-FILES - SEASON 7: Agent Dana Scully (Gillian Anderson) holds a disk she believes contains the cure for cancer on THE X-FILES which originally aired Sunday, March 19, 2000 (9:00-10:00 PM ET/PT) on FOX. (Photo by FOX Image Collection via Getty Images)

Los expedientes secretos X vuelven. Su creador, Chris Carter, dio su aprobación para que Ryan Coogler se encargue del reboot de la mítica serie de ciencia ficción que contará con “un reparto diverso”. Evidentemente el director de Black Panther: Wakanda Por Siempre no lo va a tener fácil. Como reconoce el guionista en su declaración, “tiene mucho trabajo” por delante “porque nosotros ya cubrimos mucho territorio” a través de 218 episodios y dos largometrajes. Sin embargo, las actrices que vayan a negociar su participación tienen una tarea difícil por delante si quieren igualar el legado que dejó Gillian Anderson. No solo como icono televisivo, sino como un referente que impuso su voz por encima de la desigualdad salarial y el machismo. Incluso desde antes de ser contratada.

Probablemente pocos lo sepan, pero cuando Chris Carter preparaba el proyecto, los ejecutivos de Fox tenían una imagen muy diferente para el papel de Dana Scully. La agente del FBI que aportaba sus conocimientos científicos a los casos paranormales que tanto extasiaban a su compañero, Fox Mulder (David Duchovny). Ella era la voz de la razón y el escepticismo. Una mujer religiosa, profesional, inteligente y con los pies en la tierra mientras Mulder se la pasaba mirando el cielo buscando platos voladores. Se convirtió en un personaje icónico y gracias al trabajo de Gillian Anderson, que llegó a la serie casi sin experiencia pero con talento de sobra para hacer de su personaje un referente creíble y representativo de la inteligencia femenina en televisión.

Sin embargo, cuando se preparaba el proyecto en 1992, la película más candente del mercado era Bajos Instintos con Sharon Stone en un papel explosivo y provocador mientras, en televisión, triunfaba la figura voluptuosa de Pamela Anderson en Baywatch. Por lo tanto, los ejecutivos de la cadena aparentemente pensaron que sería buena idea capitalizar la moda del estereotipo de ‘rubia despampanante’. Sí, con Los expedientes secretos X.

"Estaban buscando a alguien con más busto, más alta, piernas más largas que las mías", dijo Gllian Anderson en una ocasión, vía Digital Spy. Al referenciar a Pamela Anderson, añadió que “era alguien más familiar para ellos en cuanto a lo que había en televisión en ese momento”.

Pamela Anderson Stars In Baywatch (Photo By Getty Images)
Pamela Anderson Stars In Baywatch (Photo By Getty Images)

“Cuando fui al casting no tenía dinero ni ropa, más allá de cosas 'vintage', así que pedí prestado un traje a una amiga que era [físicamente] más grande que yo. Pero que se veía muy bien cuando llevaba ropa de talles más grandes” contó en una entrevista para CBC durante las grabaciones de la serie cuando le preguntaron por el deseo original de la cadena de contratar a una mujer voluptuosa. Llegué a la primera audición de Los expedientes secretos X con un traje enorme […] Así fue cómo los ejecutivos de Fox me vieron por primera vez e insinuaron que volviera con una pollera más corta y algo más ajustado al cuerpo”.

Las millones de personas que vimos la serie sabemos que Dana Scully no era un personaje que destacaba principalmente por la apariencia física, sus curvas o vestuario ajustado al cuerpo. Sino que su presencia brillaba a través de su inteligencia, paciencia y escepticismo, más allá de la evidente belleza de Gillian Anderson.

En consecuencia, que los ejecutivos tuvieran en mente un aspecto tan específico y pidieran a Gillian Anderson que volviera con algo "ajustado al cuerpo", permite entrever que estaban guiados más por la superficialidad física femenina, que en encontrar a la actriz que pudiera interpretar el concepto que definía a Dana Scully. Como si el personaje tuviera que cumplir una función de adorno visual para el ojo masculino. Con esto no quiero decir que Pamela Anderson no hubiera podido demostrar su talento artístico a su manera. Después de todo ella misma criticó la falta de desafíos dramáticos que padecía con su personaje en Baywatch, y mencionó el encasillamiento en su reciente documental de Netflix, Pamela Anderson: una historia de amor. Sin embargo, sin tener nada en contra de Pamela Anderson, me pregunto cómo esos ejecutivos imaginaban a Dana Scully dentro de la dinámica de la serie en ese momento de los 90s. Después de todo, no olvidemos que la actriz y modelo era famosa como sex-symbol internacional y que su presencia al lado de David Duchovny probablemente hubiera creado una dinámica completamente diferente entre los personajes. Sobre todo a la hora de comercializar y promocionar la idea cuando el perfil profesional de Pamela Anderson giraba en torno a su cuerpo y belleza.

Afortunadamente Gillian Anderson contaba con un aliado. Chris Carter se mantuvo firme en sus deseos de que ella encarnara a la Scully de sus sueños. “Al principio, nadie confiaba en que yo pudiera hacer nada” dijo la actriz. “No tenía un currículo detrás de mí y, ciertamente, Fox sentía que no era la persona adecuada para el trabajo".

Evidentemente, esos ejecutivos se equivocaban con su visión inicial. Porque Gillian Anderson no solo ganó varios premios, desde el Emmy a dos premios SAG consecutivos por su trabajo en Los expedientes secretos X, sino que se convirtió en un referente en mayúsculas para las mujeres en general. El personaje desafió los clichés convencionales en torno a las mujeres en el género de ciencia ficción, creando un perfil tangible que tenía mucho más que aportar a nivel de inteligencia que adorno para la acción. No solo se ganó la aprobación unánime de los fans (que fuimos muchos), sino que la propia actriz contó que muchas mujeres que trabajan en el campo científico se acercan para decirle que las inspiró para convertirse en doctoras o científicas. Es más, en 2018 Fox encargó un estudio entre unas 2.000 mujeres que durante la emisión de la serie hubieran tenido alrededor de 12 años para cuantificar el impacto del personaje. Y los resultados fueron increíbles: el 63% que se dedican ahora a la ciencia afirmaron que Dana Scully las influyó, y el 91% dijo que el personaje fue un modelo a seguir.

Y todo esto lo consiguió mientras lidiaba con el machismo de Hollywood. Porque además de descubrir que le pagaban menos que a su compañero masculino, tuvo que frenar los pies a ejecutivos que le dijeron que caminara por detrás de Duchovny en las escenas. Como si quisieran darle más importancia y liderazgo al hombre de la historia. Un símbolo que transpira una visión machista y de mujer sumisa totalmente injustificada. “Esperaban que caminara por detrás [de David Duchovny] cuando [los personajes] entraban por la puerta de la gente que estábamos investigando” dijo a Variety en 2022. “Hubo cosas contra las que me rebelé”

Además, también compartió en 2014 a la revista Red Online que al principio la disparidad salarial era masiva. Pero eso pasa todo el tiempo en Hollywood. ‘Haz esto por mí y te daré trabajo’”

Gillian Anderson no solo cobró mucho menos que su compañero durante las primeras tres temporadas, sino que volvió a vivir el mismo problema en 2016. Cuando la serie preparaba su regreso con una décima temporada, la actriz recurrió a su popularidad para destapar la realidad que vivían las mujeres en la industria dando a conocer que, en ese momento, las cosas no habían cambiado. Porque al negociar su regreso, el estudio intentó, otra vez, pagarle menos que a David Duchovny.

Lo dijo en una entrevista para The Hollywood Reporter, contando que había tenido que poner el freno después de haber revelado la disparidad salarial en el pasado. "Íbamos a volver a hacer otra temporada y Fox vino a ofrecerme, no sé, una décima parte de lo que le ofrecían a mi coprotagonista", dijo la actriz de 54 años. "Ese fue el punto en el que dije: 'A la mierda con esto. De hecho, voy a hablar de esto [públicamente]'". Y así lo hizo. Y si bien no se reveló la cantidad, según una fuente del mismo medio, la negociación de Gillian dio sus frutos y ambos cobraron lo mismo.

Desde aquellos inicios en Los expedientes secretos X, Gillian Anderson se ha convertido en icono televisivo y referente feminista en la industria. Lo hizo a través de sus trabajos con personajes imponentes y libres, como en The Fall o Sex Education, y a través de sus libros sobre empoderamiento femenino. Gillian no tiene miedo en destapar la verdad tras la fachada glamurosa del éxito y en 2017, cuando The Washington Post reveló que solo se habían contratado a hombres para la sala de guionistas que iba a trabajar en las nuevas temporadas de la serie de ciencia ficción, ella respondió en Twitter que “2 de 207 episodios fueron dirigidos por mujeres”.

De esta manera, mientras los hijos de los 90s vivíamos pesadillas con las historias paranormales más adictivas de la televisión, Gillian Anderson luchaba por su ascenso profesional contra la desigualdad de género. Si no hubiera tenido la visión de Chris Carter como aliada infalible, quién sabe qué tipo de serie hubiéramos visto o qué rol hubiera cumplido Dana Scully en la historia. Pero Gillian se impuso creando un icono televisivo sin tener que caminar nunca detrás de nadie.

Los expedientes secretos X está disponible completa en Star+.

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