Beber orina no te mantiene más joven: no deberías hacerlo ni en caso de emergencia
Se ha dicho que Cleopatra era experta en tratamientos embellecedores, que se aplicaba perfumes elaborados con especias, que se bañaba con leche, e incluso que se aplicaba semen, sustancia sobre la cual aún hoy se discuten propiedades para la piel. Pero beber orina no suena como algo que la faraona hubiese hecho, aunque se dice que esta es una práctica muy antigua proveniente de la India, y que se ha extendido por distintas culturas a lo largo de la historia.
Y es que desde que la humanidad existe se ha buscado la manera de preservar la juventud y la belleza, o por lo menos se ha tratado de cuidar nuestra apariencia física y retrasar el envejecimiento por lo que es natural, que con el paso del tiempo se haya constituido una robusta industria de belleza sin fronteras y con innumerables alternativas. Entonces… ¿cómo es posible que alguien como Madonna decida tomar su propia orina con la ilusión de guardar la juventud? Sí es posible, porque no es materia nueva, sino una costumbre que incluso se llevaba a cabo en la Edad Media, según un artículo publicado Journal of Nephrology.
Hoy en día, el tema de beber orina aún no se dilucida, y sigue captando la curiosidad y la esperanza de la gente. Pero realmente vale la pena preguntarse si este tratamiento, que consiste en beber orina humana o aplicarla tópicamente, y es llamado uroterapia, funciona. La respuesta, como siempre, la tiene la ciencia.
Según UPMC, clínica afiliada a las Escuelas de Ciencias de la Salud de la Universidad de Pittsburgh, no existen pruebas científicas que comprueben los beneficios médicos de tomar orina, e incluso advierten que podría causar más daño que bienestar.
Terapias alternativas han adjudicado bondades a la orina para tratar, además del envejecimiento prematuro, afecciones como acné, cáncer, heridas y erupciones en la piel, gripe, infecciones, y hasta el Parkinson, entre otras. En realidad, aplicar o beber orina puede empeorar las lesiones y si se consume en exceso puede ser realmente perjudicial.
Según un artículo de Western New York Urology Associates, sorber una pequeña cantidad de orina ocasionalmente sea probablemente inofensivo, a menos que hayamos estado expuestos a agentes tóxicos ambientales, consumido drogas, o medicamentos cuyos residuos permanezcan en el líquido y, aunque es cierto que contiene algunos nutrientes, no están presentes en cantidades suficientes como para representar un beneficio.
Además, se ha demostrado científicamente que no es estéril, y que además de agua contiene urea, amoníaco, desechos del organismo y también bacterias como Escherichia coli (E.coli), Estafilococo y Salmonela, entre otras que pueden ser resistentes a los antibióticos.
Ni en caso de emergencia
Sin embargo, no es extraño el planteamiento de beber orina para quienes hacen montañismo, escalada y deportes extremos, e incluso en el ejército, porque se ha asociado como una alternativa para la supervivencia en caso de emergencia, y ni siquiera bajo estas circunstancias es recomendable.
Según se indica en la web especializada en deportes de montaña La Cumbre, esto no es recomendable porque lejos de hidratarnos, lo que haremos es deshidratarnos, regresando al cuerpo sales y toxinas que al organismo le costó eliminar. Además, aunque la orina es 95% agua, estará extremadamente concentrada puesto que, se supone que en un caso de emergencia no hemos encontrado agua para beber.
Asimismo, es importante destacar que ni usando pastillas ni filtros podremos purificar la orina para obtener sus supuestos beneficios, puesto que no pueden eliminar los contaminantes de tamaño molecular, de manera que, en este caso, lo mejor que se puede hacer es planificarse lo mejor posible para que nunca nos falte el agua para beber, y que únicamente en casos extremos de supervivencia, como puede ocurrir con un desastre natural, recurramos al famoso líquido amarillo por un periodo muy corto de tiempo para salvarnos.
En lugar de seguir las excentricidades de los famosos y exponernos a un problema de salud innecesario, apliquemos la verdadera fórmula para envejecer bien: mantengamos una alimentación equilibrada, practiquemos ejercicio regularmente, cuidemos nuestro sueño y nuestra mente, apliquemos hidratantes y protección solar, y evitemos malos hábitos porque el envejecimiento es inevitable y ni Madonna puede detenerlo.