Los efectos dañinos de teñirse el cabello que nunca te han contado, y cómo evitarlos

Teñirse el cabello es una de las prácticas estéticas más comunes en el mundo. Para este año, el mercado de la coloración capilar superará los 40 mil millones de dólares. (Getty Creative)
Teñirse el cabello es una de las prácticas estéticas más comunes en el mundo. Para este año, el mercado de la coloración capilar superará los 40 mil millones de dólares. (Getty Creative)

Para 2019, más de 64 millones de personas usaron productos para teñirse el cabello; y en 2021 el 75% de las mujeres en Estados Unidos se teñían el cabello, según el portal All Things Hair. Para este año, de acuerdo con Statista, el mercado de la coloración capilar superará los 40 mil millones de dólares.

Sin duda, teñirse el cabello es una de las prácticas estéticas más comunes en el mundo. Se hace en el salón de belleza, en casa, con productos naturales o con los de avanzada tecnología, pero como siempre decimos, que un producto o práctica sea común o natural, no quiere decir que sea inocuo, y si no se toman en cuenta algunos detalles fundamentales, pintarse el pelo puede generar algunos problemas a nuestro cabello y cuero cabelludo.

“Hay que tener claro que el tinte es aporte de pigmentos y la decoloración es extracción de pigmentos, con lo cual la segunda suele ser la técnica que más fragilidad causa al cabello. Por otra parte, hay que decir que los tintes por lo general no dañan el cabello, pero sí pueden resecarlo y afectar el cuero cabelludo sobre todo si tienen amoníaco”, dice Dana Yegres, experta en cuidado capilar.

El amoníaco en el tinte tiene la función de vulnerar la cutícula del cabello, lo cual permite que el color penetre en la fibra capilar y altere el color de la corteza. De manera que los tintes con amoníaco se supone que tienen la ventaja de permanecer más tiempo. Sin embargo, la industria cosmética ha avanzado mucho para que estos productos sean menos agresivos y manejables en casa.

Yegres especifica que una vez que tratamos el cabello con decoloración o con tintes con amoníaco este cambia y amerita más cuidados que un cabello virgen. “Este cuidado no debe ser con productos de anaquel, sino preferiblemente con productos de alta tecnología que de verdad aporten nutrientes para la cutícula o la corteza, según el caso y las necesidades de cada quien”.

Hay que tener en cuenta que la fibra capilar es 80% agua y el resto son lípidos y queratina. Entonces dependiendo de la pérdida que tenga, sea de agua, grasas o queratina, amerita cuidados diferentes. Por ejemplo, el cabello rizado, que por lo general tiene menos lípidos, al ser procesado químicamente con tintes y decoloración, se altera su cutícula, se hace porosa y se muestra con frizz con lo cual hay que aplicar productos oleosos que ayuden a mantenerlo hidratado, como los sueros con chebe o argan. Igual ocurre con el cabello canoso, que se torna rebelde y áspero. Al ser teñido necesita más tratamientos que lo cuiden y suavicen que cuando tenía color.

Uno de los efectos secundarios de teñirse el cabello es sufrir de alergias en el cuero cabelludo y eso depende mucho de la marca del producto que usemos. (Getty Creative)
Uno de los efectos secundarios de teñirse el cabello es sufrir de alergias en el cuero cabelludo y eso depende mucho de la marca del producto que usemos. (Getty Creative)

En este sentido, la principal consecuencia que sufre un cabello que pasa de virgen a teñido es la deshidratación y, por lo tanto, pérdida de brillo, con lo cual también hay que aplicar productos que faciliten el peinado y lo mantengan suave y brillante.

Otro efecto secundario de teñirse el cabello, según explica Yegres, es sufrir de alergias en el cuero cabelludo y eso depende mucho de la marca del producto y de la concentración de amoníaco que tenga. Si bien el amoniaco es necesario para poder tornar de un color a otro, sí se pueden manifestar reacciones alérgicas o de sensibilidad en el cuero cabelludo.

La experta explica que esta es la razón por la cual hay cada vez más opciones en el mercado sin amoníaco o con poca cantidad, pero la cobertura no es tan intensa como en el caso de los productos que sí lo contienen.

“Hoy en día se están desarrollando tintes con menos carga de amoníaco, pero se debe tener más tiempo de exposición, sobre todo a la hora de cubrir canas, para que la menor cantidad de amoníaco pueda depositar mayor cantidad de pigmento dentro de la corteza del cabello y pueda teñir mejor”, dice Yegres y agrega que la solución para quienes sufren de alergias o sensibilidad es usar los productos “tono sobre tono”, que no tienen amoníaco, pero el color se pierde más rápido con las lavadas.

¿Por qué debemos evitar la decoloración casera?

Por último, hay que destacar que las alergias en el cuero cabelludo pueden aparecer como reacción al tinte, pero también al peróxido de hidrógeno que se usa para decolorar. Si somos de cuero cabelludo sensible por naturaleza, estos productos lo irritarán mucho más.

No es recomendable hacernos decoloración en casa si no tenemos el conocimiento ni noción de colorimetría porque es un procedimiento agresivo tanto para el cabello como para el cuero cabelludo. (Getty Creative)
No es recomendable hacernos decoloración en casa si no tenemos el conocimiento ni noción de colorimetría porque es un procedimiento agresivo tanto para el cabello como para el cuero cabelludo. (Getty Creative)

“Antes se tenía la creencia de que se podrían evitar estas reacciones si usábamos los tratamientos de color con el cabello muy sucio, pero ya se sabe que no es necesario mantener el cabello sin lavar por una semana para poderlo teñir. La idea era que la grasa protegiera la piel y el cabello de los agentes agresivos, pero ya se ha comprobado que, en primer lugar, si eres alérgico o de piel sensible, igual tendrás una reacción; y en segundo lugar, si no eres de piel sensible, el exceso de sucio y grasa no dejarán penetrar los tratamientos adecuadamente. Con dos o tres días sin lavar es más que suficiente”.

Para evitar o disminuir el impacto negativo de los tintes y decoloraciones en nuestro cabello, como la fragilidad, la deshidratación y la irritación es fundamental entender que no debemos recurrir a una amiga para que nos haga el tratamiento de decoloración porque hay muchos factores que deben tenerse en cuenta.

“No es recomendable hacernos decoloración en casa si no tenemos el conocimiento ni noción de colorimetría. Si no sabemos para qué sirve cada tipo de peróxido y qué tan rápido actúa, podemos perjudicar el cabello resquebrajándolo o manchándolo y el cuero cabelludo sensibilizándolo. Luego, ir al estilista para solventar el desastre de color que puede haber quedado puede costar más que lo que te pretendías ahorrar”.

En este sentido, lo más conveniente es siempre consultar al especialista, para hacer pruebas de mechón y así se revisa la resistencia y elasticidad del cabello, su fondo de aclaración, y descartamos alergias y otros efectos contraproducentes.

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