Hayden Christensen se redime en Star Wars demostrando que nunca mereció tanto odio

CHIBA, JAPÓN - 27 DE NOVIEMBRE: Hayden Christensen habla en el escenario del evento de charlas de celebridades durante la Tokyo Comic Con 2022 en Makuhari Messe el 27 de noviembre de 2022 en Chiba, Japón. (Foto de Jun Sato/WireImage)
CHIBA, JAPÓN - 27 DE NOVIEMBRE: Hayden Christensen habla en el escenario del evento de charlas de celebridades durante la Tokyo Comic Con 2022 en Makuhari Messe el 27 de noviembre de 2022 en Chiba, Japón. (Foto de Jun Sato/WireImage)

Hayden Christensen pasó casi 15 años alejado del universo de Star Wars. Tenía tan solo 19 primaveras cuando George Lucas le dio la difícil tarea de meterse en la piel de uno de los villanos más icónicos del cine: Darth Vader. En ese momento era de los jóvenes más solicitados de Hollywood, dueño de una trayectoria que parecía destinada a llegar hasta la cima. Sin embargo, su entrega no sirvió de nada cuando los fans vieron el resultado. Muchos seguidores detestaron tanto las tres precuelas y su versión joven de Anakin Skywalker que pasó casi dos décadas conviviendo con el lado oscuro del odio de los fans.

El rechazo fue histórico y brutal, criticando desde su actuación a los diálogos y arco narrativo. En otras palabras, tras debutar como Darth Vader en Star Wars. Episodio II: El ataque de los clones (2002) era prácticamente imposible encontrar un fan de la saga que lo defendiera… hasta ahora. Porque las tornas han cambiado y esos fans que antes le tiraban tomates, ahora lo celebran como si fuera el ídolo máximo de la saga.

Así lo están demostrando de nuevo los fanáticos en redes sociales con vítores digitales, celebraciones apasionadas y aplausos virales después de que Hayden Christensen volviera al universo galáctico en el quinto episodio de Ahsoka estrenado el 13 de abril, la nueva serie de Star Wars que actualmente emite Disney+ (con un capítulo por semana). Y digo de nuevo porque este cambio radical del odio al amor comenzó a dar sus frutos en 2022 cuando Hayden Christensen inició su redención galáctica en Obi-Wan Kenobi, apareciendo en cinco episodios de la mini serie de Ewan McGregor. Era la primera vez que volvía a meterse en la piel de Anakin desde Episodio III en 2005.

Sin embargo, a diferencia de Obi-Wan Kenobi, ahora solo bastaron un puñado de secuencias en un solo capítulo en donde Anakin se reencuentra con su ‘padawan jedi’ (aprendiz en términos starwarianos) Ahsoka (Rosario Dawson) entre diálogos, recuerdos y coreografías clásicas con sables de luz.

Se trata de una reunión que expone la relación fraternal pero dispar que mantuvieron durante los años de entrenamiento (que los fans conocieron en la película animada Star Wars: The Clone Wars), a través de secuencias que permiten que Hayden Christensen saque a relucir una cara más dramática de la que vimos en las precuelas de George Lucas. Incluso diría que aporta una profundidad villanesca más convincente, radical y certera. Y así, solo le basta aparecer en menos de medio episodio para demostrar que el tiempo pone todo en su lugar. Pero, sobre todo, que es hora de que los fans de Star Wars reconozcan el error fervoroso que habita en las entrañas del fenómeno. Un error que Hayden Christensen vivió en sus propias carnes.

Porque este actor de 42 años siempre fue consciente de las críticas y el rechazo que tiñeron de gris el legado de su interpretación en las precuelas. Muchos fans (por no decir la mayoría) no se quedaron conformes con la transición apresurada de su salto al Lado Oscuro en aquellas películas, como tampoco la construcción de un personaje caprichoso a través de una narrativa que se centró en plasmar sus sombras para justificar la creación de Darth Vader, en lugar de ofrecer la historia del héroe caído que esperábamos ver. Tampoco ayudó que los diálogos fueran pobres y superficiales, dando a Hayden Christensen pocas herramientas con las que lucirse. Vimos escenas que transmitían incomodidad hasta el punto de centrarnos más en las expresiones faciales que en el corazón de la historia.

En resumen, es cierto que las precuelas tenían sus fallos cuando las comparábamos con el legado de la trilogía general. Pero Hayden Christensen no tuvo la culpa. Fue un actor que siguió las directrices del guion y la visión del cineasta. Y, aun así con apenas 19 años, su actuación cayó en el mismo saco del odio que recibieron las películas.

El rechazo hacia su trabajo fue tan sonoro que existe la percepción errónea de que abandonó Hollywood por su culpa. El actor desapareció del radar entre 2010 y 2014, sin embargo, lo hizo porque no sabía cómo lidiar con el reconocimiento y la fama de su profesión. Sentía que no había demostrado suficiente como para recibir proyectos nuevos, sino que las ofertas eran consecuencia de su relación con un título tan popular como Star Wars. “No quería ir por la vida sintiendo que estaba en la cresta de la ola”, dijo en 2015 a Los Angeles Times. Así que agarró sus cosas y se instaló en una granja de Canadá mientras aprendía los quehaceres de ser granjero.

Sin embargo, siempre fue consciente del rechazo que perseguía a su versión de Anakin. Así lo demostró cuando volvió para Obi-Wan Kenobi, asegurando en una entrevista que estaba siendo “muy reconfortante” ver que “los fans de Star Wars finalmente me aceptan”. “Supongo que la moraleja de la historia es [tener] paciencia”.

No obstante, las reacciones fervorosas que tanto identifican a los fans de Star Wars, con frecuencia, se van de las manos. Y a raíz del vuelco radical que está viviendo Hayden Christensen con los fans, adorándolo como si fuera lo mejor que podía haberle pasado a la saga, creo que es el momento idóneo para ser valientes y hablar de ese rechazo que arrastra el universo galáctico y que va más allá de una mera percepción personal, artística o cinematográfica. No podemos generalizar, pero existe un sector dentro de los fans de Star Wars que movilizan el odio con fervor preocupante. Como si fueran dueños de la verdad absoluta, criticando al creador, directores, guionistas o actores cuando una trama, personaje, intención no les convence.

Pasó muchas veces y no solo a Hayden Christensen. Por ejemplo, Ahmed Best, el actor que interpretó a Jar Jar Binks en las precuelas-literalmente el personaje más odiado de la saga- sufrió tanto el rechazo y las malas críticas que tocó fondo con su salud mental, llegando a considerar el suicidio. Kelly Marie Tran fue atacada en redes sociales por su interpretación de Rose Tico con fans que la acusaban de arruinar la franquicia (exagerados es poco). El acoso fue tan grande que borró su cuenta de Instagram.

Hasta Ewan McGregor salió en defensa de su compañera Moses Ingram cuando la actriz comenzó a recibir mensajes racistas tras el estreno de Obi-Wan Kenobi, escribiendo en Twitter: “Parece que algunos miembros de la base de fans han decidido atacar a Moses Ingram online y enviarle los [mensajes directos] más horrendos y racistas”. “Si estás enviando mensajes acosadores, no eres fan de Star Wars en mi mente”, concluía. Mientras John Boyega estuvo una temporada a la defensiva señalando a los fans de la saga como “tóxicos” en Twitter, aparentemente harto de que lo mencionaran o relacionaran con comentarios negativos.

Hasta el director Rian Johnson defendió su trabajo por activa y por pasiva cuando Star Wars. Episodio VIII: Los últimos Jedi (2017) recibió el rechazo popular de muchos fans. Una realidad con la que, personalmente, nunca estuve de acuerdo. Al contrario de los fans tradicionales, siempre me pareció la película más arriesgada y valiente de la saga. La que verdaderamente intentó romper con la clonación del trabajo original de George Lucas.

TOKYO, JAPAN - JULY 6:  Actor Hayden Christensen stands in front of stormtroopers during a photocall to promote the film
TOKYO, JAPAN - JULY 6: Actor Hayden Christensen stands in front of stormtroopers during a photocall to promote the film "Star Wars: Episode III - Revenge Of The Sith" July 6, 2005 in Tokyo, Japan. The film opens on July 9 in Japan. (Photo by Junko Kimura/Getty Images)

Pero volviendo a Hayden. El renacer de la saga a través de Disney+ parece estar dándole la oportunidad de redimir su trabajo como personaje esencial de la historia. Porque a través de Obi-Wan Kenobi y ahora Ahkosa se creó un lienzo donde reconstruir su participación desde historias con profundidad narrativa. Sin embargo, pueden gustarnos más o menos las precuelas de George Lucas. Podemos habernos quedados decepcionados o disconformes con la versión que vimos de Darth Vader por entonces, pero eso no justifica las críticas dañinas ni el odio o rechazo que tiñó de gris el legado del actor. Y que, seguramente, le habrá dolido en lo más profundo.

Y ahora que ha tenido en sus manos la oportunidad de aportar nuevos matices a su trabajo, queda en evidencia que los fans no siempre tienen la razón (aunque así lo crean). Que las criticas feroces no sirven de nada si no van a ser constructivas y que, al final, Hayden Christensen hizo lo que pudo con el material que tenía entre manos y la visión de un artista como George Lucas. Y mientras los fans celebran su reaparecer, quizás es hora de que le ofrezcan una disculpa en condiciones.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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