Gene Hackman cumple el propósito que lo llevó a abandonar Hollywood a los 93 años

La vida actual de Gene Hackman es casi un misterio. Desde su retirada en la década de los 2000, el mítico actor de Sin perdón, The French Connection o Superman se ha dedicado a la escritura de novelas y apenas se ha dejado ver en medios o intervenciones públicas, huyendo de la vida estresante que trae consigo el mundo de la fama y Hollywood. Desapareció del radar cinematográfico de la noche a la mañana pero ahora, a los 93 años, ha reaparecido dejando muy claro que está cumpliendo el propósito que lo llevó a abandonar el cine.

Durante años se especuló que su desaparición se debió a que su carrera tocó fondo, como bien dio a a entender en entrevistas como la que concedió a Larry King en 2004, donde mencionó que no tenía proyectos futuros y daba su trayectoria finiquitada. O como anticipó el fracaso de películas como Bienvenido a Mooseport, comedia que supuso su última interpretación y que se saldó con un estrepitoso fracaso de crítica y taquilla. Pero lo cierto es que Hackman tenía otras razones.

En 2009, cuando tenía 79 años, en una entrevista con Empire contó que estaba trabajando al límite de sus posibilidades. Tras hacerse un test de salud, le recomendaron no someterse a altos niveles de estrés debido a que su corazón no podría soportarlo por mucho tiempo. “La gota que colmó el vaso fue en realidad una prueba de estrés que hice en Nueva York", contaba Hackman en dicha intervención, que fue la última que dio hasta 2021. “El médico me aconsejó que mi corazón no estaba en la forma en que debería someterlo a cualquier tipo de estrés”.

Desde entonces, poco hemos sabido de este reconocido actor que tan fuerte grabó su nombre en Hollywood entre los 60 y los 2000 con personajes tan míticos como Lex Luthor en Superman o al antagonista Bill Daggett en Sin perdón. Se alejó de las cámaras, publicó novelas como Payback at Morning Peak en 2011 o Pursuit en 2013 y se limitó a disfrutar de su vejez en su rancho de Santa Fe, Nuevo México.

La única vez que rompió su silencio fue en 2021, cuando en una entrevista con The Post, donde charlaron sobre su trabajo en The French Connection, reincidió en lo agotadora que es la vida en las altas esferas de Hollywood. “Hacer películas siempre ha sido arriesgado, tanto física como emocionalmente, pero elijo considerar esa película como un momento en una carrera accidentada de aciertos y errores”, comentaba.

Dada su avanzada edad, estas declaraciones, sumado a las pocas veces que hemos sabido de él, pueden hacer pensar en un hombre sin energías y de salud débil que vive sus últimos años de vida reflexionando sobre todo lo que ha dado de sí en su carrera. Pero lo cierto es que Jackman, a sus ya 93 años, sigue en plenas facultades y mucho más cuerdo de lo que cabría imaginar. Y así lo demuestran las últimas imágenes que han salido a la luz sobre su vida actual.

A través de redes sociales, se han publicado varias fotografías y vídeos de Hackman siendo avistado en una estación de servicio. El actor, pese a su edad, iba conduciendo su auto en plenas facultades y paró a llenar el tanque, momento que aprovechó para descansar y comer en el vehículo pasando por una especie de AutoMac. Como es obvio, en las fotos se ve a alguien físicamente desgastado por la edad, no obstante, no son muchas las personas que superan los 90 años y son capaces de conducir un carro en plenas facultades o valerse por sí mismas sin ayuda. Y esto es muy clarificador sobre la fuerza vital que aún corre por su cuerpo.

Además, nos confirma el propósito por el cual abandonó Hollywood. Por mucho que se hablara de la caída en desgracia de su carrera, lo cierto es que esta vida tan cotidiana y tranquila que disfruta en un estado tan lúcido no hace más que resaltar sus declaraciones a Empire en 2009, cuando afirmó que su salud importaba más que su fama y trabajo.

Al final, Gene Hackman optó por vivir su vida sin preocupaciones, dejando de lado el estrés de los rodajes, alfombras rojas y entrevistas, cuidándose en salud y aprovechando su energía para seguir disfrutando de los placeres de la vida. Y esto es digno de aplaudir y celebrar.

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