El clásico navideño que selló el legado de Bruce Willis a regañadientes
El actor nunca estuvo de acuerdo con las teorías que llevan 35 años existiendo en torno a 'Duro de matar'
El punto de inflexión más importante en la carrera de Bruce Willis sucedió hace 35 años. Fue con una película que pudo rodar gracias “a un milagro” y que complicó las cosas a Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone al introducir otro tipo de héroe de acción al que nos tenían acostumbrados. Evidentemente hablo de Duro de matar, el clásico de 1988 que nos presentó un héroe más creíble, que no alardeaba de músculos, letalidad o fuerza bruta, sino que hacía que el humor, camaradería y conflictos maritales fueran sus armas para conectar con el público.
Pero también fue una película que selló su legado a través de un debate que persiste con los años: ¿es Duro de matar una película navideña? Hay quienes todavía lo cuestionan y otros que lo mantenemos como verdad absoluta -guionista y estudio incluido- aunque sea a regañadientes del mismísimo Bruce Willis.
EL DEBATE QUE A BRUCE WILLIS NO LE HACÍA GRACIA
El 2023 ha sido un año difícil para Bruce Willis y su familia. Después de anunciar en febrero que el actor había sido diagnosticado con demencia frontotemporal, las noticias continuaron siendo duras de asimilar. “No sabemos el tiempo que le queda”, dijo una fuente cercana a US Weekly hace unos días. Una revelación que supone un golpe bajo para su familia y un augurio triste para todos aquellos que crecimos con su figura como una constante del cine moderno. Y en homenaje a él tras este año difícil, hablemos entonces del gran legado “navideño” que nos dejó precisamente para estas fechas.
Bruce Willis era el último de la lista entre los actores deseados por los productores. Por motivos contractuales, el estudio estuvo obligado a ofrecerle el papel a Frank Sinatra (había estado asociado a una especie de precuela de Duro de matar titulada El detective). Como ya tenía 70 años, decidió declinar la oferta. Lo mismo hicieron Arnold Schwarzenegger, Richard Gere, Burt Reynolds, Harrison Ford, Sylvester Stallone, Nick Nolte, Don Johnson, Mel Gibson y hasta Richard Dean Anderon. Willis fue el siguiente, que también dijo que no porque su contrato con la serie Luz de luna no le dejaba espacio para rodar el filme.
Pero entonces tuvo un golpe de suerte: su compañera, Cybill Shepherd, reveló que estaba embarazada. “Ya había leído el guion de Duro de matar una vez, pero tuve que pasar por la serie”, dijo Willis a EW en 2007. “Pero sucedió un milagro -Cybill Shepherd se quedó embarazada y nos pararon durante 11 semanas- justo el tiempo suficiente para que yo corriera por la torre Nakatomi”.
Duro de matar llegó a los cines en julio de 1988 y enseguida se convirtió en una producción altamente rentable con una recaudación de $142 millones sobre un presupuesto de $28 millones. Si prestan atención a la fecha se darán cuenta que la película se estrenó en el verano del hemisferio norte. Esa época de ropa liviana, días largos y espectáculo con sabor a blockbuster en cartelera. Este detalle y la base de género de acción son los principales motivos por los que muchos defienden que no es una película navideña.
Y Bruce Willis tenía una excusa personal para definir que Duro de matar no lo era. Durante su paso por el programa de humor The Comedy Central Roast of Bruce Willis de 2018, el actor miró a los asistentes y dijo: “Hice este brindis cómico por un solo motivo, para resolver algo de una vez por todas. Ahora, por favor, escuchen atentamente, ¡Duro de Matar no es una película navideña!”
“¡Es una maldita película de Bruce Willis! Yippee Ki-Yay”, gritaba.
Y se entiende. Duro de matar fue una película que definió el camino hacia el éxito de su carrera. Fue la producción que rompió con su imagen de galán cómico que estaba creando con Luz de luna, permitiéndole abrirse paso como estrella de acción. La que definió su presencia en el género, la que creó un nuevo tipo de héroe y selló su legado como una figura constaste en este tipo de cine pero, además, la que ayudó a crear ese perfil de acción y humor arrogante que tanto desparramó por toda su filmografía hasta hacerlo icónico. Un humor que fue idea suya después de prepararse para el rodaje a través de charlas con varios policías que habían vivido situaciones extremas.
“Podría fácilmente convertirse en una película de mata-a-todos”, dijo hace tiempo, según The Independent. “Pero cuando tu vida está en peligro, cuando puedes morir en cualquier momento, surge un extraño sentido del humor. A través de la preparación que hice hablando con varios oficiales, me ayudaron a encontrar ese humor negro”.
Sin embargo, aunque a Bruce Willis no le causara gracia, Duro de matar es al final una película navideña.
Y a las pruebas me remito.
A FAVOR DEL CLÁSICO NAVIDEÑO
Uno de los primeros en pronunciarse fue el guionista Steven E. de Souza, quien intentó cerrar el debate en las navidades de 2017. Lo hizo con humor al responder a un usuario de Twitter (ahora X). “Estoy seguro de que lo sopesaste, pero nunca te oí a ti o a Jeb Stuart (el otro guionista) ofrecer tu opinión si Duro de matar es una película navideña”, le preguntaba el usuario. “Si, porque el estudio rechazó el borrador de Purim”, respondió haciendo referencia a la festividad judía mientras añadía el hashtag definitivo #DieHardIsAChristmasMovie (Die Hard es una película navideña).
El estudio detrás del filme, 20th Century Fox, fue más lejos al lanzar un tráiler en 2018 cuando celebraban su trigésimo aniversario, promocionándolo sin tapujos como clásico navideño. La tonalidad del avance, la música, la repetición constante de la referencia navideña… todo la definía definitivamente como una película festiva.
Hasta el director John McTiernan (Depredador) entró en el debate en el podcast de la revista Empire (vía Express), asegurando que “no se suponía que iba a ser una película de Navidad” pero que, al final, la última palabra la tiene el público. “No nos corresponde a nosotros decir [si es una película navideña], es la gente. Corresponde a la audiencia decirlo. Si el público decide que quiere convertirla en una película navideña, es una película navideña. Y resulta que así es”.
Y, en mi opinión, no se equivocan. Hace poco volvía verla de nuevo para refrescarme la memoria y me pareció más navideña todavía. Quizás porque estaba buscando las referencias que definieran de una vez por todas mi postura, pero es que están ahí, delante de nuestras narices.
La temática festiva abunda en la historia de principio a fin. La primera secuencia arranca con una banda sonora navideña (los cascabeles empiezan a sonar de fondo cuando John entra al aeropuerto después de aterrizar en Los Angeles). Al llegar al edificio donde está su esposa se encuentra con que están celebrando una fiesta navideña. Incluso hay una figura de Papá Noel que toma protagonismo en una secuencia de acción.
A esto se suman los villancicos que no dejan de sonar en prácticamente toda la película. Además del mensaje de unión familiar que habla de reconciliación, aceptar las diferencias y pedir perdón, junto a deseos de “Feliz Navidad” que repiten muchos personajes y un final que concluye, nada menos, con el clásico festivo Let it snow. Es imposible verla sin sentir la percepción navideña, que estamos ante una historia esencialmente festiva con todas las referencias habidas y por haber. Sí, es una película de acción. Pero una película de acción navideña.
Cada uno puede sacar sus propias conclusiones. Pero, aunque Bruce Willis sentenciara que Duro de matar era su película sin más, existen demasiadas referencias como para que no pase a la historia como uno de los mejores clásicos navideños de la historia.
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Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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