La fracasada película épica de Ridley Scott que merecía convertirse en clásico

Nunca comprenderé por qué no llegó hasta los premios Óscar

'El último duelo' de Ridley Scott con Matt Damon, Jodie Comer, Ben Affleck y Adam Driver mereció pasar a la historia del cine como un clásico épico en lugar del fracaso de taquilla que fue en 2021. (Foto de Filippo Monteforte/AFP via Getty Images)
'El último duelo' de Ridley Scott con Matt Damon, Jodie Comer, Ben Affleck y Adam Driver mereció pasar a la historia del cine como un clásico épico en lugar del fracaso de taquilla que fue en 2021. (Foto de Filippo Monteforte/AFP via Getty Images)

El cine épico suele disfrutar de un público fiel que goza de las batallas campales, los vestuarios de época y las historias palaciegas. No en vano se trata de un género que Hollywood lleva décadas exprimiendo a través de superproducciones costosas. Y este año es el turno de volver a este género de la mano de Ridley Scott a través de su nueva incursión con Napoleón que, además, supone su reencuentro con Joaquin Phoenix a 23 años de Gladiador. Sin embargo, si hablamos de cine épico cuando el director de 85 años regresa a los cines, resulta inevitable recordar una película del mismo cineasta que no pudo disfrutar del cariño del público durante su paso por los cines del mundo, convirtiéndose en uno de los fracasos más estrepitosos de su carrera. Un batacazo que no merecía aquel injusto recibimiento.

Se trata de El último duelo (2021), el drama basado en una historia real y protagonizado por Matt Damon, Jodie Comer y Adam Driver que concluyó su periplo en taquilla recaudando cerca de $30 millones cuando había contado con un presupuesto de $100 millones (The Numbers). La crítica la había recibido con los brazos abiertos pero tuvo la mala suerte de estrenarse durante los primeros meses de la vuelta a los cines durante la pandemia de Covid-19, cuando su público (mayores de 45) todavía no estaba regresando a la normalidad de ir al cine, como destacó Deadline en su momento al intentar explicar el desastre económico.

Sin embargo, si existe una película épica reciente que tenía opciones de pasar a la historia y convertirse en clásico (y que debería haber tenido opciones en los Óscar), fue precisamente esta. Así que vamos a reivindicarla. Quien sabe, quizás consigo convencerte hasta que le des una oportunidad. Está disponible en Star+.

UNA PELÍCULA ÉPICA CON AIRES DE CLÁSICO

El último duelo está basada en el libro homónimo de 2004 escrito por Eric Jager, un profesor especializado en Literatura Medieval de la Universidad de California, y nos traslada al París de 1386 para recrear la historia del último duelo legal entre dos caballeros, Jean de Carrouges (Matt Damon) y Jacques Le Gris (Adam Driver), después de que la mujer del primero, Marguerite (Jodie Comer), acusara al segundo de violación. Sin embargo, en una época en donde la mujer no tenía ni voz ni voto y su única valía legal dependía exclusivamente del matrimonio, la Corona decidió que eran los hombres los que tendrían la última palabra en un enfrentamiento a muerte. Es decir, la verdad dependía de la fuerza bruta masculina. No de la palabra de la víctima.

Jodie Comer nos regalaba una interpretación magistral en un relato dividido en tres perspectivas a partir de un guion adaptado por Nicole Holofcener, Ben Affleck y Matt Damon. Así como hizo la serie The Affair, la película nos mostraba la historia desde la visión de cada personaje, dividiéndola en tres actos que analizaban el caso desde diferentes puntos pero con la voz de Marguerite retumbando a gritos narrativos. Porque, a pesar de contar con diferentes versiones, El último duelo enfatizaba en la naturaleza femenina malinterpretada por los estereotipos machistas. En resumen, Ridley Scott elevaba una vez más el rol de la mujer por sobre todas las cosas, haciendo gala de su buena mano para mezclar la épica y el drama con una intensidad abrumadora.

Como apuntaba al principio, Matt Damon interpretaba al marido y Adam Driver al acusado (aunque este último volvía a demostrar por qué es uno de los actores más aclamados de su generación), mientras Jodie Comer se erigía como la gran estrella de la cinta con una interpretación que debería haber llegado a los Óscar aquel año. Por allí también estaba Ben Affleck que, además de formar parte del trío de guionistas, daba en la tecla villanesca con un papel secundario. El actor y director interpretaba a un hombre de poder, el Conde Pierre d'Alençon, siendo la figura principal que representaba la masculinidad tóxica. Y su gran logro recaía en el hecho de elevar al personaje a una figura creíble y dramática, sin caer en la caricaturización de un personaje que fácilmente podría haberse coronado como un villano típico del cine de época.

A través de El último duelo podemos conocer un acontecimiento real y a una mujer que la historia se había empeñado en olvidar. Una historia que no se transmitió entre generaciones como debería haber sido y que sencillamente quedó enterrada en el pasado. Al ver la película te das cuenta de la importancia del caso de Marguerite y de que todo el mundo lo conozca, sirviendo como ejemplo del largo y triste papel que vivió la mujer bajo el yugo machista en la historia de la humanidad.

Uno de los elementos efectivos de El último duelo es que consigue encontrar un equilibrio narrativo que circula entre el rigor histórico y el mensaje que pretende compartir, dramatizando la historia pero sin caer en la narración forzada. Como resultado, encontramos una película impecable, elegante, ponderada y difícilmente olvidable.

No llegó a estar nominada al Óscar por motivos que nunca comprenderé (aunque la terrible La casa Gucci, la otra película de Scott de aquel año, sí obtuvo una nominación a Maquillaje y Peluquería y transitó cómodamente por la temporada de premios). Al menos la National Board of Review (Consejo Nacional de Crítica de Cine) reconoció a El último duelo incluyéndola en su lista de las 10 mejores películas de 2021.

El último duelo es una propuesta épica imperdible. Una joyita de Ridley Scott que no merecía el pobre recibimiento que tuvo en 2021. Pero, como buena película con aires de clásico, nunca es tarde para reivindicarla.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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