Ese brusco envejecimiento de la piel del rostro puede deberse a la falta de estrógenos

Entre las consecuencias de la menopausia está el envejecimiento de la piel, sobre el cual también tiene que ver el desequilibrio hormonal que supone esta etapa. (Getty Creative)
Entre las consecuencias de la menopausia está el envejecimiento de la piel, sobre el cual también tiene que ver el desequilibrio hormonal que supone esta etapa. (Getty Creative)

Es normal. Es un proceso natural. Con la menopausia ocurren cambios en nuestro cuerpo, se presentan algunos síntomas, como los famosos calorones, puede cambiar la distribución de la grasa en el cuerpo -no es que engordamos-, pueden ocurrir cambios de humor, y por supuesto, se observa resequedad en la piel y hasta más líneas de expresión. Todo se debe al bajón de estrógenos, o mejor dicho, al desequilibrio hormonal que ocurre, generalmente, entre los 45 y 55 años de edad.

Aunque con frecuencia la atención se concentra en los cambios cardiovasculares y posibles alteraciones óseas, la piel presenta cambios muy importantes que no deben ignorarse. De hecho, es imposible ignorarlos, porque con la pérdida natural de colágeno también viene el notorio envejecimiento.

Y es que aunque no sea evidente cotidianamente, las hormonas tienen gran significado en el estado, apariencia y textura de la piel. Un artículo científico de la revista Farmacia Profesional señala incluso que las hormonas, específicamente los estrógenos, influyen en el grosor, la pigmentación, la cantidad de sebo que se produce y la hidratación, pero además estimulan la síntesis del colágeno y elastina, los cuales sin fundamentales en la firmeza y elasticidad de la piel. De manera que, como es natural, si disminuyen los estrógenos, se acelera el envejecimiento y se puede reflejar de manera brusca en el rostro. No hay de otra.

Con este envejecimiento de la piel de todo el cuerpo se presentan distintas afecciones que van desde problemas vulvovaginales, pasando por trastornos del cabello, que incluyen la alopecia; hasta el envejecimiento cutáneo en el rostro, que se hace más significativo que el de las piernas por ejemplo.

Adicionalmente, según un estudio del European Journal of Dermatology, cuando disminuyen los estrógenos aumenta la sensibilidad de la piel, se siente y se ve más frágil.

Tanto el uso de protección solar, como de productos hidratantes y mantener buenos hábitos alimenticios, son determinantes para prevenir y mejorar el envejecimiento de la piel. (Getty Creative)
Tanto el uso de protección solar, como de productos hidratantes y mantener buenos hábitos alimenticios, son determinantes para prevenir y mejorar el envejecimiento de la piel. (Getty Creative)

Para prevenir daños en la medida de lo posible, proteger y mejorar la piel, es importante conocer realmente cómo se ve la piel con deficiencia de estrógenos y qué es lo que ocurre. La doctora Mamina Turegano, dermatóloga consultada por la revista Hola! en su edición estadounidense, explica que la falta de estrógenos causa resequedad y adelgazamiento de la epidermis, con lo cual observaremos una piel muy fina, que puede lucir como papel crepé; también se verá menos hidratada, porque se disminuye la producción de ácido hialurónico, y se verá menos firme, con más pliegues.

En este sentido, es importante, en primer lugar, consultar con el médico dermatólogo sobre tratamientos que puedan compensar la falta de estrógenos o ayuden al receptor del mismo y que, consecuentemente, mejore la sensación de tirantez, mantener la textura y firmeza de la piel por más tiempo.

Además, según los investigadores Lucía Pimentel y Lluís Puig, autores del artículo de Farmacia Profesional, al no existir un conjunto de medidas específicas para el tratamiento de la falta de estrógenos en la piel, lo más recomendable es protegerse primordialmente de la exposición a la luz solar, una de los principales causantes del fotoenvejecimiento, además de evitar los cambios bruscos de peso, mantener una rutina de actividad física frecuente, y agregan que no está claro si realmente las terapias de sustitución hormonal mejoran o no la piel de la mujer, porque los resultados de numerosos estudios son variados.

Otra estrategia que sí ha resultado eficaz es el uso de retinol, el cual son muy popular en el mercado aunque suele estar envuelto en un sinfín de mitos en cuanto a su funcionamiento en la piel.

Asimismo, las vitaminas C y E también resultan potentes aliadas en el proceso de cuidado, protección y recuperación de la piel. En el caso de la primera, se dice en el estudio que es mucho más eficiente aplicada de forma tópica, mientras que la ingesta de vitamina E ha demostrado efectos positivos sin efectos secundarios.

Finalmente, el uso frecuente y constante de hidratantes profundos, como el ácido hialurónico, así como la ingesta de una dieta que sea rica en vegetales, verduras y frutas, plenos en antioxidantes, la correcta hidratación y evitar hábitos como el tabaquismo o el consumo de alcohol complementan el cuidado no solo de la piel, sino del organismo en general.

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