La fiesta de 'El señor de los anillos' donde surgió una de sus mejores escenas
Una noche de karaoke cambió el rumbo de una secuencia y la carrera de uno de sus actores
No fue solo la aventura y la épica lo que convirtió a El señor de los anillos en una saga imperecedera del cine fantástico. La atención de Peter Jackson y su equipo a los pequeños detalles de la obra de Tolkien engrandeció la implicación en un universo cuya condensación al audiovisual parecía inasumible. Sin embargo, gracias a pinceladas en los diálogos, al jugar con detalles visuales o a la inclusión de canciones y poemas del imaginario literario -que Jackson incluso engrandeció más en las versiones extendidas-, la inmersión en el imaginario de la Tierra Media se logró en su mayorr exponente.
Eso sí, algunas de estas decisiones creativas no fueron premeditadas, ya que surgieron por mera casualidad. De hecho, una de ellas, que construyó uno de los momentos más dramáticos y emocionantes de El retorno del rey, fue fruto de una noche de fiesta en la que Philippa Boyens, guionista de la saga junto a Jackson y Fran Walsh, se dio cuenta de que uno de los actores podría engrandecer aun más la película con un talento que exhibió en dicha velada.
UNA NOCHE DE KARAOKE LO CAMBIÓ TODO
La escena fue el enfrentamiento en Gondor entre Faramir y su padre Denethor, donde las rencillas familiares conducen al hermano menor de Boromir a lanzarse a una muerte casi segura contra las tropas de Sauron en Osgiliath. Después de que Faramir liberara a Frodo al final de Las dos torres, Denethor le recrimina haber dejado marchar el Anillo de Poder y le vuelve a recordar que siempre lo consideró inferior a Boromir. Es entonces cuando Faramir siente que debe dar su vida por Gondor y demostrar a su padre lo equivocado que está con él, aunque la batalla sea una causa perdida.
Para su presentación, Peter Jackson apostó por un montaje donde la partitura musical de Howard Shore jugara un papel importante en transmitirnos los sentimientos de Faramir y Denethor, usando una melodía in cresendo que estalla justo cuando comienza la batalla y nos deja con las emociones a flor de piel. Lo mejor llega cuando la música se para en el momento culmen del conflicto, el silencio arrolla la película y una canción interpretada por Pippin, que ejercía de sirviente de Denethor, acompaña el instante trágico donde Faramir es malherido hasta casi alcanzar la muerte.
Precisamente, es la canción lo que eleva el nivel dramático y nos deja en vilo ante el transcurso trágico de los acontecimientos. No obstante, esta pudo quedarse fuera de la película, puesto que no estaba en el guion original.
En realidad, su inclusión ocurrió por pura casualidad, cuando, en medio del rodaje, la guionista Philippa Boyens acompañó a los actores a una noche de fiesta en un karaoke. Fue entonces cuando Billy Boyd, el actor que da vida a Pippin, subió a cantar la canción Delilah de Tom Jones, dejó impresionado a todo el equipo presente de El señor de los anillos y la responsable del libreto pensó que su voz era perfecta para hacer sobresalir dicha escena de El retorno del rey, donde su personaje está presente.
Billy Boyd habló de esta anécdota en varias entrevistas, como en una intervención junto a Elijah Wood y Sam Austin en la Wizard World de Philadelphia, donde se apreció que tanto al actor como al público les resultaba surrealista la idea de que un momento de tal calado emocional surgiera en una noche de desenfreno en un karaoke. Aunque, a pesar de este origen fuera de norma, Boyd se tomó su trabajo muy en serio y creó él mismo el tema basándose en experiencias personales que pensó que encajaban con el concepto de una canción Hobbit.
Como contó para NPR, compuso la melodía inspirándose en la fiestas de su país, Escocia, y usó fragmentos de poemas de Tolkien como A Walking Song, presente en el tercer capítulo de La comunidad del anillo. “La historia de esa canción comienza en un bar de karaoke donde cantaba "Delilah" de Tom Jones. Y al día siguiente dijeron, ¿te gustaría cantar una canción en la película?”, detallaba Boyd para el citado medio.
“Pensé en mi propia educación en Escocia, en las fiestas que solíamos tener y en cómo mi abuelo cantaba una canción que antes de que te dieras cuenta la conocías y la cantabas en las fiestas, Así que quería conseguir eso en esta canción de Pippin. Así es como tiene esa sensación celta y una especie de añoranza por el hogar, ¿sabes?”, continuaba.
Lo curioso es que tras esta experiencia Billy Boyd desarrollo una carrera profesional en la música. En 2006 creó una banda llamada Beecake y cuando El Hobbit se estrenó en los cines quisieron volver a contar con él para la banda sonora. En esta ocasión no se trató de un tema para acompañar una escena de la película, más bien le dieron la responsabilidad de crear la canción de los créditos finales de La batalla de los cinco ejércitos, la última entrega de la saga que le ponía ante el reto titánico de condensar las emociones de toda la franquicia para cerrar las aventuras por la Tierra Media en la gran pantalla. Desde luego, quien iba a decir que una noche de fiesta podría derivar en semejante trampolín artístico.
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