Harrison Ford debe su fortuna y carrera a una casualidad fortuita

El actor le debe su carrera a la paciencia, resiliencia y, curiosamente, su talento como carpintero

La paciencia y el afán de supervivencia ayudaron a Harrison Ford a triunfar en Hollywood. (Foto de Daniel Leal/AFP via Getty Images)
La paciencia y el afán de supervivencia ayudaron a Harrison Ford a triunfar en Hollywood. (Foto de Daniel Leal/AFP via Getty Images)

Harrison Ford ocupa un lugar privilegiado en el recuerdo popular del mundo cinematográfico. Prueba de ello es que no existe generación viviente que no conozca a Indiana Jones o Han Solo, mientras su filmografía representa la profunda huella que ha dejado en la historia del cine con más de $10 mil millones recaudados en taquilla a lo largo de 60 años en Hollywood (Fuente: The Numbers).

Sin embargo, el éxito no siempre estuvo de su parte. Más bien, todo lo contrario. Si no fuera por su faceta buscavidas y una casualidad fortuita, quizás hoy no sería uno de los actores más emblemáticos de la cultura popular.

Ford siempre se consideró una flor de crecimiento tardío. Y curiosamente, a pesar de ser hijo de actores, no le dio una oportunidad a la interpretación hasta su último año en la universidad, y solo porque creía que podía servir de remedio para curar su timidez. Poco sabía que iba a descubrir una de las pasiones de su vida. Nacido y criado en Chicago, se mudó a Los Angeles buscando trabajo como actor a los 22 años. Sin embargo, solo conseguía trabajos fugaces como figurante o extra, sin ningun tipo de crédito oficial. No fue hasta 1967, a los 25 años, que obtuvo su primer rol acreditado en el western Furia sin freno protagonizado por Glenn Ford. No obstante, el éxito no terminaba de tocar a su puerta.

Apareció en series, programas de televisión y algunas películas, pero no terminaba de destacar. Es más, el jefe de Columbia Pictures pensaba que no tenía futuro en Hollywood y esta inestabilidad constante suponía un gran problema en su vida personal al estar casado con Mary Marquart y ser padre de dos hijos a los que debían cuidar, vestir y alimentar, Benjamin (1966) y Willard (1969). En medio de esta panorama, y sin más remedio, decidió buscarse otra salida laboral aprendiendo el oficio de carpintero.

“Con la carpintería alimenté a mi familia y comencé a elegir entre los roles que me ofrecían”, dijo en una ocasión (vía Peter Weir Cave, 1986). De esta manera podía mantenerse económicamente hasta que aparecieran producciones más interesantes. “Pero nunca renuncié a mi ambición de ser actor. Estaba frustrado pero nunca me sentí derrotado”, sentenció. Sin embargo, no tenía idea de la puerta que abriría precisamente trabajando con la madera.

Y existe una prueba de esta etapa. Se trata de una foto que publicó Sergio Mendes en Facebook en 2015, mostrando a un joven Harrison Ford semidesnudo durante un descanso en la construcción del estudio de grabación del músico brasilero en 1970. “Antes de Han Solo, hubo un gran carpintero llamado Harrison Ford. Y aquí está con su equipo, el día que terminaron de construir mi estudio de grabación en 1970... Gracias Harrison Ford... que la Fuerza te acompañe”, escribía la leyenda musical latinoamericana.

Una de esas oportunidades llegó en 1973 cuando George Lucas lo contrató para un papel menor en su segunda película, Locura de verano (American Graffiti), sin embargo, a pesar de recibir buenas críticas y lograr una respuesta abrumadora en taquilla, no fue un trabajo que lo sacó de la pobreza. Porque aunque cueste creerlo viendo cómo se dieron los acontecimientos, la verdad es que Harrison Ford terminó de rodar y volvió a la carpintería mientras seguía esperando nuevas ofertas. Ni siquiera cuando Francis Ford Coppola lo contrató con papeles pequeños en La conversación (1974) y Apocalipsis ahora (1979) pudo dejar a un lado los clavos y el martillo.

Resulta curioso imaginarse el panorama ahora. Harrison Ford, con un rostro reconocible en el mundo entero, ilusionándose con papeles en pantalla para luego volver a trabajar como carpintero, consciente de que así como aparecían oportunidades, también podía no aparecer ninguna. Es decir, después de una década esperando su gran salto en Hollywood, seguía volviendo a la carpintería después de cada proyecto evidenciando que su futuro en Hollywood, al final, no estaba asegurado.

Y es que si bien había trabajado con George Lucas, el director jamás pensó en él cuando ideaba el personaje de Han Solo. Y esto es porque el director tenía una regla: no quería repetir con los mismos actores que había contratado previamente porque tenía miedo que el mundo encasillara a Star Wars como una especie de ‘Locura de verano en el espacio’. Pero, en realidad, Harrison Ford tenía un aliado en la industria que cumplió un rol esencial a la hora de crear la casualidad más fortuita de su vida.

Esa persona era el director de casting Fred Roos, quien creía ciegamente en su potencial para convertirse en estrella. De hecho, fue una pieza clave en sus inicios al ser amigo de Francis Ford Coppola, quien curiosamente era el productor de Locura de verano y más tarde lo contrató en La conversación y Apocalipsis ahora como señalaba previamente. Justamente fue Roos quien insistió a George Lucas que reconsiderara su “regla” y contratara a Harrison Ford para el papel de Han Solo. Y para demostrarle que estaba acertado ideó un plan: contrató al actor para que construyera una puerta en las oficinas de la productora de Coppola, American Zoetrope, en el mismo día y lugar que Lucas había organizado el casting para Star Wars.

Y el plan funcionó, porque cuando Lucas lo vio trabajando allí entre los marcos de las puertas, le pidió que le ayudara con las audiciones de otros actores leyendo el libreto. Pero algo resonó en la mente del cineasta porque a pesar de contar con nombres como Al Pacino, Robert De Niro, James Caan, Jack Nicholson, Kurt Russell y muchos más en su lista, decidió que el papel del arrogante piloto era ideal para Ford.

“Estaba trabajando en una entrada elaborada en las oficinas de Francis Ford Coppola, como carpintero, cuando George entró con Richard Dreyfuss, siendo la primera entrevista que tenía para Star Wars. En cierto modo algo resonó en George y, al final, me convertí en Han Solo”, dijo Ford en una ocasión (vía Express).

Mark Hamill, Carrie Fisher y Harrison Ford, las tres estrellas que tocaron la cima de Hollywood con Star Wars. (Foto de Sunset Boulevard/Corbis via Getty Images)
Mark Hamill, Carrie Fisher y Harrison Ford, las tres estrellas que tocaron la cima de Hollywood con Star Wars. (Foto de Sunset Boulevard/Corbis via Getty Images)

Harrison alcanzó el éxito inmediato en 1977 con la primera entrega de Star Wars. Ya era un adulto de 35 años y a pesar de cobrar 10,000 dólares por aquel rodaje (Parade), ya no tuvo que volver a la carpintería. Al menos para ganarse la vida, porque sí continuó con el oficio pero construyendo muebles para su vivienda con su segunda esposa, la guionista Melissa Mathison (E. T., el extraterrestre) fallecida en 2015.

Cinco años después llegó el final de la primera trilogía, subiendo su caché a 500,000 dólares como evidencia del éxito que estaba cosechando en la cultura popular de los '80 gracias a Han solo, pero también a Indiana Jones y los cazadores del arca perdida con el debut de Indiana Jones en 1981. (Fuente: Imdb).

Curiosamente, el creador de Star Wars quería volver a su regla y no contratar a Ford como Indiana Jones al ser el productor de la historia. Pero Steven Spielberg estaba convencido de que era la mejor opción y logró convencer a su socio una vez que Tom Selleck -el favorito de Lucas- rechazó la oferta a raíz de sus compromisos con la serie Magnum P.I. Es decir, Ford sin dudas terminó rompiendo todos los esquemas de Lucas abriéndose camino con la suerte de su parte.

Harrison Ford demostrando su talento con la madera en marzo de 1983. (Foto de Paul Harris/Getty Images)
Harrison Ford demostrando su talento con la madera en marzo de 1983. (Foto de Paul Harris/Getty Images)

En menos de una década, en 1986, ya ganaba 5 millones de dólares por película (La costa mosquito), aumentando su fortuna con el paso de los años. Sin ir más lejos, cobró nada menos que 25 millones de dólares por su regreso al papel de arqueólogo del látigo con Indiana Jones y el dial del destino, a los 80 años y cuando habían pasado más de 40 desde la primera entrega.

Y lo demás es historia. Se estima que Harrison Ford habría amasado una fortuna valorada en 300 millones de dólares, convirtiéndose en un rostro habitual de nuestra cultura cinematográfica y manteniéndose en el radar del mundo a lo largo de toda su carrera. Incluso ahora que a punto de cumplir los 82, se espera con ansías verlo debutar en el Universo Cinematográfico de Marvel en 2025 con Captain America: Brave New World.

Y todo gracias a nunca darse por vencido, sobreviviendo gracias a un oficio que le permitió estar cerca hasta que llegara la oportunidad esperada.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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