¿Croissants secos y duros? Aquí tienes 6 ideas para aprovecharlos
Es una de las mejores experiencias para los golosos en general y los amantes del hojaldre y la bollería francesa en particular: un croissant artesanal perfectamente hecho (algo nada fácil -con honrosas salvedades- de encontrar), con su aroma inconfundible a mantequilla, ese mordisco que cruje y que, a mismo tiempo, es pura suavidad en su interior… ¡Imbatible!
Tal es la experiencia que un croissant rico puede proporcionar al paladar, que esta pieza cuenta, incluso, con su propio día mundial, marcado en el calendario gastro cada 30 de enero. Fecha que en ¡HOLA! Cocina nos encanta celebrar, proponiéndoos recetas, o contándoos en qué pastelerías podemos encontrar algunos de los mejores.
Hoy, sin embargo, queremos incidir en nuestra conciencia de ‘Desperdicio Cero’. Ya sabéis que no nos gusta que ningún alimento termine en la basura antes de tiempo; tampoco esos croissants que, por el motivo que sea, se nos han quedado duros o secos en la despensa. Así que, he aquí algunas ideas prácticas en este sentido:
Para hacer croissants rellenos. Es la alternativa más sencilla y a propósito de ella ya os hemos dado muchísimas ideas. Aquí un otro par de ideas muy fáciles.
-Ejemplo de croissant dulce:corta del croissant por la mitad, úntalo con crema de chocolate o dulce de leche. Cierra y caliéntalo unos segundos en el micro o en el horno.
-Ejemplo de croissant salado:Ábrelo, unta un poco de mantequilla en sus caras interiores, pon un par de lonchas de jamón dulce y queso rallado (debe ser un queso que funda bien: emmental, gouda, gruyere…). Cerrar y cocinar unos minutos en el horno o vuelta y vuelta a la plancha en la sartén.Para hacer bases de tartas:
Cuando el croissant se ha quedado seco, puedes hacer migas con él triturándolo. Luego lo mezclas con mantequilla, como harías con las típicas galletas María o tipo Digestive para hacer bases de tartas (como las Cheesecakes, por ejemplo).Para hacer Frensch Toats:
Cortas el croissant duro de forma longitudinal, por la mitad. En una mezcla de huevo batido, leche y azúcar, bañas las mitades de croissant y las fríes hasta que estén doradas. Puedes servir con miel mermelada, frutas frescas, sirope…
Para hacer un pudding de croissant:
Corta los croissants duros en trozos pequeños, colócalos en un recipiente grande o, directamente, en un molde para hornear previamente engrasado con mantequilla. En un tazón mezcla huevos batidos, leche y azúcar (para tres croissants podrían ser 3 huevos, dos tazas de leche y media de azúcar). Bate todo bien hasta que el azúcar se disuelva. Vierte la mezcla líquida sobre los trozos de croissant, asegurándote de cubrirlos completamente. Puedes sumar también unos frutos secos troceados, unas pepitas de chocolate… (antes de añadir el huevo). Deja reposar la mezcla durante 10-15 minutos para que los croissants absorban bien el líquido. Hornea con el horno precalentado a 180ºC durante 35-40 minutos hasta que esté dorado en la parte superior y firme al tacto (si metes un cuchillo y sale limpio, estará listo).Para hacer picatostes:
Al igual que con el pan duro, puedes hacer ‘picatostes’, pero de croissant. Lo cortas en cubos, los aderezas como prefieras (por ejemplo, con un poquito de aceite, sal, pimienta, ajo en polvo o las especias de tu gusto) y los horneas hasta que estén crujientes. Luego los puedes sumar a cremas, ensaladas, etc.Para hacer pan rallado de croissant:
Tritura el croissant para hacer pan rallado y úsalo para empanar pollo, pescado, verduras. Aportará un sabor más rico y mantecoso.