Jean-Claude Van Damme y Dolph Lundgren, una rivalidad de mentira en Hollywood
La testosterona se apoderó de Hollywood entre los años 80s y 90s a través de la imposición musculosa del cine de acción. Mientras Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone rivalizaban por ver quién era el héroe más poderoso del reino, otras figuras seguían sus pasos abriéndose camino en la industria del cine. Dolph Lundgren, Jean-Claude Van Damme, Steven Seagal, Wesley Snipes o Bruce Willis fueron algunos de los nombres que aprovecharon el fenómeno de los músculos de acero para saciar el hambre de un género que siempre dio buenos resultados. Pero no solo lo hicieron creando ramificaciones dentro de un cine superpoblado, sino imitando la misma rivalidad masculina… aunque fuera mentira.
Dolph Lundgren (Estocolmo, 1957) y Jean-Claude Van Damme (Bruselas, 1960) comparten más similitudes de las que aparentan a primera vista como héroes de acción de una misma era. Los dos entrenaron diferentes modalidades de karate desde los 10 años, ganando títulos y cruzando el charco para adentrarse en el terreno hollywoodense a inicios de la década 1980. Lundgren debutó con un pequeño papel en una película de James Bond, Una vista para matar (1985), a raíz de su noviazgo con Grace Jones; para luego alcanzar el reconocimiento como el villano de Rocky IV, Ivan Drago, seguido por su rol de He-Man en Los amos del universo (1987). Van Damme, por su parte, inició su camino como villano en El desafío (1986) hasta que sus patadas voladoras cautivaron al mundo desde Deporte sangriento (1988). Sin embargo, sus caminos no se cruzarían hasta el comienzo de la siguiente década.
En 1992 ya habían alcanzado notoriedad individual pero no estaban al mismo nivel de popularidad y éxito comercial que disfrutaban Stallone y Schwarzenegger. Sin embargo, el estreno de Soldado Universal podía ayudar al unificar sus nombres como tándem infalible. Porque la película giraba en torno a dos soldados estadounidenses que después de asesinarse mutuamente en la guerra de Vietnam, eran congelados y transformados en súper soldados científicamente adulterados. Pero la humanidad del personaje de Van Damme lograba salir a flote, rivalizando una vez más con su excompañero, un Dolph letal y sin escrúpulos. Y viendo que la rivalidad entre Stallone y Schwarzenegger generaba interés entre el público y la taquilla, se les ocurrió traspapelar el enfrentamiento que vivían en la ficción a la vida real.
Porque el Ivan Drago de Rocky IV y ‘los músculos de Bruselas’ se pelearon en el Festival de Cannes de 1992 ante la atenta mirada de los periodistas, las cámaras y el público, empujándose e intercambiando insultos mientras iban vestidos de etiqueta. Los guardaespaldas tuvieron que intervenir para supuestamente evitar que la situación escalara y desatara la testosterona descontrolada de estas estrellas letales del cine de acción. Fue una confrontación que generó titulares e historias que hablaban de supuesta tensión entre las estrellas, dándole más publicidad a la rivalidad que tenían sus personajes en la película futurista dirigida por Roland Emmerich.
Pero era mentira. Jean-Claude Van Damme explicó que se le ocurrió la idea después de ver la atención que habían recibido Stallone y Schwarzenegger el año anterior, y en el mismo festival, cuando habían bailado juntos. Y como Soldado Universal todavía estaba en proceso de montaje y no tenían nada para presentar en el certamen, pensaron en “hacer algo especial”. Pero en lugar de bailar o desfilar amistad, optaron por hacer lo contrario cuando subían las famosas escalinatas francesas.
La verdad es que fue una estrategia que funcionó. Hizo que el mundo creyera que las dos estrellas de acción se detestaban. Incluso se dispararon rumores falsos sobre la mala relación que habría existido en el set, obligando a los dos actores a explicar lo sucedido en diferentes entrevistas. Pero como la mentira tiene patas cortas, al final los dos confirmaron que había sido teatro.
“Nos empujamos un poco y protagonizamos todas las noticias de Cannes” explicaba con alegría Van Damme en una entrevista con Arsenio Hall en la misma década de los 90s. “Soy un hombre de negocios” se excusaba la estrella de Kickboxer.
Soldado universal recaudó $95 millones y fue una de las películas más rentables en la carrera de Jean-Claude Van Damme. Un resultado que bien podría haber tenido su origen en la curiosidad del público por ver esa rivalidad ‘ficticia’ en acción. Después de todo se trataba de dos figuras destacadas del género, desatando el estereotipo de masculinidad cinematográfica, ruda, física y letal, que tanto representaban por entonces.
Curiosamente, la historia perduró a través de los años llevando a que Dolph Lundgren siguiera respondiendo preguntas en torno a la ‘pelea’ tres décadas más tarde. Lo hizo, por ejemplo, en una entrevista concedida a The Guardian en 2022 confirmando que la confrontación “fue escenificada”. “Se calentó un poco… la idea fue de Jean-Claude. Es un showman” explicó. La verdad es que la rivalidad nunca existió sino que el dúo terminó rodando otras cuatro películas más a través de los años (dos secuelas de Soldado Universal, Los indestructibles 2 y Black Water).
En resumen, fue un acto de publicidad que abrazó el despliegue de testosterona que tanto inundaba en el género de acción por aquel entonces, a través de estrellas que representaban la confrontación musculosa y física como ejemplo de masculinidad heroica. Fue un teatro. Una mentira pensada para generar conversación, que surgió con el deseo de emular el interés en torno a la rivalidad de Stallone y Schwarzenegger. Y que les salió redonda.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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