Por qué Mickey Mouse es un icono de moda de alta costura: las claves de su fórmula mágica
Aunque Mickey Mouse inició su carrera el 18 de noviembre de 1928, con el estreno de “Steamboat Willie”, recientemente cumplió 91 años de haber aparecido por primera vez en una tira cómica. El 13 de enero de 1930, la sonrisa de Mickey Mouse ilustraba una página de un medio impreso por primera vez y, aunque ya llevaba un par de años en la pantalla grande, nadie imaginó que seguiría estando presente a lo largo de más de nueve décadas en muchos medios, entreteniendo y, por supuesto, también vendiendo.
Para especialistas, como el sociólogo Todd Gitlin, citado por El Comercio, Mickey Mouse representa el lado más ligero de la poderosa expansión la cultura estadounidense por todo el mundo como una lengua franca, esa que todos podemos entender aunque tengamos distintos lenguajes.
Como primera piedra de un imperio, que en 2019 logró mantener resultados positivos a pesar de la crisis global generando US$10.400 millones de dólares, según la plataforma global de datos de negocios, Statista, Mickey Mouse luce indestructible, eterno y siempre, -le guste o no a los detractores del imperio yankee- divertido y cercano. No solo es un líder en su mercado natural, el mundo audiovisual, sino que es un motivo de inspiración para la cultura popular, la industria del turismo, el diseño, y la moda, por supuesto.
Por años Mickey se ha hecho presente en colecciones de marcas de lujo, como la que recientemente lanzó Coach presentando vestuario y accesorios con diseños del artista plástico Keith Haring (1958-1990) sobre el famoso ratón. Pero también el mercado masivo ofrece un sinfín de oportunidades de vestir y vivir a través de la moda el estilo alegre y nostálgico de Mickey. Todos tienen acceso a esta figura pero por qué resulta tan fascinante.
Consultamos a Gustavo Prado, uno de los analistas de tendencias más reconocidos en México, líder de opinión en temas de diseño y consumo, autor del libro Mextilo y director de la agencia Trendo.mx, sobre esa fascinación que causa Mickey y lo convierte, de dibujo infantil a icono cultural.
-¿Qué cree que es lo que fascina a las masas de un dibujo como Mickey Mouse?
“El éxito de Mickey Mouse radica en dos bases sólidas. La primera es el factor innovación. Tuvo su primera aparición en 1928, en una época en la que los dibujos animados no se dirigían a un público infantil. Las caricaturas de la época aludían al morbo a través de tramas relativas al terror, al sexo y al alcohol. ‘Steamboat Willie’ de Mickey Mouse fue la primera caricatura con un argumento sencillo, que en combinación con un estilo de animación llamativo para la época, convirtió a Mickey en un personaje apto tanto para niños como para adultos. La segunda es la adaptabilidad. A diferencia de otras marcas que le huyen al cambio por miedo a perder su esencia, Disney supo adaptar sus personajes, en especial a Mickey a las necesidades estéticas y comerciales de cada época. Empezó como un dibujo en blanco y negro, después tuvo voz, a mediados del siglo XX su imagen cambió y se volvió neoténica -o sea tiene rasgos como de bebé- , se le agregó el color y empezó a adoptar actitudes relativas a cada época. Si Donald era el neurótico y Goofy el tonto bonachón, Mickey era el héroe confiable y amistoso. Fue así como sobrevivió al tiempo”.
-Una cosa es que los amantes de las caricaturas, el entretenimiento o el cine se identifiquen y otra que Mickey también se haya convertido en icono de moda. ¿A qué se le adjudica?
“Mickey, al igual que Marilyn Monroe, representa todo el imaginario americano. Una idea aspiracional que está presente en todo el mundo. Disney supo explotar esta idea y de manera sorprendente comenzó a comercializar su licencia desde 1932. Pero cuando abrieron Disneylandia, portar un gorrito de orejas clamaba: ´Yo ya fuí a ‘la mecca’´. Lo que se extendió a todo tipo de producto. Hoy en día Mickey es más que un personaje, es tal cual un print, un símbolo o un patrón. Así como el tartán o la pata de gallo, la silueta de Mickey Mouse puede ser encontrada en un sin fin de productos”.
-¿Es popular o exclusivo? Es masivo, pero los productos de moda que suelen tener su rostro son de lujo.
“Disney ha sabido comercializar la imagen de Mickey Mouse de manera brillante. El famoso ratón puede ser encontrado en productos de marcas de lujo como Jean-Charles de Castelbajac, Gucci, Moschino, Louis Vuitton o, en este caso, en la linea de Keith Haring para Coach, pero también en productos de supermercado, tiendas de dólar y marcas mucho más comerciales para la base de la pirámide. Las primeras le dan notoriedad y le permiten pasar a la posteridad; de los segundos es de donde obtienen verdaderas ganancias. Vender mucho a bajo precio es la clave de una empresa exitosa”.
-¿Cuál crees que es el factor clave para que un dibujo animado se haya convertido en un icono y trascienda en el tiempo?
“Adelantarse a su tiempo. Mickey representaba todo el imaginario americano años antes de que Estados Unidos se convirtiera en un ‘melting pot’ de identidades a mediados del siglo XX, Mickey era el sueño de estabilidad donde un ratoncito podía ser una estrella: el ideal del sueño americano. Marilyn Monroe era el epítome de la libertad sexual, una década antes de que que la revolución sexual sucediera. Por eso el estudio de tendencias es importante. Para predecir lo que va a pasar y aprovechar las oportunidades del mercado”.
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