El final de 'El juego del calamar: el desafío' expone la clave para llevarse el premio millonario
El concurso inspirado en el fenómeno de Netflix entregó 4.56 millones de dólares a la persona que ganó
ATENCIÓN: ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS SOBRE EL FINAL Y CONCURSANTE GANADOR DE ‘EL JUEGO DEL CALAMAR: EL DESAFÍO’
La fiebre de El juego del calamar volvió a infectar al imaginario popular con el reality inspirado en la popular serie. Lo hizo en menor medida, con menos ruido viral del que vivimos en 2021, pero generando suficiente curiosidad como para que El juego del calamar: El desafío llegue a su fin siendo la serie más vista de Netflix en las últimas dos semanas. Y así, después de iniciar los juegos inspirados en la serie coreana con 456 concursantes, la competencia de 16 días en unos estudios enormes a las afueras de Londres terminó con un flamante ganador del premio de 4.56 millones de dólares. Un ganador que, con su victoria, reveló la clave que pueden seguir los próximos participantes para hacerse millonarios.
Porque no vayan a pensar que esto termina aquí, que las críticas por el frío que pasaron algunos concursantes o que un par de ellos hayan demandado a la productora buscando compensación económica citando “lesiones como hipotermia y daño a los nervios como resultado de los deficientes estándares de salud y seguridad en el set, van a amedrentar la posibilidad de exprimir el éxito. Para nada. En realidad, después de recibir las aplicaciones de 81,000 candidatos que querían formar parte de la primera edición, Netflix ya tiene abierto el casting para la segunda temporada. Y todo aquel que quiera vivir la experiencia solo tiene que observar las jugadas del concursante ganador para aprender cómo se puede llegar lejos en este tipo de realities, donde la estrategia e inteligencia son más importantes que el afán de protagonismo, los músculos y la fuerza física.
ATENCIÓN SPOILERS: si no viste el último capítulo de El juego del calamar: El desafío no sigas leyendo.
La final comenzó con los tres concursantes finalistas que quedaron en el noveno episodio. Sam, un artista de 37 años de Florida; Philip, un instructor de buceo nacido en Brasil y Mai, una mujer de 55 que trabaja en inmigraciones y que llegó a Estados Unidos a los 8 años como refugiada durante la caída de Saigón en 1975. Los tres pudieron disfrutar de la última cena, tal y como se vivió en la serie distópica, llevando esmóquines en medio de un banquete de lujo. Pero ese momento de camaradería y relajación se vio interrumpido por el penúltimo desafío: un juego donde el azar decidió quien pasaba a la final.
Sam se quedó afuera y los millones de dólares se decidieron en un juego infantil tan popular y universal como Piedra, Papel o Tijera.
Después de cada ronda, el ganador debía retirar una llave de un cofre e intentar abrir la caja fuerte que contenía una tarjeta de crédito con el valioso premio. Y después de varias rondas, Mai se erigió como ganadora. Una victoria más que merecida después de haber sido una jugadora que supo jugar sus cartas mejor que nadie para llegar tan lejos.
ESTRATEGIA E HISTORIA: UN GANADOR TRIUNFANTE
Mai, más conocida como jugador 287, consiguió batir a sus compañeros sin dramatizar, sin buscar protagonismo como hicieron otros ni crear un personaje que generara conversación. Mantuvo sus cartas en secreto e hizo pocos amigos mientras dedicó su concurso a observar, medir a sus contrincantes y utilizar su inteligencia como arma letal.
Estuvo cerca de marcharse en más de una ocasión. Después de todo, algunos desafíos fueron juegos de azar donde ninguna estrategia sirve de nada, mientras que su afán por eliminar a los rivales más fuertes alguna vez le jugó en contra (como en el juego del dado). Sin embargo, Mai dejó claro que iba encaminada a la victoria en el juego de la caja del noveno episodio. Fue un juego en donde debían elegir un compañero al que eliminar mientras tenían los ojos tapados. El elegido debía adivinar quién lo había seleccionado. Si acertaba, seguía en el juego y aquel que lo había elegido era eliminado. Y al revés si se equivocaba. Y Mai acertó recurriendo a su experiencia como adjudicadora de inmigraciones, analizando las miradas, lenguaje corporal y reacciones de sus compañeros, adivinando con inteligencia. Fue una jugada maestra.
Lo mismo hizo en el penúltimo juego donde su afán por escribir su propio destino la llevó a ofrecerse como la primera en probar su suerte. Y luego en la final, donde estudió las elecciones de su contrincante en el juego de Piedra, Papel o Tijera, aprendiendo sus tendencias y estrategias, ganándole la mayoría de rondas.
UNA SUPERVIVIENTE QUE JUGÓ SUS CARTAS
Mai Whelan nació en Vietnam y a los 8 años vivió una experiencia que la marcó para siempre cuando un soldado casi la mata después de haber levantado la cabeza en un campo de exterminio. Su familia se trasladó a EEUU como refugiados y en su deseo por romper con una vida “estricta” y “muy protegida”, se alistó en la Marina al terminar la escuela secundaria. Sin embargo, según cuenta en el último capítulo del concurso, era muy ingenua. Sufrió bullying y se quedó embazada a los 19, siendo desterrada por su familia y teniendo que vivir la maternidad sin noción ninguna, sin ayuda ni compañía. Desde entonces crío a su hija sola y ahora también es abuela.
“De todas las cosas que te depara la vida, yo he estado en el fondo del pozo”, dijo en el episodio seis. “Mi familia no confía en mí, en mis decisiones… estar en el ejército, o ser madre soltera a los 19 años. Es difícil, porque no tengo a nadie”.
Esta ganadora llegó lejos sin quejarse ni dejar que las emociones, las estrategias y las puñaladas a su alrededor, mancharan su determinación. Jugó con inteligencia y no permitió que las emociones le nublaran la meta. Supo medir a sus contrincantes, observando, aprendiendo y jugando sus cartas. No buscó protagonismo. No creó dramas. Jugó pensando cada movimiento que daba y esa podría ser la clave para ganar El juego del calamar: El desafío. Es decir, ser consciente del tipo de juego que se está jugando, donde la amistad y las relaciones pasan a segundo plano cuando solo debe haber un ganador.
“El día de hoy simplemente valida que todo es posible”, dijo Mai después de ganar. “Incluso cuando te sientes deprimido y asustado, tienes que levantarte, ser una persona fuerte y concentrarte”.
“Nunca te rindas”, decía en otra ocasión. Y ella no lo hizo.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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