Desnuda e incómoda: Florence Pugh reveló que vivió una situación que la hizo sentir “vulnerable” durante la filmación de Oppenheimer

Desnuda e incómoda: Florence Pugh reveló que vivió una situación que la hizo sentir “vulnerable” durante la filmación de Oppenheimer
Desnuda e incómoda: Florence Pugh reveló que vivió una situación que la hizo sentir “vulnerable” durante la filmación de Oppenheimer - Créditos: @Vianney Le Caer

Cuando Florence Pugh comenzó a contar que había pasado una mala experiencia en el set, muchos pensaron que al fin iba a romper el silencio y contar qué fue lo que pasó durante la filmación de No te preocupes, cariño, la accidentada película que protagonizó junto a Harry Styles bajo la dirección de Olivia Wilde. Sin embargo, la actriz sorprendió a todos al revelar la incómoda situación que vivió en Oppenheimer, uno de los films favoritos de cara a la nueva entrega de los premios Oscar .

La actriz compartió aquella experiencia junto al público, después de una proyección de la película dirigida por Christopher Nolan, en una especie de charla abierta. Allí, contó que se sintió muy vulnerable mientras realizaba una escena de sexo junto a Cillian Murphy. El problema, dijo, no fue la escena en sí, sino el hecho de que ella y su colega tuvieron que mantenerse desnudos ante el equipo de filmación cuando las cámaras dejaron de filmar.

La película narra la vida de J. Robert Oppenheimer, un físico teórico que fue fundamental en el desarrollo de la bomba atómica, un elemento que los Estados Unidos utilizó en 1945 sobre Hiroshima y Nagasaki, y que mató a cientos de miles de civiles japoneses. En ella, Pugh interpreta a Jean Tatlock, una figura del partido comunista que mantiene un romance con el protagonista, interpretado por Murphy. El film contiene tres escenas de sexo entre ellos, y Pugh no especificó en cuál de ellas se presentó el inconveniente.

Lo cierto es que mientras filmaban una de esas escenas íntimas, una de las cámaras principales se rompió. Entonces, según contó Pugh, todo el equipo tuvo que hacer una pausa mientras intentaban repararla. Eso la dejó junto a Murphy, desnudos y de pie, mientras esperaban que todo se resolviera.

Más allá de que claramente no fue una situación fácil, la actriz asegura que en aquel momento no dejó que lo que estaba ocurriendo le afectara. Es más, la actriz usó lo ocurrido como ejemplo de una teoría que puede ser entendida de diferentes maneras: según ella, Oppenheimer se filmó como si fuera una producción de Hollywood de la vieja escuela. Según expresó, en todo momento se sorprendió por cómo el equipo iba solucionando los problemas de manera casi artesanal. Incluso durante ese incómodo parate en la filmación, Pugh asegura que aprendió un par de cosas técnicas.

Justamente, esa especie de aura de película clásica es una de las características que distingue a Oppenheimer de las demás producciones que compiten por los Oscar; y, para muchos, ese será uno de los motivos por los que Hollywood seguirá con su costumbre de homenajearse a sí mismo otorgándole varios de los premios por los que está nominada. En total, compite en 13 categorías: mejor película, mejor dirección, mejor actor (Murphy), mejor actor de reparto (Robert Downey J.), mejor actriz secundaria (Emily Blunt), mejor guion adaptado, mejor fotografía, mejor montaje, mejor sonido, mejor banda sonora, mejor diseño de producción, mejor maquillaje y peluquería, y mejor vestuario.

A la hora de aceptar su papel en la película, Pugh también tuvo en cuenta que se trataba de una gran producción. Incluso, contó qué le dijo Christopher Nolan a la hora de ofrecerle el rol: “Se ocupó de que supiera que mi personaje no era protagónico y me dijo que entendía si me negaba a aceptarlo. Fue gracioso, porque a mí no me importaba, hubiese aceptado incluso si me tocaba interpretar a una chica que sirve de café en un bar a la que se ve de a lo lejos”.