George Clooney y la vergüenza por 'Batman y Robin' que no logra superar 26 años después

Cualquiera diría que, cuando se trata de Batman, George Clooney no logra pasar página. Porque han pasado más de 26 años desde su paso por Ciudad Gótica y todavía sigue hablando y recordando su trabajo con un nivel de desdén inusual en Hollywood.

Personalmente, no recuerdo a ningún actor que repita y señale su rechazo hacia una película propia con tanta insistencia como lo hace este actor y director. Es cierto que Batman y Robin (1997) fue un desastre de proporciones épicas, la que peor calificación de la crítica obtuvo de toda la saga al completo y la que menor recaudación cosechó en taquilla desde el regreso del personaje con el Batman de Michael Keaton en 1989 (hasta LEGO Batman: la película tuvo más éxito). Pero lo de George Clooney ya es cansino.

En realidad, el actor de La gran estafa siente tanto rechazo por su trabajo como el caballero de la noche, los pezones de su Batitraje, las frases y situaciones bochornosas del guion así como su propia actuación desganada, que se ha convertido en una broma recurrente en sus entrevistas y declaraciones. Tanto que ha conseguido saturarnos con la misma historia, sin tener en cuenta que, después de tantos años repitiendo lo mismo y cuando se trata de la película peor recordada de la saga, el público no tiene el mismo interés que si recuerda otros proyectos del pasado.

Como se pueden imaginar leyendo estas líneas, George Clooney ha vuelto a burlarse del filme. De nuevo.

Esta vez fue en el estreno de su nueva película como director, The boys in the boat, donde ET le preguntó si consideraría volver al personaje de Batman después de sumarse a la gran lista de cameos que aparecieron en The Flash. Por si no la vieron, en la película de DC protagonizada por Ezra Miller, el superhéroe veloz transita por un universo alternativo, topándose en su aventura con diferentes versiones de Bruce Wayne o su altergo, Batman (desde Clooney a Ben Affleck y Michael Keaton).

Sin embargo, en lugar de responder con una respuesta coherente, una frase que demuestre que este capítulo de su vida quedó en el pasado o un simple 'no', George Clooney volvió a recurrir a su conocido tono bromista para repetir que su rechazo sigue siendo el mismo.

"No creo que haya suficientes drogas en el mundo para hacerme volver de nuevo", dijo en la premiere de Los Angeles. "Pensé que había mucho clamor para que volviera como Batman, ya sabes, había clamor", explicó sobre su cameo a modo de broma, como señalando irónicamente el desinterés que provoca su pasado como Batman. "De hecho dije: '¿Dónde están mis pezones de goma?' Y me dijeron: '¿Podemos hacerlo sin ellos?' Y pensé: 'Bueno, en realidad no es mi Batman, ¿verdad?'", matizaba volviendo a recordar la misma broma que persigue a esta película en torno a los pezones que colocaron sobre el batitraje.

Sin embargo, esta tendencia hacia la repetición bromista resulta agotadora a estas alturas porque simplemente nos recuerda que George Clooney siente tanto rechazo y vergüenza por su película e interpretación que sigue intentando reírse de ella cuando ya no causa gracia. No solo porque ya dijo lo mismo hasta provocarnos déjà vu a lo largo de los años, sino porque han habido más versiones de Batman desde entonces, y mucho mejores, que nos ayudaron a pasar página olvidando al suyo casi por completo.

LAS PRUEBAS DE LA REPETICIÓN CANSINA

George Clooney habló de lo mismo durante una sesión de preguntas en Nueva York tras la proyección de The Tender Bar, su película previa como director que protagonizaban Ben Affleck y Tye Sheridan. Cuando le preguntaron por sus actuaciones en películas de gran éxito frente a títulos más impulsados por los personajes, Clooney volvió a sacar el tema de su actuación en Batman y Robin sin ni siquiera venir a cuento, volviendo al mismo discurso de siempre.

“Hice una película de superhéroes y la fastidié tanto que no me dejaron acercarme al set”, respondía en 2021. “No quiero meterme en todos los pezones de los murciélagos”, continuaba bromeando.

Como apuntaba previamente, sus palabras podrían ser divertidas y curiosas para cualquiera que recuerde a ese Batman que interpretó junto a Chris O'Donnell (Robin), Alicia Silverstone (Batichica), Arnold Schwarzenegger (Sr. Frío) y Uma Thurman (Hiedra Venenosa) en la cinta dirigida por Joel Schumacher en 1997, pero es que Clooney no para de repetirse.

Otro ejemplo lo encontramos unas semanas antes de las declaraciones citadas cuando, en una entrevista con Variety, sacó de nuevo el tema para señalar que nunca dejará que su mujer, Amal Clooney, y sus hijos, los gemelos Alexander y Ella, vean la película. "Hay ciertas películas en las que simplemente digo: 'Quiero que mi esposa me respete'", decía, como dejando claro que Batman y Robin le da vergüenza.

Antes también lo hizo durante la promoción de Cielo de Medianoche en el programa de Howard Stern de SeriousXM en 2020, cuando dijo que antes de que su amigo Ben Affleck se enfundara la indumentaria de Batman le aconsejó que no “tenga pezones en el traje”. Y no solo esto, también volvió a cargar contra la cinta diciendo lo que todos ya sabemos.

“Batman y Robin es tan mala que incluso duele verla. Cambio de canal cuando de pronto aparece y digo ‘oh, no, no, no’”, afirmaba antes de tratar de justificar su elección del papel. “Por aquel entonces yo sólo era un novato que conseguía un trabajo como actor. No era el tipo que podía dar luz verde a alguna película”. Y en eso no se equivoca.

Porque cuando George Clooney llegó a Batman y Robin, tomando el testigo de una saga por donde ya habían pasado Michael Keaton y Val Kilmer con éxito, el actor todavía no había demostrado su posición en Hollywood comandando blockbusters o dirigiendo cintas aclamadas por la crítica. La plataforma más importante de su carrera en ese momento era la serie Sala de urgencias y el cine recién empezaba a llamar a su puerta con películas como Del crepúsculo al amanecer o producciones con recepciones muy tibias como fueron Un día muy especial o El pacificador. Otra prueba de ello es que, según dijo en la mencionada entrevista a Howard Stern, Arnold Schwarzenegger cobró $25 millones por su papel de villano en Batman y Robin cuando él, como protagonista, habría cobrado un millón.

A su vez, también en la promoción de Cielo de medianoche, lamentó su trabajo como el superhéroe de DC en un encuentro con GQ, tratando de demostrar ser honesto consigo mismo y crítico con el trabajo que lleva a cabo. “La única manera en la que se puede hablar honestamente de algo es incluyéndote a ti mismo y tus carencias. Cuando digo que Batman y Robin es una película terrible, siempre digo que estuve terrible en ella. Porque lo estaba, el número uno”, señalaba en aquella intervención.

Y lo mismo en años anteriores, como cuando en 2019 le dijo a The Hollywood Reporter que el fracaso de Batman y Robin le ayudó a enderezar su carrera. Y si seguimos echando la vista atrás, encontramos incluso declaraciones que vienen de 2011, cuando también se autoculpó por los malos resultados de Batman y Robin. “Si voy a ser Batman en la película Batman y Robin, no puedo decir que no haya funcionado y luego no tener parte de la culpa por eso", admitía para Total Film.

Una vez repasada la hemeroteca, creo que es hora de que George Clooney se de cuenta que llegó el momento de pasar página. Que no hace falta seguir repitiendo el rechazo y vergüenza tras un mal trabajo porque, sinceramente, creo que al público nunca le interesó su Batman ni permanece tampoco en la memoria colectiva. Nos puede causar gracia de vez en cuando con su desprecio letal hacia el filme, pero no existe la misma conectividad nostálgica con otras versiones del héroe de DC como para que deje huella.

La verdad es que, de los actores que han dado vida al murciélago, posiblemente su papel sea de los menos recordados. Y creo que la repercusión en torno a los cameos de The Flash lo demuestran a través de un nivel de expectación que estuvo centrado casi exclusivamente en Ben Affleck y Michael Keaton. Tengo la sensación que la aparición de George Clooney no generó conversación alguna. Que, en realidad, hasta la aparición de Nicolas Cage como el Superman que nunca fue tuvo más repercusión.

Por lo tanto, tal vez es hora de que George Clooney tire la toalla. Fue una película que formó parte de sus inicios y su primera oportunidad en la gran maquinaria de los blockbusteres de Hollywood. No fue ni el primer ni último actor en ofrecer una mala interpretación o formar parte de un producto ridículo. Ahí mismo tenemos a Brad Pitt y su terrible Mundo Cool o Jennifer Aniston sintiendo vergüenza de El duende. Y no pasa nada. Clooney tiene suficientes producciones a sus espaldas que hacen sombra al pasado fallido con Batman. Fue un mal trabajo y a otra cosa mariposa.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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