¿Conocías los beneficios del chile y otras especies picantes para el organismo?
Pensé que era una broma o el protagonista de algún cuento infantil de terror, pero no. El chile fantasma existe. También conocido como guindilla fantasma, naga jolokia, bhut jolokia, o ghost pepper, entre otros nombres, este es uno de los chiles más picantes del mundo, y resulta que al indagar sobre este vegetal de nombre curioso, pudimos descubrir los beneficios del chile picante y otras especias para el organismo.
El chile fantasma es solo uno de las más de 250 variedades de chiles picantes que hay en el mundo, según la lista del blog dedicado al tema, El Holandés Picante. Nada más en México existe un mínimo de 50 variedades diferentes, entre las que se encuentran el jalapeño, el serrano, el chipotle, el chile de árbol, y el habanero, según refiere el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Hay muchos mitos en torno a la ingesta de picantes y la salud. Algunos de estos dictaminan que el chile y otras especias picantes causan enfermedades digestivas, que pueden irritar el estómago y causar hemorroides, mientras que otros señalan que el picante es un aliado poderoso en los procesos de pérdida de peso, que mejora la circulación sanguínea. La lista es interminable, y es lógico pues estos ingredientes forman parte de la gastronomía de muchos países desde hace miles de años, según reseñan en BBC, y con tanta historia siempre hay mucha tela qué cortar.
Sin embargo, se han estudiado los beneficios de chiles y especias picantes -como jengibre, que es un conocido antioxidante; curry, paprika, pimienta de cayena, entre muchas otras- y las noticias son alentadoras.
Para empezar, la nutrióloga Laura Romero consultada por Muy Interesante dice que el ingrediente que concentra mayores beneficios es la capsaicina, y es esta la que justamente le otorga picor al sabor de estos ingredientes y está compuesta de agua, azufre, calcio, hierro, magnesio, potasio, sodio, yodo y vitaminas como vitaminas A, B1, B2, B6, entre otras sustancias, pero además investigaciones han demostrado que lejos de dañarlo, protege el estómago.
Una revisión publicada en Critical Reviews and Food Science and Nutrition dice que muchos estudios han concluido que la capsaicina “no estimula sino que inhibe la secreción de ácido, estimula las secreciones alcalinas y mucosas y, en particular, el flujo sanguíneo de la mucosa gástrica, lo que ayuda a prevenir y curar las úlceras. La capsaicina actúa estimulando las neuronas aferentes en el estómago y las señales de protección contra los agentes que causan lesiones”. Cuando aparecen síntomas de problemas digestivos, no son causados por la capsaicina, sino que probablemente ya estaban allí y el consumo de picante los incentivó.
Por otra parte, también se ha asociado el consumo regular de picante, especialmente de la capsaicina, con la inhibición del desarrollo de células de cáncer de próstata. Así lo indica un estudio realizado en ratones y que está contenido en el portal de la American Association for Cancer Research, donde se especifica que también inhibe el desarrollo de tumores sin causar toxicidad grave en los animales. “Estos resultados sugieren que la capsaicina puede tener un papel en el tratamiento de los pacientes con cáncer de próstata, incluso en aquellos que son refractarios a la terapia hormonal”.
Además, según el Instituto Mexicano de Seguro Social, el picante “estimula la liberación de endorfinas sustancias propias del cerebro que producen sensación de placer”, pero también alerta sobre las desventajas de consumirlo en exceso porque podría irritar el intestino y otras mucosas.
Por último y no menos importante, estudios afirman que el picante nos ayuda a vivir más tiempo. Uno publicado por BMJ Medicine concluye que “el consumo habitual de alimentos picantes se asoció inversamente con la mortalidad total y por determinadas causas, independientemente de otros factores de riesgo de muerte”.
En este estudio se cita otras investigaciones que demostraron que las especias y sus componentes bioactivos, como la capsaicina, influyen en una menor incidencia de cáncer; así como también brindan beneficios en el tratamiento de afecciones cardiovasculares y dermatológicas, entre otras.
3 consejos para disfrutar del picante
Después de descubrir todas sus virtudes es lógico que sintamos ganas de incorporar el sabor picante a nuestra dieta regular, sobre todo si no hemos sido criados dentro de una cultura de alto consumo de picante, pero para hacerlo con éxito debemos tomar en cuenta algunas recomendaciones.
1) Prudencia e información
Podemos comenzar con las especias como el curry, el jengibre o la pimienta, sumándolas a nuestras recetas cotidianas con mucha prudencia y progresivamente, por ejemplo una vez a la semana, añadimos un toque de picante a nuestras comidas. Así se va construyendo la tolerancia.
2) Atención a la intensidad
La capsaicina está en chiles, pimientos, pimentones, pimienta de cayena y se concentra en las semillas de estos alimentos, con lo cual hay variedad para ir incorporando nuevos sabores, pero será muy útil estar al tanto de la intensidad del picor. Para ello existe la escala de Scoville, que resulta una guía ideal para quienes abordan este fascinante mundo del picante.
3) Acompañantes
No deberíamos comer el picante solo, sino acompañarlo de galletas, pan, papas, verduras. También el cilantro y el limón ofrecen una combinación refrescante que contrarresta el picante. Si se nos va la mano, el mejor líquido para aliviar el picor es la leche. Un estudio de la Universidad Estatal de Nuevo México, así o demuestra y señala que otros productos lácteos también ayudan, así como también el azúcar.
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