Francoise Hardy, el ícono del pop francés que falleció a los 80 años

CIUDAD DE MÉXICO, junio 12 (EL UNIVERSAL).- Francoise Hardy, la célebre cantante y compositora francesa, falleció el martes a los 80 años, según confirmó su hijo Thomas Dutronc en sus redes sociales con el mensaje "Mamá se ha ido". Hardy, quien había estado luchando contra el cáncer desde 2004, deja tras de sí un legado inigualable en el mundo de la música y la moda.

Conocida por su delicada voz y su estilo melancólico, Hardy se convirtió en un ícono del pop francés desde su debut en los años sesenta.

Francoise Madeleine Hardy nació el 17 de enero de 1944 en París, en plena Segunda Guerra Mundial. Criada por su madre soltera, Hardy mostró interés por la música desde temprana edad, obteniendo su primera guitarra a los 16 años. Su gran oportunidad llegó en 1962 con el lanzamiento de "Tous les garcons et les filles", una canción que ella misma escribió y compuso, y que vendió más de dos millones de copias.

Hardy se destacó rápidamente en la ola yéyé, un movimiento musical juvenil en Francia, aunque su estilo siempre tuvo una profundidad melancólica que la diferenciaba de otros artistas de su tiempo. Con su físico andrógino y sobrio, contrastaba con figuras contemporáneas como Brigitte Bardot, y se convirtió en una precursora de la moda, siendo fotografiada por renombrados fotógrafos y vistiendo diseños futuristas de Paco Rabanne.

La carrera de Hardy no se limitó a la música. También fue una figura prominente en el mundo de la moda y la cultura, apareciendo en películas y escribiendo varios libros, incluidos algunos sobre astrología. Su relación con Jacques Dutronc, con quien tuvo a su hijo Thomas, fue un capítulo significativo de su vida, marcado por altibajos y desengaños, pero también por una profunda conexión artística y personal.

La influencia de Francoise Hardy trasciende su música. Fue una artista que, a pesar de su timidez y carácter reservado, logró impactar profundamente en la cultura francesa y mundial. Su capacidad para transmitir emociones a través de su música, combinada con su elegancia innata, la convirtió en un ícono que continúa inspirando a generaciones de artistas.

Hardy también fue abierta sobre su lucha contra el cáncer y sus pensamientos sobre la eutanasia, declarando en 2021 a la AFP que "dejar que alguien con una enfermedad incurable sufra insoportablemente hasta morir es inhumano". Su honestidad y valentía al enfrentar su enfermedad la humanizan aún más y resaltan su carácter genuino y sensible.

La música de Francoise Hardy seguirá resonando en el tiempo. Canciones como "Tous les garcons et les filles", "Mon amie la rose", "Voila" y "Comment te dire adieu" se han convertido en himnos atemporales. Artistas contemporáneos como Étienne Daho y Morrissey han expresado su admiración por ella, asegurando que su legado perdurará.

En sus propias palabras, Hardy alguna vez dijo: "La muerte es solo la del cuerpo, que es material en esencia. Al morir, el cuerpo libera el alma, que es espiritual en esencia". Aunque su cuerpo ya no esté presente, su alma y su música seguirán inspirando y conmoviendo a personas alrededor del mundo.