Madeleine Stowe vivió un episodio de terror en su casa del que nunca ha querido hablar
Por Teresa Aranguez.- Hay actrices de pocas, pero muy buenas películas. Madeleine Stowe es una de ellas. Su bajo perfil en Hollywood no le resta ni un ápice de su increíble talento. Como lo demuestran sus trabajos en Procedimiento ilegal, El último de los mohicanos o Doce monos. Siempre con personajes tan poderosos como dramáticos. La hemos visto sufrir tanto en la gran pantalla que resulta inverosímil pensar que pudiera vivir algo así lejos de los focos. Desafortunadamente, la actriz experimentó un episodio tanto o más trágico que los fingidos en el cine. Y, lo peor de todo, en su propia casa.
La ganadora de un Globo de Oro dejó ver el lado más miserable del ser humano en Revenge, donde hacía de esposa del recordado Anthony Quinn, un cacique de origen mexicano que al descubrir su infidelidad con su mejor amigo, el señor Kevin Costner, la sometía a la peor de las torturas. Y qué decir de su personaje en El último de los mohicanos, una mujer de clase acomodada que terminaba perdiendo a su familia, sus posesiones y toda una vida. Aunque parezca difícil de creer, la intérprete de ascendencia costarricense (por parte de madre), fue víctima de una escena igual o más terrorífica en la vida real.
Ocurría en el año 2016, cuando disfrutaba de una carrera madura y más enfocada en televisión y alejada de ese mundillo que es Hollywood al que nunca tuvo sentido de pertenencia. El sitio TMZ tuvo acceso al informe policial donde la actriz describe la pesadilla que vivió en el seno de su hogar y en plena madrugada.
Stowe y su esposo, Brian Benben, estaban dormidos cuando a la intérprete le pareció escuchar unos ruidos procedentes del baño de la habitación. Se levantó y dirigió al lugar completamente desnuda, como apunta el reporte de las autoridades. Allí se encontró de frente con un intruso inesperado. El mismo que terminó poniéndole una pistola en el cuello y diciéndole: "Quiero todo lo que tengas de valor, todo". El delincuente desvalijó a la pareja llevándose un saco de joyas por el valor de 75,000 dólares. Afortunadamente, ese era su único objetivo y vivieron para contarlo.
Desde el principio, Madeleine prefirió llevar el asunto en la más estricta intimidad, sobre todo, para no entorpecer el caso que llevó tres meses de investigación. Finalmente la policía encontró al principal sospechoso. Un hombre latino llamado Walter Canizalez, según recopila la documentación policial obtenida por TMZ, que tenía a sus espaldas un amplio historial de robos en casas por la zona. De esta manera, se ponía fin a un episodio muy tortuoso para la artista y su familia que, incluso resuelto, no ha querido abordar públicamente. Al menos no de manera profunda.
Cuando al año siguiente era Kim Kardashian quien sufría un golpe parecido en París, los fantasmas se reavivaron en Madeleine. Todos le recordaron su tétrica experiencia desde los medios. En el caso de la socialité, dos ladrones de guante blanco entraron en la habitación de su hotel para robarle sus pertenencias de lujo. Tal y como confesó a las autoridades, y publicó la revista People, tan solo llevaba encima el albornoz y "estaba desnuda debajo". "Creo que me robaron 5 millones de dólares. Salieron huyendo", dijo la ex de Kanye West, quien reconoció que fue atada de pies y manos con cables mientras los atacantes hacían su tarea. Salió ilesa, pero la escena de terror le dejó secuelas.
Cuando un paparazzi le preguntó en plena calle qué consejo le daría a Kim al conocer en primera persona lo que se siente cuando invaden tu espacio más privado, Madeleine respondió con las palabras justas. Aseveró que la empresaria era una mujer "fuerte" y que "todo estará bien", se limitó a decir con una sonrisa tímida.
Esa ha sido siempre la actitud de la intérprete, hoy de 64 años, ante la prensa, discreta y de bajo perfil. De hecho, en 2004, siendo una de las actrices con mayor potencial en Hollywood, decidió retirarse por casi una década y hacer una vida totalmente distinta, alejada del glamur y las alfombras rojas. "He estado alejada del medio por muchos años, me fui a vivir a un rancho en Texas, estaba viviendo otra vida, escribiendo y haciendo otras cosas", comentó al canal irlandés RTÉ Two años después. Tenía muy claro que si volvía, sería para un proyecto que mereciese la pena. "Llegó la temporada de los pilotos y yo continuaba diciendo, no, no no. Hasta que mi agente me dijo: 'hay una cosa que puede que te guste'", prosiguió.
Curiosamente, el proyecto que le hizo regresar fue la serie dramática de ABC, Revenge, del mismo nombre que la película que tanta proyección le dio, pero nada que ver con la cinta. En este caso, se trataba de un proyecto basado en la novela El conde de Montecristo de Alejandro Dumas, en versión moderna y femenina. Su protagonista (Emily VanCamp) se vengaba de quienes habían encerrado injustamente en la cárcel a su padre por un delito que no cometió. Los celos, la ambición y la envidia fueron los ingredientes de una serie que se emitió con gran éxito durante cuatro temporadas, y por la que Madeleine fue nominada al Globo de Oro como Mejor Actriz.
De repente, vivía otra etapa dorada en su carrera que alimentó siempre con su trabajo filantrópico. Volvía a estar en entrevistas y portadas. En 2012, un año después del fatídico terremoto en Haití, la actriz viajó hasta el lugar para contar sus propias experiencias en un blog para la revista People. Desde allí, de su puño y letra, escribía las vivencias de "un viaje totalmente distinto a todo lo vivido". Una experiencia que le puso aún más en contacto con lo que verdaderamente importa, más allá de la fama, el dinero y el éxito. "Estoy conmovida por el deseo vibrante de vivir de los haitianos", escribía emocionada.
Con el final de Revenge, Madeleine hizo algún que otro trabajo televisivo más, hasta que volvimos a perderle la pista. El cine le dio absoluto plantón. No contaron más con ella. Algo muy propio de esta industria con las mujeres que pasan de los 50. Por otro lado, nada que le quitara el sueño. Madeleine siempre ha sido más de cuidar su espacio vital que de flashes y vestidos de lentejuelas.
Y cuando parecía que la protagonista de Doce monos había retomado su vida tranquila, disfrutando de esos pequeños grandes placeres, en abril de este año, Deadline anunció en exclusiva que sería una de las protagonistas de la serie dramática, Welcome to Derry, producida por HBO Max y Warner Bro y cuyo estreno está previsto para 2024. El proyecto será la precuela de It basada en la obra maestra de Stephen King.
Madeleine tendrá que hacer frente a las maldades de Pennywise, pero, después de todo lo vivido, seguro que esto es un paseo por las nubes. Lo mejor de todo es que ella siempre maneja sus tiempos y elige lo que le gusta. A eso le llamo yo éxito.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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