La frustración de la Power Ranger rosa en pleno éxito y por 600 dólares a la semana
No hubo niño a mediados de 1990 que no conociera a los Power Rangers. O padre, tío o hermano mayor en consecuencia (y lo sé por experiencia). Esos superhéroes atléticos y karatecas que diferenciábamos por el color de sus trajes, se convirtieron en leyenda de la televisión moderna a través de 29 temporadas televisivas, 3 películas y un merchandising que generó miles de millones de dólares. Imposible saber la cantidad de veces que habré escuchado a mi hermano gritando “¡Morfosis amigos!” mientras daba patadas en el aire. Sin embargo, el éxito, fenómeno y popularidad que vivimos desde fuera fue, en realidad, una pesadilla para una de sus protagonistas: Amy Jo Johnson, más conocida como la Power Ranger rosa.
Aunque parezca increíble los Power Rangers vuelven a través de un especial de Netflix. Se trata de Power Rangers: Ayer, hoy y siempre, un episodio de 55 minutos que se estrena el próximo 19 de abril y que contará con muchos de sus protagonistas originales reunidos en una nueva aventura para celebrar el 30 aniversario de la serie. No obstante, veremos a muchos, pero no a todos. Porque Amy Jo Johnson no quiso formar parte de esta reunión donde sus compañeros vuelven a calzarse el traje de spandex. Y después de ver las reacciones negativas de algunos fans que la acusaban de negarse a participar en el proyecto por dinero, la actriz y directora se ha defendido en Twitter, explicando motivos más que comprensibles.
— Netflix Latinoamérica (@NetflixLAT) March 22, 2023
Las acusaciones habrían surgido después de que ella explicara su ausencia en la misma red social el pasado 18 de enero, cuando escribió: “Para que conste, nunca dije que no... Simplemente no dije que sí a lo que me ofrecieron".
Y ahora ha vuelto a explicarse. “Por favor dejen de decir que no hice la reunión por dinero. Simplemente no es verdad. Tal vez no quise llevar spandex en mis 50s o no podía ir a Nueva Zelanda por un mes entero”, publicó el 26 de marzo. A su vez, añadió que tanto ella como el fallecido Jason David Frank decidieron no participar “por sus propios motivos”, explicando que la filmación del especial tuvo lugar antes de la muerte de su compañero, conocido como el Power Ranger verde. De todos modos, sentenciaba que se siente “entusiasmada” de ver a sus compañeros en acción.
Please stop saying I didn’t do reunion because of money Simply not true. Maybe I just didn’t want to wear spandex in my 50s 🤣 or couldn’t go to NZ for a month.Or none of ur beeswax 🐝 JDF & I both chose not to for our own reasons. They filmed before he passed. #PowerRangers
— Amy Jo Johnson (@_amyjojohnson) March 26, 2023
Y todo esto tiene sentido. Amy Jo Johnson es una mujer de 52 años con todo el derecho del mundo a no querer ponerse un traje ceñido al cuerpo para dar patadas voladoras, por mucha nostalgia que sientan los fans. Sin embargo, el hecho de que ella responda a los que especulan que su rechazo estuviera relacionado con un salario insuficiente, me lleva a la historia más importante en torno a su paso por Power Rangers. Porque Amy Jo Johnson sufrió pesadillas y frustración durante los años que grabó la serie, negándose a asistir a convenciones de fans mientras ganaba un sueldo relativamente bajo para ser la protagonista de una serie tan popular.
Nacida en 1970 en Massachusetts, Amy Jo Johnson llegó a los Power Rangers cuando tenía 22 años. Superó un total de ocho audiciones y se pusieron manos a la obra. Consiguió el papel, grabaron durante seis meses y volvió a la normalidad. La serie tardaría otros seis meses en estrenarse, sin saber que cambiaría su vida por completo. En la primera presentación ante el público, en la misma semana del estreno, vivió cómo miles de personas gritaban como si esos jóvenes actores desconocidos fueran estrellas de rock. “Fue demasiado para mí. Esa noche tuve pesadillas terribles. Y después del estreno, se tornó en algo alocado”, recordó en una entrevista para el podcast No Pink Spandex en 2012.
Amy Jo Johnson explicó que, en ocasiones, no tenían seguridad que los protegiera de la muchedumbre que les perseguía. En la misma entrevista relata cómo, al llegar a un evento fan en Hawái a un año del estreno inicial, se encontraron a unos diez mil personas esperándolos en el aeropuerto. Sin seguridad ninguna. “Fue tan aterrador”, recordaba. “Nos pusieron tantas flores que no podía respirar. Empecé a hiperventilar […] Mi novio de entonces estaba conmigo e intentaba mantener a la gente lejos mientras empujaba entre la muchedumbre”, añadía. “No había nada de seguridad. Fue tan bizarro. Porque no se esperaban que hubiera tanta gente”.
La actriz recordaba que muchos de los niños y fans eran “asombrosos”, sin embargo, la popularidad también atrajo a otro tipo de seguidores, como “hombres presidiarios”.
“Atrajo un grupo de fans muy extraño junto a las personas maravillosas y los niños. La gente me preguntaba por qué no iba a las convenciones, pero no podía. No pude durante los 90s por eso, me daba mucho miedo”, decía para entonces explicar que vivió muchas situaciones aterradoras y peligrosas que rozaban el acoso. “Siendo mujer y al sentirme vulnerable me ponía un poco nerviosa exponerme”, sentenció.
Y todo esto lo vivió cobrando 600 dólares a la semana mientras grababa 2 episodios en el mismo tiempo, haciendo sus propias secuencias de acción. Algunas de ellas fueron tan peligrosas que casi terminó incendiada en el rodaje de Power Rangers: La Película (Comic Book), y casi electrocutada en Turbo: Una película de los Power Rangers (Screenrant). Al tratarse de una producción sin sindicato, y sin agente que la defendiera o negociara por ella, le pagaban ese salario sin posibilidad de residuos. Ese porcentaje extra que reciben algunos actores por las ganancias generadas a través de las repeticiones de sus series. Y cuando Power Rangers se emitió en decenas de países generando 6 mil millones de dólares en merchandising entre 1993 y 2001, según Forbes.
"Quiero decir, éramos un espectáculo no sindicalizado. Literalmente, nos pagaban, creo, máximo $600 por semana. Sin residuos; absolutamente ningún residuo", explicaba en la entrevista. "Era así y hacíamos dos episodios a la semana. [Risas] No recuerdo; Probablemente pueda encontrar un talón de pago viejo, ¡pero no era nada!"
“Lo estresante para mí es que era mi escuela pero no recibíamos gran compensación. Se hizo tan popular que eso me dio pesadillas. Fue un poco abrumador”, sentenciaba. “Por ejemplo, si la serie se terminaba tenía que volver a la calle a trabajar de camarera”, añadía. Es decir, con ese salario y la popularidad que le perseguía, ¿cómo iba a sentirse segura?
Hanging with @David_Yost & my pals at @MSComicCon 🦋 #powerranger pic.twitter.com/U1J0dnZPeo
— Amy Jo Johnson (@_amyjojohnson) June 26, 2022
Amy Jo Johnson declaraba que nunca había querido ser famosa, lo que podría explicar también sus temores. Pero, de todos modos, y a pesar de las pesadillas que la llevaron a no querer participar en convenciones donde debía enfrentarse a miles de fans durante aquellos años, recordaba la serie como un “entrenamiento asombroso”. Fue su primer trabajo a gran escala. Una escuela que la ayudó a aprender cómo funcionaba el negocio y el formato televisivo.
La actriz abandonó a los Power Rangers en 1995 tras aparecer en 138 episodios y volver para un cameo en la película de 2017. Con el tiempo superó el miedo que vivió en los 90s, participando en diferentes ediciones de Comic Con y encuentros con los fans. Sin embargo, a sus 52 años y tras expandir su carrera con otras series como Felicity y Flashpoint, además de dirigir cortos, largometrajes y episodios de televisión (Superman & Lois), evidentemente no necesita volver a los superhéroes atléticos para saciar la nostalgia de los fans. Vivió su etapa, con pesadillas y todo, y ya pasó página.
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