El día que Bruce Willis estuvo al borde de la muerte mientras grababa Duro de matar: “Casi no llego”
A comienzos de 2022, una dura noticia rompió el corazón de los fanáticos del cine, especialmente de aquellos que disfrutan de las icónicas películas de acción que marcaron la historia de Hollywood. Bruce Willis, protagonista de éxitos como Sexto sentido y El Protegido, daba un paso al costado de la actuación por un desgarrador motivo. Le diagnosticaron afasia, un trastorno neurológico que puede generar dificultad en la expresión o en la comprensión. Con ese contexto, durante el último año su salud mantuvo en vilo a los fans. Sin embargo, ellos mismos se enteraron, en los últimos días, de una información desconocida que los tomó completamente desprevenidos: hace años, mientras realizaba una escena de alto riesgo para Duro de matar, el actor casi pierde la vida.
Corría 1988 cuando un Bruce Willis de 34 años daba el gran salto de su carrera como el protagonista de una de las películas de acción más aclamadas del cine: Duro de matar (Die hard, su título original). Allí interpretó a John McClane, pero en realidad fue elegido luego de que los actores que fueron pensados para el papel, Arnold Schwarzenegger, Sylvester Stallone, Burt Reynolds, Richard Gere y Harrison Ford, se negaron a aceptarlo. El film, que se grabó en Fox Plaza, un rascacielos de Los Ángeles donde se encuentran las oficinas de Fox, y que en la ficción se llamó Nakatomi Plaza, fue un rotundo éxito y no tuvo solo una entrega, sino cinco.
Pero lo que nadie sabía era que mientras se grababa la primera parte, ocurrió una situación que tuvo a los productores y realizadores con la garganta en la boca y que involucró directamente a Willis. ¿Qué sucedió 35 años atrás en el set de filmación? Pensaron que había muerto calcinado después de hacer una escena de riesgo.
En su nuevo libro, The Last Action Heroes: The Triumphs, Flops, and Feuds of Hollywood’s Kings of Carnage (Los últimos héroes de acción: los triunfos, los fracasos y las peleas de los reyes de la carnicería de Hollywood), Nick de Semlyen, el autor de Wild and Crazy Guys: How the Comedy Mavericks of the ‘80s Changed Hollywood Forever y también editor de la revista cinematográfica Empire, recordó a los emblemáticos héroes de las cintas de acción hollywoodenses más memorables de los 80 y 90 como lo fueron Duro de matar y Teminator, entre tantas otras.
En un fragmento donde habló de la película que protagonizó Willis en la década del 80, hizo una impactante revelación: los productores pensaron que había muerto luego de un riesgoso salto en una escena de acción donde hubo fuego. “Mientras esperaba, frotándose las manos y vistiendo solo un par de pantalones negros, una manguera contra incendios blanca estaba enrollada alrededor de su estómago desnudo, una ametralladora Heckler & Koch MP5 colgaba de una correa de su cuello y un gel viscoso se untaba sobre su piel expuesta”, reza una parte del libro.
En este contexto, el autor reveló que Bruce quiso saber para qué era ese gel que tenía en la piel y recibió una respuesta no del todo alentadora: para evitar que se prendiera fuego. Para la escena, el actor tuvo que saltar desde una tarima hasta un airbag que amortiguaba su caída, pero mientras eso ocurría explotaban bolsas de combustible, es decir, había fuego. Según explicó Willis, el impacto de las llamas hizo que el salto sea demasiado brusco y aterrizara justo en el borde de la bolsa de aire, algo que no se suponía que debía pasar.
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“Cuando aterricé, todos vinieron corriendo hacia mí y pensé que me iban a decir: ‘Buen trabajo’. Pero lo que estaban haciendo era ver si estaba vivo porque casi no llego al airbag”, escribió el autor del libro citando a Bruce. Si bien la escena fue de alto riesgo e incluso temieron por la vida del protagonista, la película se convirtió en un verdadero éxito y Willis interpretó a su personaje no una, sino cinco veces.