Fieles nicaragüenses visten a sus mascotas para rendir homenaje al protector San Lázaro
Masaya (Nicaragua), 6 abr (EFE).- En la iglesia Santa María Magdalena de Masaya, Nicaragua, fieles rinden homenaje a San Lázaro, protector de los animales, llevando a sus mascotas ataviadas para agradecer milagros y pedir su bendición, en una celebración llena de promesas, esperanza y devoción arraigada en la cultura popular del país centroamericano.
Rabito, un pequeño perro salchicha de apenas un año, destacaba entre la multitud, ataviado con un esmoquin negro y una gorra. Su presencia no pasaba desapercibida en la iglesia Santa María Magdalena, en Masaya.
A su lado, su dueña, Natalia Roa, lo sostenía con ambas manos y lo acariciaba con ternura, mientras las lágrimas le corrían por las mejillas.
“Estuvo bien enfermo de ehrlichia (una enfermedad mortal transmitida por las garrapatas y que afecta a los perros) y se sanó gracias a Dios y a San Lázaro”, contó a EFE la conmovida dueña del canino.
Era su primera vez en las festividades, y llegó con una promesa: presentar a Rabito ante el santo como agradecimiento.
“Le pido a San Lázaro que me lo preste por muchos años”, comentó entre lágrimas.
La devoción hacia San Lázaro de cientos de fieles se manifestó este domingo, al llegar a rendirle homenaje al llamado 'santo de las mascotas', llevando a sus animales ataviados con trajes de gala, disfraces creativos y hasta atuendos religiosos, en una tradición profundamente arraigada en la cultura popular nicaragüense.
Las promesas también se entrelazaban con la esperanza. Chester, dueño de Estrella, una chihuahua preñada, llegó a pedir que el parto y los perritos salieran bien.
Chester ha asistido a la festividad durante varios años, siempre con fe y gratitud.
Estrella, como lo describe su nombre, brillaba con luz propia, lucía despampanante, con extensiones de pestañas, collar y un traje negro con perlas y brillos.
Douglas Pavón, por su parte, llevó a su husky siberiano, Apolo, quien hace un año estuvo al borde de la muerte por una infección estomacal. “San Lázaro me lo salvó, por eso vengo por tercer año consecutivo”, afirmó, mientras Apolo saludaba alegremente a otros perritos.
La iglesia Santa María Magdalena, ubicada a 26 kilómetros al sureste de Managua, se llenó de flores, velas y música. La jornada incluyó bailes folclóricos, elección de los mejores disfraces y la tradicional “subida del santo”.
Razas como el pastor alemán, chihuahua, pitbull, chow chow, husky y criollos fueron parte de este emotivo acto de fe.
En Nicaragua, San Lázaro es venerado como el santo protector de los animales, y su celebración, que ocurre cada año previo a Semana Santa, sigue siendo una muestra viva del profundo amor de los nicaragüenses por sus mascotas y la esperanza depositada en lo divino.
Como parte de la tradición, los fieles regalan bebidas y comidas durante la eucaristía que fue presidida por el Cardenal de Nicaragua, Leopoldo José Brenes.
(c) Agencia EFE