Yahoo Estilo Los días en que la reina Isabel II fue amada por los mexicanos y espiada por el gobierno
En 1975 la reina Isabel II, quien acaba de fallecer a los 96 años, fue agasajada con 'La cucaracha', con un recalentado y con la insuperable voz de Pedro Vargas cuando viajó casi 9 mil kilómetros para visitar tierras mexicanas y conmemorar el 150 aniversario de un importante acuerdo comercial y de navegación entre Reino Unido y México, firmado más de un siglo atrás.
Ese primer viaje oficial ocurrió durante el gobierno del presidente Luis Echeverría Álvarez y 8 años después, en 1983, la monarca regresó durante el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado. Entre los compromisos diplomáticos y visitas turísticas, conoció Guanajuato, Veracruz, Acapulco, La Paz.
Isabel tenía poco más de dos décadas en el trono británico y su visita resultaba todo un atractivo para los mexicanos, tomando en cuenta que en este país el último intento de monarquía se extinguió con el fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo en 1867 y años antes luchó por independizarse del reino de España.
Pero la reina británica atrajo a centenas, las calles se desbordaron para lanzarle flores y vivas, bajo el escrutinio de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) —la agencia de inteligencia del gobierno mexicano— que se dedicó a pisarle los talones las dos ocasiones en que permaneció en el país y documentó cada paso.
En 2019 se hizo público el expediente creado por la ahora extinta DFS sobre la reina Isabel II y que aún se encuentra en el Archivo General de la Nación (AGN). En el reporte de 28 páginas se detalla la vigilancia sobre ella y su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo, además de las protestas que grupos comunistas hicieron por sus visitas.
El 24 de febrero de 1975 —día feriado en México, además— una multitud se congregó en el Zócalo de la capital mexicana para recibir a la reina y su esposo. Para celebrarlos hubo flores, música, cantos, aplausos, pompones, gimnastas y hasta un mosaico con los rostros de Isabel II y Echeverría. "Algo que fue llamativo para la reina es que decía que solamente en la India había sido recibida por multitudes más numerosas que en México", de acuerdo con una nota de la BBC sobre aquella primera vez.
Juan de la Barreda Moreno, entonces director de la DFS, relató en su primer informe del 26 de febrero de 1975 que tras haber sido recibida la monarca por el entonces presidente Echeverría y su esposa María Esther Zuno, un día después la reina "viajó en compañía de su consorte Felipe de Edimburgo a Guanajuato", donde visitaron El Pípila, el Teatro Juárez y la Alhóndiga de Granaditas; y después Oaxaca, "donde su sola presencia ocasionó una gresca entre la población" en la zona arqueológica de Monte Albán.
"Los ilustres visitantes presenciaron por la noche una representación de la Guelaguetza, haciéndose notar que concurrió numeroso público a este acto y se registraron conatos de rifia (sic), por lo que intervinieron las autoridades correspondientes, resultando golpeadas varias personas", de acuerdo con el documento que publicó el diario Milenio.
Un reporte más, ahora del 1 de marzo de 1975, se abordó la salida de la monarca desde el puerto de Veracruz y así concluir su visita oficial a México. La ocasión fue aprovechada por algunos funcionarios federales y estatales que no tardaron en tomarse fotografías para el recuerdo. "A las 11:35 arribó el presidente Luis Echeverría Álvarez y su esposa, quienes acudieron a despedir a los ilustres visitantes. A las 13:00 horas la reina Isabel II abandonó el país a bordo de una de sus naves", reveló el periódico El Universal.
Ocho años después y poco antes de acabar el invierno, Isabel regresó a México pero con una agenda enfocada en el Pacífico, pues estuvo en los atractivos turísticos de Acapulco, Guerrero; Lázaro Cárdenas, Michoacán, y Puerto Vallarta, Jalisco.
Pero a diferencia del primer recibimiento que se convirtió casi en fiesta nacional, esta segunda visita estuvo marcada por el descontento de diversos partidos comunistas que calificaron a la monarca y a su esposo como "visitantes indeseables", y expresaron su intención de manifestarse y organizar una marcha en repudio.
Mario Navarrete, líder del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) en Acapulco fue uno de los primeros en oponerse porque "México no reconoce los títulos nobiliarios desde la época del presidente Benito Juárez, quien suprimió la existencia de la monarquía y separó el clero de los asuntos del Estado".
Abel Salgado Valdez, miembro del Partido Socialista Unificado de México (PSUM), dijo por su parte que México se exhibía como un aliado del imperialismo británico, debido a que "por la fuerza, Inglaterra retuvo su dominio de las isla Malvinas, que le pertenecen históricamente a Argentina", conflicto que había concluido ocho meses atrás.
La vigilancia de la DFS tampoco faltó en esta ocasión, como ocurrió en el municipio de Lázaro Cárdenas en Michoacán, donde la reina recorrió las instalaciones de una siderúrgica y poco después un encuentro con el entonces gobernador michoacano Cuauhtémoc Cárdenas y el secretario de Relaciones Exteriores, Bernardo Sepúlveda Amor. "La soberana inglesa y su comitiva abordaron el autobús oficial General Lázaro Cárdenas, recorrió dos kilómetros entre el muelle fiscal y la puerta uno de Sicartsa, donde en el trayecto aproximadamente mil personas saludaron a la monarca", se redactó en el informe.
"A las 17:00 horas, la reina y sus acompañantes arribaron al muelle fiscal para abordar el yate Britannia, donde tomó el té con el gobernador del estado (...). Durante la estancia de la soberana no se registró ningún incidente, ni protesta alguna". Sí, hasta en la hora del té fue vigilada la monarca.
El resto del viaje continúo sin contratiempos, de acuerdo con el expediente público.
En marzo de 2015, en un discurso que ofreció a propósito de la visita a Reino Unido del entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, la monarca recordó aquellos viajes. "El príncipe Felipe y yo guardamos cálidos recuerdos de nuestras visitas a México en 1975 y 1983, y también nos dio mucho gusto que hace apenas unos meses el príncipe de Gales (Carlos) y la duquesa de Cornwall (Camila) hayan disfrutado una inolvidable visita a su país".
A lo largo de su reinado, la monarca británica se encontró con seis mandatarios mexicanos: Luis Echeverría, Miguel de la Madrid, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
