El falso mito de que el limón aclara el color de los ojos y cura la conjuntivitis
El limón es una de las frutas a las que se le han adjudicado mayor cantidad de propiedades saludables. Según el conocimiento popular, el limón es bueno para eliminar la gripe, para la piel, para fortalecernos y hay quien se atreve a usarlo en los ojos porque según dicen los limpia, aclara la esclerótica (lo blanco), y hasta el color del iris.
“No importa si arde, es más, si arde es porque está haciendo efecto", puede argumentar algún valiente que se ha aplicado el remedio casero, pero vale la pena preguntarse si realmente funciona, porque en vez de a cuidado suena a tortura.
"Resulta que el jugo de limón contiene tres ácidos: ácido cítrico, ácido málico y ácido ascórbico, que cuando se ponen en contacto con la piel pueden causar quemaduras químicas, especialmente si la piel está expuesta al sol. Estas quemaduras generan inflamación que puede hacer que la piel se aclare o se vuelva más oscura, y de esta experiencia se comenzó a asociar que el limón también podría aclarar el color de los ojos, pero esto es falso", explica la doctora Vanessa Fuentes, médico oftalmólogo, investigadora y coach visual digital.
A lo largo del tiempo se ha dicho que las propiedades antisépticas del limón pueden incluso curar la conjuntivitis, de hecho en Yucatán, México, según medios locales, es un remedio muy común, pero lo cierto es que con el ácido del fruto lo que podemos conseguir es una quemadura.
"Si te pusieras jugo de limón puro en el ojo, es muy probable que termines con una quemadura de ácido, lo que resulta en una córnea nublada y dañada, sin mencionar que esta quemadura en los ojos también puede provocar aumento de la presión intraocular, dañar las fibras de colágeno y comprometer los cuerpos ciliares de los ojos. Lo mejor es siempre ceñirse a los productos farmacéuticos estériles para colocar en los ojos", recomienda la experta.
Cambiar el color de los ojos sí es posible
Aunque hasta este punto hemos aclarado el mito del limón, la buena noticia es que sí existe una técnica médica para cambiar el color de los ojos y no es tan sencillo como la aplicación de una gota.
"Hay dos técnicas y láseres para cambiar el color de los ojos. Estos son procedimientos relativamente nuevos. El primero de ellos se llama queratopigmentación, que consiste en crear un túnel dentro de la superficie anterior del ojo llamado córnea y luego se inserta un pigmento especial que cubre el color natural de tu ojo. Hasta ahora, los riesgos de este procedimiento son fotosensibilidad a la luz, resequedad ocular y posible reacción alérgica al pigmento, pero aún está en fase de investigación", dice Fuentes.
"La segunda técnica para cambiar el color de los ojos se llama Eliminación de Pigmentos con Láser, donde el rayo atraviesa la córnea y calienta ligeramente el pigmento marrón del iris para que se desprenda y salga del ojo a través del torrente sanguíneo, y de este modo finalmente revelar un tono azulado o verdoso debajo de esas células marrones. A los oftalmólogos les preocupa que la acumulación de moléculas de pigmento pueda dar lugar a glaucoma, uveítis, pérdida de la visión o ceguera; sin embargo, aún queda mucho por investigar sobre esta segunda técnica".
Es importante saber que el color de nuestros ojos lo aporta la herencia, de hecho hay muchos genes involucrados en este rasgo y recientemente se han logrado identificar 50 genes que antes no estaban asociados a este aspecto y, además hay otros aspectos determinantes, por los cuales no siempre tenemos el mismo color de ojos de nuestros padres.
De manera que cambiar el color de ojos permanentemente, de forma natural, es prácticamente imposible. Lo que ocurre es posiblemente que con la edad se aclaren un poco. Incluso, quienes tienen los ojos claros pueden observar que factores como la luz solar, la ropa que usamos y hasta el estado de ánimo, pueden influir en un cambio temporal del color.
También la alimentación, una buena hidratación y el descanso pueden contribuir a que se aprecie un cambio en la mirada, haciéndola más amplia y fresca, pero no exactamente se cambia el color. Para un cambio radical, están los lentes de contacto estériles y aún así, vale la pena consultar con el especialista cuáles serían los más convenientes.
No inventes
Usar sustancias inadecuadas en los ojos puede constituir un auténtico peligro para nuestra salud visual, por lo cual es recomendable no aplicarse ningún producto que no sea diseñado específicamente para el área.
Asimismo, al momento de trabajar en casa con productos químicos o irritantes es conveniente tomar las precauciones adecuadas, o ser muy cuidadoso para evitar daños. "Uno de los más grandes peligros para los ojos es que les caiga algún líquido o producto químico en polvo capaz de generar una quemadura en la superficie, esto sucede porque estos productos tienen un pH completamente distinto al que se encuentra en la superficie ocular", explica Fuentes y menciona que algunos ejemplo de estos productos son vinagre, limpiadores de hornos, cloro, detergente doméstico o amoníaco, así como también tinturas para el cabello, y alisadores.
La especialista agrega que también son peligrosos los productos químicos industriales como por ejemplo cemento, fertilizantes y cal, y según el tipo de químico y el grado de exposición, el potencial de lesiones varía desde enrojecimiento e irritación temporales hasta ceguera e incluso la pérdida de un ojo.
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