Globos de Oro: Oppenheimer y Succession, las grandes ganadoras de la noche; Barbie, la perdedora, y el polémico discurso de apertura
El domingo se llevó a cabo la 81ª entrega de los Globo de Oro, los galardones que otorga la Prensa Extranjera de Hollywood y que marca la agenda de la temporada de premios, en muchas ocasiones posicionando favoritos tempranamente en la larga carrera hacia la ceremonia de los Oscar que tendrá lugar el 12 de marzo . Si bien fueron pocas las sorpresas, sí resultó llamativo que no haya acontecido una división de distinciones, como suele suceder cuando se busca destacar las mejores producciones sin necesariamente proclamar a una como la favorita.
En esta oportunidad, los Globo de Oro marcaron una tendencia hacia Oppenheimer, la biopic de Christopher Nolan que se llevó cinco estatuillas. En el plano televisivo se estuvo ante el mismo escenario, con Succession dominando la categoría dramática y El Oso haciendo lo propio en la categoría cómica. La ceremonia, que se pudo ver por TNT y por streaming a través de HBO Max, tuvo como anfitrión a Jo Koy, el comediante filipino que, días antes de su debut en el escenario del Hotel Beverly Hilton de Los Ángeles, había hecho hincapié en cómo la conducción de la entrega era un momento bisagra en su carrera.
A pesar de su entusiasmo, Koy no solo desaprovechó la ocasión con un monólogo de apertura poco efectivo sino que tampoco conectó con una audiencia de celebridades que lo miraba perplejo . Las reacciones de figuras como Emma Stone y Helen Mirren no tardaron en viralizarse y en cierto modo simbolizaron lo que representó la ceremonia: un evento sin ritmo, sin clímax y un tanto anodino.
*Oppenheimer y un triunfo aplastante en una competencia feroz
La biopic sobre Robert Oppenheimer, el “padre” de la bomba atómica, se convirtió en la gran ganadora de la noche, recibiendo nada menos que cinco estatuillas, entre ellas, a Mejor película dramática, Mejor director para Christopher Nolan, Mejor actor para Cillian Murphy y Mejor actor de reparto para Robert Downey Jr. La adaptación del libro American Prometheus, de Kai Bird y Martin J. Sherwin, focaliza en episodios significativos de la vida del físico, como su época como estudiante en Europa, su trabajo como profesor en California en la década del 30, hasta el denominado Proyecto Manhattan, el programa secreto desarrollado para construir armas nucleares.
La competencia que tenía el film era muy fuerte, con títulos como Los asesinos de la luna, Maestro de Bradley Cooper, Past Lives de Celine Song, The Zone of Interest de Jonathan Glazer, y Anatomía de una caída de Justine Triet disputándole el premio a la mejor película del año.
Oppenheimer se impuso sobre otra de las grandes favoritas, el drama histórico de Martin Scorsese, y cuando Nolan subió al escenario a recibir el galardón al mejor director, quedó en evidencia que, tras años de entregar films dispares pero exitosos, encontró el proyecto que le permitirá llegar cómodo al Oscar e incluso obtener la estatuilla (si el 10 de febrero obtiene el premio DGA del Sindicato de Directores, ya no quedarán dudas). El propio Downey Jr. resumió en su carismático discurso cuál fue el secreto del batacazo en taquilla de Oppenheimer: la mano maestra de Nolan para llevar adelante una biopic sobre los peligros del poder con un ritmo de thriller incesante y hasta abrumador.
*Barbie, la favorita del público, casi se va con las manos vacías
Cuando una película despunta como favorita en la temporada de premios de manera prematura, se produce una suerte de fatiga en distintos círculos críticos que empiezan a mirar hacia otro lado para otorgar su reconocimiento. Antes de llegar a los Globo de Oro, Barbie no había logrado mantener el envión que le dio la audiencia para triunfar en los galardones no televisados. Por el contrario, películas como las mencionadas Oppenheimer, Los asesinos de la luna, Anatomía de una caída (que recibió dos estatuillas el domingo, a mejor guion y película en habla no inglesa), Past Lives, y Los que quedan de Alexander Payne fueron encontrando su lugar, desplazando al largometraje de Greta Gerwig en el camino.
En la ceremonia de los Globo de Oro se pudo notar precisamente eso: cómo el film de Gerwig fue distinguido por su descomunal éxito en taquilla (una de las dos nuevas categorías que debutaron anoche) y no por sus méritos como producción cinematográfica. La disruptiva Pobres criaturas, que llega a nuestras salas el jueves 18 de enero, escrita por Tony McNamara y dirigida por el cineasta griego Yorgos Lanthimos, le quitó la posibilidad de erigirse como la mejor comedia del año al triunfar en esa categoría y en la de mejor actriz para Emma Stone.
Recientemente, Meryl Streep destacó cómo Barbie pudo rescatar a la industria por su performance en salas comerciales -actualmente se puede ver en streaming en la plataforma HBO Max- , por cómo fomentó que el público pagara una entrada para disfrutar de todo un acontecimiento. En su discurso de agradecimiento, tanto Gerwig como la protagonista del film y productora de este, Margot Robbie, pusieron la lupa en ese respaldo que recibieron de la audiencia, que convirtió a Gerwig en la primera mujer en dirigir un film que superó la barrera del billón en su recaudación.
Por otro lado, Barbie se llevó el Globo de Oro a la mejor canción por “What Was I Made For?”, compuesta por Billie Eilish y su hermano Finneas, quienes seguramente cosechen su segundo Oscar por la brillante composición que suena en el film en la secuencia más conmovedora, aquella que le da una cuota de humanidad a un largometraje inventivo que, lamentablemente, no tuvo su mejor noche, al igual que Los asesinos de la luna, que solo fue destacada en la categoría de mejor actriz con el Globo de Oro para Lily Gladstone.
*Succession y una despedida a lo grande
El drama de Jesse Armstrong que terminó bien arriba con su perfecta cuarta temporada y opacó a la competencia obteniendo cuatro estatuillas: Mejor drama, actor (Kieran Culkin), actriz (Sarah Snook) y actor de reparto (Matthew Macfadyen). Así, la serie va muy bien encaminada a los premios Emmy, que se entregan el 15 de enero y en los que tiene nada menos que 27 nominaciones (aunque ya ha perdido en algunas categorías en la ceremonia de los Creative Arts Emmys que se realizó).
El triunfo de la ficción de HBO dejó grandes discursos de sus protagonistas, desde las bromas de Culkin a su “competencia”, Pedro Pascal (The Last of Us), a cómo Snook y Macfadyen aseguraron que la serie fue un verdadero “trabajo en equipo”. El actor británico también reconoció que extraña las jornadas de rodaje con sus compañeros, ratificando de esa manera el perfecto ensamble que logró Armstrong, con un elenco que desplegó todo su talento en cada uno de los 39 episodios sin fisuras.
En cuanto a la categoría cómica, esta fue dominada por El Oso, la serie de Christopher Storer que se puede ver por Star+ . Su protagonista, Jeremy Allen White, recibió su segundo Globo de Oro, mientras que la actriz Ayo Edebiri se mostró muy emocionada al obtener su primera estatuilla por su trabajo en la serie que, al estar incluida en la categoría equivocada (está muy lejos de ser una comedia), impidió que verdaderas propuestas que tienen al humor como punta de lanza (de Jury Duty a Abbott Elementary) pudieran triunfar.
Asimismo, la díscola ficción de Netflix, Bronca, creada por Lee Sung Jin, se llevó el merecido galardón a mejor miniserie, actor (Steven Yeun) y actriz (Ali Wong). De esta forma, la única sorpresa de una noche un tanto previsible fue cuando se anunció que Elizabeth Debicki era la Mejor actriz de reparto televisiva del año por The Crown, venciendo a Meryl Streep, quien brilló en la tercera temporada de Only Murders in the Bulding.
*Jo Koy, un anfitrión a la defensiva que no pudo lucirse
Jo Koy tenía todo para brindar, cuanto menos, una performance aceptable como anfitrión . Luego de la prolongada huelga de actores y guionistas, los Globo de Oro se convirtieron en los primeros premios en “salir a la cancha” para destacar los mejores trabajos televisivos y cinematográficos. Las estrellas estaban ahí: Meryl Streep, Ben Affleck, Leonardo DiCaprio, Robert De Niro, Martin Scorsese, Jennifer Lawrence, Emma Stone, Jennifer Lopez, Bradley Cooper, Timothée Chalamet, Taylor Swift, Selena Gomez, Ryan Gosling, Reese Witherspoon y Joaquin Phoenix, entre muchísimos otros nombres reconocidos. Sin embargo, el discurso de apertura de Koy (de poco más de 10 minutos) fue sencillamente olvidable , con un salto de lo emotivo (”esto es un sueño cumplido para mí”) a lo trillado (”Oppenheimer me encantó, pero necesité que durara una hora más”; “Meryl Streep debería ganar por todo” y un largo etcétera).
De todas formas, lo que terminó de hundir a Koy fue su pésima reacción a una audiencia poco efusiva: “¿Querían un monólogo perfecto? Cállense, lo escribí hace 10 días y las bromas de las que sí se rieron las escribí yo”, dijo el conductor , tirándoles un “palito” a su equipo de guionistas, lo que volvió irremontable el resto de su discurso que dejó de agradar a las figuras de Hollywood que no pudieron disimular su indiferencia ante los chistes anodinos del presentador. De hecho, cuando Ricky Gervais ganó el premio a Mejor actuación en stand up, los pocos minutos que pasaron de su especial para Netflix, Armageddon, fueron más divertidos que cualquier gag de Koy, quien también fue eclipsado por comediantes natos como Jim Gaffigan, Kristen Wiig y Will Ferrell, quienes oficiaron de presentadores y demostraron su oficio en pocos minutos.